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Decorar tu casa debería ser un ejercicio de libertad que no estuviese condicionado por ninguna norma previa. Sin embargo, existen reglas de diseño que se dan por sentadas, cuando no tendría por qué ser así. Hoy te explicamos algunas de estas reglas y cómo puedes romperlas para diseñar espacios realmente únicos.

 

Paredes oscuras: nunca en espacios pequeños

Lo habrás escuchado cientos de veces. Si tienes una habitación pequeña en casa lo mejor es optar por colores claros para pintar las paredes, como el blanco infalible. Sin embargo, no siempre es necesario renunciar a otros colores más intensos, incluso oscuros, porque no siempre van a reducir más el espacio.

A veces si la habitación, aunque pequeña, cuenta con luz natural, es interesante elegir un color oscuro para una de las paredes, por ejemplo. Esto añade carácter y personalidad a la estancia y la eleva de categoría. ¡Atrévete!

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Hay que pensar en el futuro

A la hora de decorar es fundamental pensar a largo plazo… ¿o no? Pues lo cierto es que no siempre es posible ni recomendable hacerlo, ya que con el paso del tiempo es inevitable evolucionar (por suerte) y seguramente en unos años ya no te gustará tanto lo que ahora te emociona.

Cuando vayas a elegir algo para tu casa piensa en lo que amas ahora, en cómo quieres que sea tu casa en este momento. Y aunque hay ciertos elementos que te acompañarán muchos años, debes decorar en el presente.

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No pongas una alfombra demasiado pequeña

Ya sea en el salón o en el dormitorio, siempre hemos oído que la alfombra ha de ser lo suficientemente grande. En el caso del salón, la regla dice que las patas delanteras del sofá deben quedar dentro, y también las de los otros muebles como butacas o sillones. En el dormitorio, la alfombra ha de sobresalir unos 60 cm por cada uno de los tres lados de la cama, excepto el del cabecero.

¿Se pueden romper estas reglas? Sí, se puede. Si tienes una alfombra especial, vintage, étnica o con un diseño particular, no dudes en lucirla donde más te guste, aunque sus medidas no sean las dictadas por la norma.

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Evita los muebles grandes en salones con pocos metros

Esta es otro de los preceptos decorativos que podríamos obviar en determinadas ocasiones. Los salones pequeños no siempre han de amueblarse con muebles de pequeño tamaño. Si lo eliges con acierto, es posible colocar un sofá de esquina, amplio y cómodo, en un salón no demasiado grande.

Los muebles demasiado voluminosos no siempre abarrotan las habitaciones. En el caso del sofá, por ejemplo, puedes escoger un modelo tapizado en un color claro que se integre mejor en el espacio.

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No llenar el espacio de objetos decorativos

La clave es no abigarrar las habitaciones con multitud de cosas y accesorios que transmitan caos y desorden visual. Y aunque esta es una regla lógica con la que estamos de acuerdo, también es cierto que a veces añadir ciertos objetos nos ayuda a hacer nuestros los espacios, a añadir toques personales que hacen que la decoración sea más nuestra y nos emocione mucho más. Y estos salones no se ven especialmente recargados.

Atrévete a romper de vez en cuando la regla de la sencillez y la sobriedad. En estos casos, las paredes blancas pueden ser una buena opción, si después vas a cargar las tintas con la decoración.

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Los cuadros se cuelgan a la altura de los ojos

Tu casa no es un museo, por lo que no conviene asumir reglas establecidas a la hora de colocar cuadros, láminas enmarcadas, fotografías o ilustraciones. Las normas son claras: colgar las obras a la altura de la vista, no crear esquemas simétricos y diseñar galerías de pared partiendo de un cuadro central. Sin embargo, en ocasiones conviene explorar nuevas posibilidades.

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Las sillas del comedor deben ser iguales

Esta norma tradicional es realmente fácil de transgredir. Tan solo has de darte cuenta de lo bien que quedan en torno a la mesa modelos diferentes de sillas. Pueden ser todas de madera, de distinto modelo y color, o mezclar incluso varios materiales. Combinar sillas distintas en el comedor puede convertirse en un toque de estilo.

Lo mismo sucede con las mesillas de noche: poner dos diferentes aporta al dormitorio una buena dosis de dinamismo y espontaneidad.

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No conviene mezclar varios estampados

Las normas de decoración lo explican claramente: a la hora de elegir estampados, puedes combinar uno o dos a lo sumo, pero nunca más. Eso sí, puedes añadir algún liso.

Sin embargo, y como ya tenemos claro que las reglas son para romperlas, siempre puedes tratar de combinar más estampados de los establecidos. Elígelos bien y aportarás interés visual, dinamismo y un toque de lo más atrevido que favorece en casi cualquier ambiente.

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Los techos deben ser blancos

Suele creerse que los techos pintados en colores intensos hacen más pequeños y más bajos los espacios. Y puede que sea así, pero eso no quiere decir que tengamos que pintarlos de blanco siempre.

Si no quieres renunciar a un techo oscuro, simplemente no lo hagas. Muchas veces ganamos encanto y dotamos de una gran originalidad a la habitación, lo que resulta muy favorecedor. Los espacios son más acogedores y cálidos y la decisión resulta acertada.

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