Soluciones 'eco' para aislar tu casa del frío y el ruido
Lograrás confort térmico, acústico, ahorros en tus facturas y ganarás en salud
Salvo contadas excepciones, vivimos el 90% de nuestro tiempo entre cuatro paredes (en el hogar, el trabajo…). Ese es el dato que arroja la Encuesta Nacional de Patrones de Actividad Humana (NHAPS), de Estados Unidos. Y lo que necesitamos es que esos interiores estén bien aislados, por múltiples razones que detallaremos. Para conocer las claves para lograrlo nos asesora Oscar del Río, director general en Knauf Insulation Iberia (www.knaufinsulation.es).
En la imagen un ambiente de comedor de una passivhaus situada en el valle de Benasque, en pleno Pirineo aragonés, proyectada por Kozo Arquitectura.
Una problemática muy extendida
Nuestro parque edificado tiene casi 26 millones de viviendas, de las cuales el 65% tienen carencias enormes en aislamientos. Es decir, la mayoría de las casas tienen deficiencias. “Solo con ello uno se puede imaginar qué tipología de productos se han estado instalando en los últimos 50 años, donde no había apenas control en cómo y qué productos se instalaban; ahora es el momento de armonizar las normas y no solo exigir la utilización de aislamiento en nuestros proyectos para así cumplir la norma, debemos ser más exigentes con nosotros mismos y reclamar productos sostenibles y seguros, cambiar nuestra forma de pensar hacia una construcción consciente y todo lo que ello significa”, afirma Oscar.
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Clave para nuestra salud…
Las patologías asociadas a un aislamiento térmico inadecuado son alergias, enfermedades respiratorias, asma… Y respecto al ruido, una mala insonorización provoca estrés y otras problemáticas como pueden ser problemas con el sueño.
En hogares con techos a doble altura en alguna estancia (como este salón de una casa proyectada por Destudio Arquitectura), el correcto aislamiento logrará también evitar ecos y reverberaciones.
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… Y la de nuestro bolsillo
El alza de precios de la energía actual hace muy interesante actuar en los aislamientos de la casa, pues se logran grandes ahorros, al no haber pérdidas de calor de la calefacción en invierno ni de la refrigeración en los meses más cálidos. Un buen aislamiento (junto con la correcta elección de las ventanas) consigue un hogar hermético. La casa de la imagen lo es, se trata de Can Tanca, una unifamiliar passivhaus situada en el interior de isla de Ibiza proyectada por Terravita.
“Estimo que por estos motivos nuestro país podría pasar del 25% de población con riesgo de pobreza energética a un 38%, valores que en pleno siglo XXI parecen más de hace dos siglos”, declara el experto. Así, hay que incidir en conseguir ahorros energéticos aislando bien las casas.
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¿Cómo podemos aislar bien un piso en una reforma?
Para aislar en una vivienda ya construida que se sitúa en un edificio, se puede actuar de forma individual o en todo el bloque de viviendas:
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Actuando en cada piso, por ejemplo, la reforma puede utilizar lana mineral insuflada.
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Actuando en el bloque entero en el conjunto de la envolvente (fachada), donde las soluciones son múltiples. Dependiendo de la tipología de la fachada, podemos actuar mediante la instalación de un SATE (sistema de aislamiento térmico exterior) o con una fachada ventilada (que deja una cámara no estanca entre el revestimiento y el aislamiento); con ello lo que vamos a conseguir no es solo una mejora energética de nuestros edificios y, por ende, una mejor calidad de vida, también conseguiremos una revalorización económica de nuestra propiedad.
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En viviendas nuevas
Ya en la fase de estudio del proyecto se debería tener en cuenta la determinación a la hora de prescribir qué materiales utilizar y exigir a los fabricantes la documentación necesaria, certificados, ensayos para determinar y asegurarse que los productos indicados en el proyecto son sostenibles. Oscar señala que hay que confirmar que los productos elegidos se acaban instalando, “porque en ocasiones el ‘similar’ no es sinónimo en cuanto a la calidad y prestaciones”, advierte.
En la construcción de la vivienda de la imagen, una passivhaus, 100x100biopasiva empela aislamiento de fibra de madera.
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¿Cuándo apostar por un trasdosado?
Oscar comenta que uno de los métodos de aislamiento más utilizados en España es el trasdosado, siempre hablando de obra nueva, ya que aplicar un trasdosado una vez construida la vivienda resulta muy dificultoso. Para la casa de la imagen, CSO Arquitectura emplea soluciones de aislamiento de Knauf Insulation; se trata de una passivhaus construida en Boadilla del Monte (Madrid).
El sistema de trasdosado consiste en la aplicación por el interior de la fachada del edificio un aislamiento en la cámara de aire que forman las dos hojas o caras de la fachada, para a continuación aplicar acabado por la cara interior con placa de yeso laminado o bien con fábrica de ladrillo.
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La importancia de impermeabilizar bien la cubierta
Las organizaciones de consumidores señalan que los problemas ocasionados por una mala impermeabilización de la cubierta son el principal motivo de las reclamaciones de postventa en edificación.
Una solución ecológica que ofrece excelentes resultados es apostar por las cubiertas verdes, es decir, ajardinada (la de la imagen se completa con paneles solares; todo instalado por Norteña).
“Las cubiertas verdes ayudan a reducir el consumo de energía necesario de calefacción y refrigeración en un 25 y un 75%”, señalan desde Knauf Insulation.
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Se debe construir mejor
Las normativas actuales de la construcción son más exigentes y ahora las casas deben ser de consumo casi nulo y en ello juega un papel vital el aislamiento. Así que se ha mejorado en ese aspecto.
“Sentimos ‘pequeños’ gestos, no obstante España sigue estando a la cola en cuanto a normativa y reglamentación energética, siendo las exigencias regulatorias en estos momentos todavía muy mejorables, sobre todo en materia de selección de productos dentro del ámbito de los aislamientos. La administración debería tener una implicación mayor en materia de aislamientos no solo reciclados y reciclables, también sanos y, sobre todo, seguros. En este aspecto, deberían ser al menos incombustibles; ante el hipotético caso de padecer un incendio, el edificio no debería provocar llamas o peor aún gases que pudieran acabar con la vida de las personas que estén en el interior del edificio”, advierte el experto.
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