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Este año tienes la terraza perfectamente equipada, hasta has instalado un huerto urbano y por fin tienes parasol para garantizarte sombra (este es de Leroy Merlin) y, resulta, que este espacio exterior provoca daños en el piso inferior por goteras o humedades. Que nada te estropee el verano, descubre cómo impermeabilizar de forma rápida y económica sin tener que quitar el suelo existente.

Para conocer en detalle todos los aspectos de esta intervención hemos consultado a Francisco Ferrándiz, director técnico en Estil Guru (www.estilguru.com), empresa especializada en impermeabilización tanto de exteriores como de interiores y piscinas. Todo esto es lo que nos ha contado.

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No siempre se puede impermeabilizar sin levantar el suelo

Si una terraza pavimentada necesita una renovación por tener filtraciones, no será necesario levantar el suelo existente en muchos casos, si bien sí hay limitaciones que, como detalla el experto, dependen del estado tanto de la estructura como del suelo existente, de si necesita reparaciones por deterioro de los materiales, si puede soportar la sobrecarga de peso por añadir un nuevo pavimento o si este va a quedar por debajo del escalón de los accesos a la terraza para que el agua no nos entre en casa cada vez que llueva.

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3/11 © Decora y Vende

Rápida ejecución

Sobre el suelo de la terraza se coloca láminas impermeabilizantes, siempre que esta base sea sólida y firme, estable y con la pendiente necesaria para llevar el agua a los desagües. Luego ya solo hay que pavimentar encima.

En cuanto al trabajo de instalación y la puesta en servicio, la solución con láminas flexibles totalmente adheridas es la más rápida en comparación con los otros sistemas de impermeabilización. “Y cuando se trata de solucionar un problema tan grave como tener filtraciones y goteras, el tiempo es un factor clave”, opina Francisco.

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4/11 © Estil Guru

El factor durabilidad

Cuando estamos hablando de renovar una impermeabilización en mal estado, muy probablemente se trata de una lámina asfáltica, que ha llegado al final de su vida útil porque en el mejor de los casos puede durar cerca de 20 años, ya ha perdido los aditivos plastificantes que la hacían flexible.

“Mientras que ahora se instalará una lámina que no puede perder esos aditivos plastificantes porque no los lleva, no los necesita porque toda ella es de plástico flexible que no se pudre y que estando debidamente protegida durará decenas y decenas de años”, afirman desde Estil Guru. En la imagen, un render que muestra el suelo original, la lámina impermeabilizante y el pavimento colocado encima.

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5/11 © La Redoute Interieurs

Ahorros para tu bolsillo

Los costes de no tener que retirar el suelo se abaratan y mucho. Porque como no vamos a quitar el suelo ni la antigua impermeabilización se evitan los trabajos de demolición, desescombro, contenedor y vertedero que ya van a suponer un gasto importante.

Y como no quitamos la solera, no necesitamos reconstruirla para poder embaldosar de nuevo, así que ahorramos trabajos materiales y tiempo.

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6/11 © DePasquale+Maffini para Cassina

Claves de los trabajos

Para añadir el mínimo peso y la mínima altura al suelo existente necesitamos poder pegar el nuevo pavimento directamente sobre la impermeabilización, prosigue Francisco. De hecho, para que el pavimento no se suelte ni se rompa, necesitamos que esté pegado a una base firme. Así que necesitamos que la impermeabilización sea la base firme y esto solo lo podemos tener si está totalmente adherida al suelo antiguo.

“Los únicos materiales que permiten esta forma de instalación son las impermeabilizaciones de aplicación líquida y las láminas flexibles, por ejemplo la lámina Water-Stop, de Estil Guru”, detalla el director técnico de la empresa.

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7/11 © Erlantz Biderbost para Sube Interiorismo

Condiciones de la superficie del soporte base

Para garantizar unos resultados óptimos, es muy importante que la estructura esté en buen estado y pueda soportar el peso de la nueva instalación, que sea firme y estable y con la pendiente necesaria para llevar el agua a los desagües. Pero también es necesario asegurar que el suelo antiguo esté bien adherido, sin piezas sueltas o zonas débiles y que no tenga hundimientos ni irregularidades de planeidad, para que no se formen charcos ni retenciones donde se estanque el agua.

En la imagen, una terraza reformada por Sube Interiorismo que tiene un suelo de porcelánico imitación madera.

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8/11 © Porcelanosa

Tipos de pavimentos que puedo colocar encima

En principio, cualquier tipo funcionará bien. Aunque si buscamos el menor impacto en peso y altura añadida al suelo actual, la mejor opción es un porcelánico. Actualmente se encuentran formatos y texturas para realizar entornos espectaculares en cualquier estilo.

Pero esta no es la única opción, encima de la lámina puede colocarse muchos tipos de revestimiento como, por ejemplo, césped artificial, pavimentos continuos, aglomerados minerales o de caucho, losas que incorporen aislamiento térmico, tarima flotante o lo que mejor se adapte al proyecto. En la propuesta el suelo es Treviso, un terrazo de Porcelanosa.

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9/11 © Kave Home

Recomendada impermeabilización profesional

Realizar correctamente la impermeabilización de una terraza es una tarea de responsabilidad, advierte el experto. “Aunque estamos hablando de impermeabilizar con una lámina que reúne muy buenas características, que es fácil de manipular y que se aplica con herramientas y materiales habituales de la albañilería, se han de asegurar los buenos resultados a largo plazo y en el proceso intervienen muchos factores; desde la evaluación y preparación del soporte con las técnicas y productos adecuados, hasta el embaldosado final”.

En la calidad del resultado van a influir mucho las habilidades, conocimientos de técnicas y materiales de albañilería y la experiencia de quien lo instale. Un profesional siempre aportará esto. Por ejemplo, este será especialmente cuidadoso en revisar los puntos críticos, como los sumideros, las paredes o las esquinas.

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10/11 © Javier Bravo

Mayor altura y peso

En cuanto a la altura, si vamos a la mínima con un revestimiento con baldosas porcelánicas el sistema necesitara unos 3 mm para tener la lámina pegada sobre el suelo y otros 12 0 13 mm para el embaldosado.

Con 1,5 cm de altura total y un aumento de peso de unos 25 kilos por metro² por las baldosas y el cemento cola de pegarlas tenemos la nueva impermeabilización y el nuevo suelo. En algunos casos el aumento de peso sobre la estructura sí puede ser un problema. Si en la documentación técnica que se disponga del edificio no está claro, hará falta la evaluación de un técnico.

En esta terraza el pavimento es del ecológico bambú, en concreto se trata de una tarima de la firma Dasso que distribuye Gabarró.

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11/11 © Valentín Hincû para Gokostudio

Comprobar la correcta impermeabilización

Siempre conviene realizar una prueba de agua antes de cubrir la lámina con el revestimiento. Dependiendo del tipo y tamaño de terraza la prueba puede consistir en inundarla con varios centímetros de agua durante 24 horas o bien en simplemente rociar con una manguera durante un tiempo sobre las zonas de uniones y puntos críticos. "Es importante para poder acabar con la tranquilidad de que todo está bien realizar esta comprobación", concluye Francisco.

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