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Si te preocupa el cuidado del medio ambiente, preferirás cultivar las plantas del jardín y del huerto de la manera más natural posible. Emplear fitosanitarios, tanto fertilizantes como insecticidas, formulados de forma ecológica tiene un sinfín de ventajas. ¡Descúbrelas!

 

Di adiós a los productos químicos

Utilizar en el jardín productos fitosanitarios es fundamental para conseguir que las plantas crezcan sanas y que los cultivos del huerto se desarrollen adecuadamente. Eso no significa que haya que elegir obligatoriamente productos químicos que resulten contaminantes y nocivos para el medio ambiente. Este tipo de fertilizantes pueden dejar residuos en la tierra y en los propios cultivos. En el caso del huerto suelen tener un periodo de seguridad en el que no se debe recolectar los frutos, hasta que los restos de los químicos hayan desaparecido.

Abandonar estos fitosanitarios es posible si los sustituyes por otros productos ecológicos, que respeten el ecosistema y a los seres vivos.

Un consejo: aunque sean naturales, los abonos e insecticidas ecológicos deben utilizarse con cuidado, respetando las dosis y el modo de empleo recomendado por los fabricantes.

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Abonos orgánicos, una fuente de energía para tus plantas

Cuando plantamos una planta en un sustrato determinado esta encuentra en él todos los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse. Con el paso del tiempo la tierra va perdiendo esas sustancias beneficiosas para las plantas, ya que se agotan. Para reponerlas y conseguir que las plantas sigan creciendo fuertes utilizamos los abonos y fertilizantes.

¿Cómo abonar el jardín de una forma más saludable? Utilizando abonos orgánicos, más naturales que los químicos. Se trata de productos de origen animal, como estiércol o mantillo, muy fáciles de usar. Además, si te excedes con la cantidad, tus plantas no sufren.

También están los abonos orgánicos biológicos, que se crean a partir de guano (excrementos de aves marinas), de algas o de otros componentes naturales y no contaminantes.

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El origen de la agricultura ecológica

Hasta hace aproximadamente un siglo la agricultura ecológica era la única que existía. Solo se empleaban materiales orgánicos como fertilizantes, como el estiércol o el compost. Fue en las primeras décadas del siglo XX cuando todo comenzó a cambiar y se empezaron a utilizar los abonos e insecticidas químicos.

La agricultura ecológica como concepto moderno surge en Inglaterra en torno al 1930: consiste en imitar a la naturaleza en la producción de alimentos y plantas. Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en toda una filosofía de vida.

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Nutrientes de mejor calidad

Esta es solamente una de las ventajas que tiene emplear productos ecológicos para abonar las plantas del jardín o del huerto: los nutrientes que aportan al sustrato son de primera calidad y se van liberando de forma lenta. De esta manera el riesgo de excedernos con la fertilización y de perjudicar con ello nuestras plantas es más bajo.

Otra consecuencia de que los componentes nutrientes se vayan liberando más despacio es que se necesita menos cantidad de fertilizantes, con el ahorro que ello supone.

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Cómo hacer compost de calidad para tus plantas

El compost es un abono orgánico que se obtiene de una manera natural a partir de la descomposición de determinados residuos domésticos. Es fácil de elaborar, ya que no se requieren mecanismos complejos ni ninguna inversión. Basta con que tengas un compostador, un contenedor en el que se mezclan los residuos orgánicos y se dejan allí hasta que se transforman en compost.

Puedes instalar el compostador en el jardín, mejor a la sombra. Introduce restos orgánicos (sobras de comida, hojas de los árboles, serrín, ramas, etc.) y remueve el contenido de vez en cuando para airearlo. Procura que se mantenga húmedo hasta que se descompongan los residuos. Tardará cinco o seis meses, pero después obtendrás un abono de calidad. Apórtalo al sustrato de tus plantas al menos una vez al año.

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Controlar las plagas sin insecticidas tóxicos

Cuando las plantas del jardín o los cultivos del huerto son atacados por las plagas es necesario buscar una solución eficaz en forma de insecticida que acabe con los insectos y evite que echen a perder nuestro jardín o el huerto que tanto nos ha costado cultivar.

En lugar de utilizar productos tóxicos, es mejor apostar por insecticidas de tipo ecológico no contaminantes y capaces de eliminar a los insectos sin dañar las plantas ni a otros seres vivos. Son eficaces para acabar con plagas como la araña roja, la cochinilla, la mosca blanca, pulgones, orugas, etc.

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También en el huerto

Utilizar insecticidas ecológicos es todavía más importante cuando se trata del huerto, ya que es importante que los cultivos estén libres de sustancias tóxicas. Los productos ecológicos no tienen periodo de seguridad. Es decir, los frutos y hortalizas se pueden recolectar inmediatamente después de utilizar estos productos, ya que no contaminan. En el caso de los insecticidas no ecológicos hay que esperar durante el periodo de seguridad hasta que las sustancias químicas desaparezcan. Los insecticidas ecológicos presentan una toxicidad nula y respetan la fauna y el resto de seres vivos.

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Soluciones ecológicas que funcionan

Si tus plantas están sufriendo el ataque de alguna plaga debes actuar cuanto antes, aplicando un insecticida ecológico adecuado. Puedes elegir entre varios productos:

-Jabón potásico

Se trata de un insecticida natural que se compone de agua, aceite vegetal e hidróxido de potasio o potasa. Es un producto que trata y previene las plagas más comunes sin resultar tóxico para las plantas ni los animales. Combate pulgones y, además, repele los hongos. Aplícalo siguiendo los consejos del fabricante aprovechando un día que no llueva ni haga mucho viento. Hazlo mejor a primera hora de la mañana o al caer la tarde, para evitar las horas de sol intenso.

-Extracto del árbol de 'neem'

El neem es un árbol de origen asiático cuyos frutos y hojas, después de macerarse, dan como resultado un extracto que repele los insectos y combate plagas y hongos. Además, no contamina y respeta el ecosistema. Es un buen remedio para eliminar cochinilla, pulgones y mosca blanca entre otros insectos.

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Un fungicida ecológico contra los hongos

En primavera, con las lluvias y el ascenso de las temperaturas, existe un mayor riesgo de que aparezcan hongos como el mildiú, la roya o el oídio. Calor y humedad son los factores que propician la aparición de los hongos.

Para lograr que desaparezcan y no dañen tus plantas se necesita un fungicida efectivo. Elegir uno de tipo ecológico te ayuda a controlar el problema sin contaminar.

- Azufre

Un fungicida perfecto para mantener el mildiú a raya, por ejemplo. Lo encuentras en centros especializados en forma de líquido que se añade al agua de riego, o también como un polvo que se espolvorea sobre las plantas.

- Óxido de cobre

Otro fungicida natural muy adecuado para rosales y otros cultivos.

- Cola de caballo

Contiene una sustancia que repele los hongos y que además resulta inofensiva para el medio ambiente.

Un consejo:

Recuerda respetar las instrucciones de uso y las dosis recomendadas.

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