Los armarios son buenos aliados para mantener el orden en casa, además de un factor decisivo cuando estás buscando casa y su número (nunca son suficientes) puede inclinar la balanza a favor de un piso u otro. No solo los queremos y necesitamos en el dormitorio, también son de gran ayuda en las zonas de paso, en estancias principales, como el salón, o en las secundarias como el lavadero. Estas ideas de decoración te dicen dónde y cómo puedes ganar uno extra en cualquier hueco libre.

Junto a la cama

Exento o empotrado, es un básico de la decoración del dormitorio. Puede ejercer como armario ropero principal o como anexo del vestidor. En este segundo supuesto, úsalo para guardar los zapatos, los abrigos o la ropa larga y los bolsos. De esta forma, tendrás los accesorios y todo aquello que ocupa a mano y organizado. Una buena idea es dejarlo abierto, para no recargar el ambiente o colocar unas puertas ligeras, como las de este ambiente de Saloni, que permiten ver el interior.

En un extremo del pasillo

Los pasillos son una de las zonas de la casa más desaprovechadas y, sin embargo, pueden dar mucho juego, incluso cuando se trata de uno alargado y tenga al menos 100 cm de ancho. Una de las maneras de sacarles partido es colocando un armario hasta el techo, que permita aprovechar la altura y brinde unos valiosos maleteros. Según el ancho disponible, pon uno con más o menos fondo, dejando siempre un paso libre para circular. Puedes dejar algunas partes abiertas o pintarlo del mismo color que la pared, para que quede totalmente integrado.

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En la cocina

Si no tienes problemas de metros y tienes muchas cosas que guardar, complementa el mobiliario de cocina con un armario exento, como el de esta propuesta de Armac Martin, y desahoga el resto de muebles. Puedes usarlo como despensa, para guardar los pequeños electrodomésticos, para la vajilla y los vasos o como desayunador. Si quieres que sea más ligero visualmente, procura que no llegue al techo. Otra buena idea para copiar de este ambiente son los armarios bajo la isla central.

En la buhardilla

Incluso las más pequeñas pueden ser perfectas para ubicar el cuarto de plancha, la habitación de invitados o un salón extra y en todas estas posibilidades se integra a la perfección un armario. O varios, como los que muestra esta propuesta de Zara Home, donde se ha creado un gran ‘vestidor’ para la ropa de casa que es la envidia de todas y te permite almacenar desde toallas y sábanas hasta los edredones y los manteles de fiesta. Aunque lo ideal es que la altura mínima en las zonas más bajas sea de 1,5 metros, lo cierto es que puedes usar este espacio para armarios bajos, estanterías o baldas, todos ellos muy útiles para guardar.

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En el salón

Los armarios bajos, como estos, permiten sacar mayor partido a la pared principal del salón, ofreciendo sitio extra para todas aquellas cosas que quieres tener a mano, bien organizadas y protegidas del polvo y la suciedad. Además, la parte de arriba también puede dar mucho juego con baldas o como superficie para la televisión. Si ocupa toda la pared, mejor alterna módulos abiertos con ciegos, pintados del mismo color, para que se integre y no destaque.

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En el recibidor

Si cuentas con un recibidor amplio o con hueco suficiente, no lo dudes y pon un armario, ya que no solo te será útil para dejar el abrigo cuando llegas de la calle, sino que, además, te desahogará el del dormitorio. Este de Ballingslöv cuenta con una práctica distribución interior con la zona inferior con zapatero y la superior muy útil para el bolso o los accesorios. Si tienes hueco, completa con una silla o un taburete para descalzarte fácilmente.

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En el cuarto de lavado

Este espacio se ha convertido en uno de los lugares más deseados de la casa desde que la lavadora salió de la cocina para instalarse en una estancia compartida, como el baño, o en otra independiente. Este de Armac Martin cumple todas las expectativas. Tiene fregadero con una parte inferior digna de una cocina, estantería, baldas y, por supuesto, un gran armario que te permite desahogar los del resto de la casa de sábanas y fundas, manteles, edredones, toallas… Sus dimensiones siempre deben ajustarse al espacio, usando siempre la altura del techo a su favor.

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En un rincón

Junto a la subida de la escalera, en el salón, en el dormitorio o el baño, este armario mini de Bloomingville con puertas de cristal brinda un valioso espacio extra donde lo necesites. Además, de dar un toque decorativo a tus estancias. Como solo tiene 40 cm de fondo puede ser también una buena opción para un pasillo o un recibidor, ya que te permite colocar en la parte superior un vacíabolsillos o una lámpara de sobremesa, por ejemplo.

En la librería

No se trata de un armario al uso, ya que esta solución escamoteable de Protek al abrirse esconde una completa zona de trabajo de quita y pon en el salón con mesa y espacio para tener a mano y organizado todo el material de oficina. Otra buena idea para la zona estar es aprovechar el hueco bajo la ventana para colocar un armario bajo o cerrar la parte inferior de la librería con puertas.

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En la habitación de invitados

La habitación de invitados suele ser un cajón de sastre que se aprovecha como cuarto de plancha, tendedero improvisado, trastero, oficina en casa o cuarto de juegos infantil. Y en todas las situaciones, un armario es una manera de sacar partido al espacio disponible y tener tanto la ropa de cama, como las prendas de fuera de temporada, los juguetes de los niños o todo aquello que no entra en otro lugar a mano y organizado. Este de La Redoute Interieurs con dos cajones inferiores resulta tan práctico como decorativo, ya que no ocupa, pero posee capacidad suficiente. ¡Un buen fichaje!

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En el baño

En el baño acumulamos gran cantidad de productos de higiene y maquillaje, botes y recipientes que guardar y, casi siempre, no suelen acompañarnos los metros. Por eso, un armario suspendido (mucho más ligero) como este de Maison Valentina, alto y estrecho es siempre bien recibido, ya que permite despejar la encimera y puede colocarse en cualquier rincón. Otra buena idea para copiar es ponerle una puerta de espejo o de cristal, para que amplíe el espacio y lleve la luz (otra asignatura pendiente del baño) a todos los rincones.

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