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Cuando un dormitorio adolece de falta de espacio hemos de planificar al detalle todo lo que vamos a incluir en él. No podemos llenarlo de cosas inútiles, por bellas que sean. Hemos de calcular al milímetro cada hueco para crear un ambiente funcional y acogedor al mismo tiempo.

A continuación hacemos un repaso de los elementos imprescindibles que no deben faltar en tu dormitorio pequeño.

 

Combatir la falta de espacio

La mayoría de nosotros pensamos que nuestro dormitorio es más pequeño de lo que debería ser. Aunque en algunas ocasiones esto no es del todo cierto, la mayoría de las veces sí lo es, ya que los espacios pequeños están a la orden del día.

Sea como sea, cuando el dormitorio es realmente pequeño llega el momento de priorizar unas cosas sobre otras. Hay que darle importancia a los elementos que la tienen y prescindir de otros objetos menos relevantes. Para decorar adecuadamente tu dormitorio es importante saber qué funciona y qué no en espacios reducidos.

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Multiplicar los metros cuadrados

El espacio disponible en un dormitorio pequeño es un auténtico tesoro que no puedes malgastar. Por eso, además de la cama que resulta imprescindible, has de pensar muy bien qué otras piezas vas a incluir.

Necesitas muebles prácticos que decoren tu dormitorio y aprovechen el espacio al máximo, incluso que lo multipliquen. Piensa en armarios con capacidad suficiente para tus cosas, estanterías hasta el techo, una banqueta con espacio para guardar, un canapé abatible con zona de almacenaje, etc. Hay muchas opciones entre las que elegir.

La clave es conseguir que tu dormitorio resulte acogedor y práctico al mismo tiempo, sin que quede demasiado abarrotado de muebles.

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Almacenaje de pared: un clásico imprescindible

¿No tienes espacio en el dormitorio? Aprovecha las paredes. Hay soluciones que te ayudan a tener más hueco para guardar cosas y que no te ocuparán sitio en el suelo. Se trata de las baldas o estantes de pared y de los ganchos o percheros.

Son soluciones prácticas que, además, pueden resultar decorativas. Un perchero especial te puede servir para colgar bolsos y complementos. Y las baldas son perfectas para libros, o para colocar una caja con algunos complementos en su interior.

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Apuesta por la mezcla de texturas

Combinar texturas diferentes en un mismo espacio es una manera eficaz de lograr espacios acogedores. En esto te ayudarán mucho los textiles, si los combinas con acierto.

Elige cojines y almohadones cómodos que pongan también la nota decorativa. Deja alguna manta ligera o plaid a los pies de la cama. Ahora que estamos en verano conviene elegir elementos más frescos, mientras que en invierno la mezcla de tejidos puede ser mayor. Para completar el conjunto apuesta por cortinas y alfombras mullidas. En verano las alfombras de fibras naturales son más frescas y resultan muy decorativas.

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Aprovecha el poder de la luz

Utilizar la iluminación con sentido es uno de los recursos más eficaces que tenemos para ampliar los espacios. En un dormitorio pequeño lo importante es potenciar la entrada de luz natural en lo posible prescindiendo, por ejemplo, de cortinas opacas y pesadas. Opta mejor por visillos livianos.

En lo que a la iluminación artificial se refiere, es clave contar con varias fuentes de luz, y no solo con una, para crear ambientes agradables. Utiliza luces indirectas y cálidas que resulten acogedoras e instala reguladores de intensidad para crear escenas lumínicas distintas según la ocasión.

También tendrás que poner una luz puntual junto a la cama para leer, por ejemplo, si eres de los que les gusta sumergirse en una buena lectura antes de conciliar el sueño.

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Un espejo para ganar amplitud

Los espacios pequeños se benefician de los espejos tanto como de la luz natural. No hay un mejor elemento para decorar un dormitorio en el que escasean los metros cuadrados, porque refleja la luminosidad y tu cuarto parecerá más amplio de lo que es.

Además, un espejo es el elemento que necesitas por las mañanas para arreglarte y revisar tu outfit diario. Puedes optar por un espejo de cuerpo entero o por uno más pequeño apoyado en una cómoda o en una cajonera.

En cuanto al estilo, tienes un sinfín de modelos para elegir: clásicos o modernos, de corte industrial, con cuarterones al estilo ventana, etc.

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Un toque de intensidad

Que tu dormitorio no sea muy amplio no quiere decir que tengas que decorarlo de forma sosa o anodina. A veces tendemos a creer que las habitaciones pequeñas solo pueden pintarse de blanco y que hemos de sacrificar todo elemento atrevido por la falta de espacio. Nada más lejos de la realidad. Si cuentan con suficiente luz natural, los colores intensos y oscuros pueden aportar carácter a un dormitorio pequeño. No renuncies a pintar una pared oscura, a poner un papel pintado llamativo o a vestir tu cama con una colcha estampada. ¡Atrévete!

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Junto a la cama

¿Necesitas un elemento junto a la cama que haga las veces de mesilla de noche pero ninguna te convence? Déjalas a un lado y busca otras opciones. Hay muchos elementos que pueden ejercer la función sin ser mesillas propiamente dichas.

Puede servir un taburete especial, una mesa auxiliar, una cajonera pequeña, o una balda instalada en la pared. En el dormitorio de la foto se ha instalado un módulo cuadrado: es el modelo Eket de Ikea y resulta funcional y muy práctico.

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Detalles que sí importan

Cuando estés renovando el espacio y la decoración de tu dormitorio, no pases por encima de los detalles. Los detalles son importantes. Hacen tuyo el espacio y se convierten en un reflejo de tu personalidad.

Piensa en el tratamiento que le quieres dar a las paredes. A menudo la pintura se convierte en el recurso que marca la diferencia y resulta muy asequible. Descubre cómo pintar las paredes o el techo para lograr “modelar” el espacio. También es importante ocuparse de otros detalles como elegir correctamente la ropa de cama, las lámparas o los cuadros de la pared. Todo suma y los detalles, aunque pequeños, también importan.

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