En estos momentos en los que la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente no solo son tendencia (la última edición de Casa Decor giraba alrededor de ellos), sino que se establecen como formas de vida, apostar por una decoración navideña natural es una manera de empezar, junto con un consumo responsable que evite los grandes gastos en regalos y comidas, a concienciarse de su importancia. Sin olvidar que es una de las tendencias decorativas que más calma imprime a los ambientes, capaz incluso de detener el tiempo para que saborees los últimos días de este 2021, preparándote para el nuevo año. Estas son sus claves de estilo.

Un árbol… ¿Natural?

¡Depende! Aunque tu primer impulso es adquirir un árbol natural, piensa que si no lo replantas después y lo dejas morir, su impacto medioambiental será mucho mayor que si adquieres uno artificial, que reutilices durante muchos años. Además, ahora hay modelos que dan el pego y parecen recién cortados. Si te decides por uno natural, el abeto plateado, que puedes cultivar en contenedor, o el de España, más pequeño que otras coníferas son dos buenas opciones. Sin olvidar que siempre te queda alquilarlo solo para las fiestas (en Cordestel se dedican a ello) y despreocuparte del resto.

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Adornos ‘tranquilos’

Esta versión de la decoración navideña huye del exceso y se alía con la regla del ‘menos es más’, en ocasiones hasta sus últimas consecuencias, dejando, por ejemplo, que el árbol de Navidad luzca ‘desnudo’ sin bolas ni guirnaldas presumiendo de encanto personal. A la hora de elegir los adornos para tu casa, busca primero en el exterior y apuesta por ramas de pino, piñas, flores secas o acebo para vestir tanto la mesa de comedor como el resto de rincones y escoge elementos con poca floritura y ligeros de brillo, que potencien ese lado natural. Los adornos en papel son tendencia de decoración para estas fiestas, ya que aportan un toque nostálgico lleno de encanto.

Materiales naturales

Como tiene la mirada puesta en la naturaleza, encuentra en la madera, las fibras vegetales y los textiles como el algodón tres buenos aliados para vestir la casa. Los encontramos no solo en las piezas básicas, como la mesa de comedor o de centro, y en los cojines del salón, sino también en la ropa de cama, los adornos e, incluso, en el árbol de Navidad. En contra no mantiene buena sintonía con plásticos y similares (el PET podría ser la excepción a la regla) a los que encuentra poco sostenibles y demasiado artificiales.

Con espíritu ‘cocooning’

No decimos que conviertas tu casa en una cabaña de bosque, pero sí que crees una atmósfera ‘cocooning’ tan apetecible como calentita, que haga que no quieras salir de casa. No puede faltar una manta para las siestas de sofá o los maratones de series (‘The Witcher’ acaba de estrenar su segunda temporada y tiene todos los ingredientes para querer verla de un tirón) preferiblemente con motivos navideños; un sillón tan cómodo o más que una cama; textiles abrigados con un tacto apetecible; detalles y adornos que estimulen tus sentidos, como velas o un ramo de flores frescas; y, por supuesto, ese rincón donde te apetezca quedarte cinco minutos cuando los invitados se han ido.

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Con cierto aire rústico

Pero si pasarse. La decoración natural no siempre es sinónimo de rústico y tampoco debe renunciar a cierta sofisticación (delicada y suave, eso sí). El ‘look’ campestre es un auténtico filón, ya que su aire sosegado y en calma posee un encanto difícil de conseguir de otra manera. No dudes en incorporar al árbol de Navidad o a la mesa de comedor, incluso si está vestida para una de las principales celebraciones, algún elemento como un centro natural, un servilletero hecho con una rama de acebo, una vajilla artesanal…

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En colores cálidos

Una decoración natural busca siempre la ayuda de colores neutros, el beis es una buena opción, tierras, que potencien su calidez o verdes, que le conecten con la naturaleza y con el paisaje exterior. Esto no significa que no puedas incorporar pinceladas rojas, uno de las señas de identidad de la ‘deco’ navideña, para reforzar su lado más tradicional. A su lado, nada mejor que una iluminación que acompañe y contribuya a crear rincones llenos de magia. Por supuesto, no pueden faltar las velas, las guirnaldas de luces y todas aquellas opciones que emitan una luz cálida y agradable.

Sencilla y auténtica  

La comodidad y la sencillez son dos de los rasgos de una decoración que cree en las pequeñas cosas y el valor de lo artesanal. Es importante que sea bonita, pero de una forma auténtica, sin artificios que impidan ver lo que realmente importa. Cada pieza y adorno debe contribuir a esa sensación de 'estar en casa', de manera que tanto los habitantes como los invitados os sintáis a gusto. Presta atención a los detalles, cosas como servilleteros personalizados, una vajilla heredada llena de encanto o una bolsita con la inicial de cada comensal ayudarán a crear hogar.

Con un toque DIY

No decimos que tengas que hacer todos los adornos de la casa, pero sí que entre todas las cosas que has comprado o tienes de años pasados, introduzcas alguno hecho por ti o en familia: los niños estarán encantados de que algo suyo adorne el árbol u otro rincón. Internet está lleno de tutoriales con manualidades navideñas y aquí también hemos preparado varios ‘paso a paso’ muy prácticos y sencillos de hacer. Desde botellas que hacen de candelabros hasta adornos para el árbol, estrellas de Navidad, centros de mesa... ¡Saca tu vena creativa!

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Con rincones especiales

Donde todos, tanto los invitados como los moradores de la casa, podáis disfrutar de unos momentos de calma en medio de esta vorágine de ‘ruido’ y diversión que traen consigo las celebraciones navideñas. Más que una isla en el salón, la idea es convertir cada ambiente en un lugar apacible donde disfrutar de una sobremesa relajada o desconectar por la mañana antes de recoger. Llena el sofá de cojines (mejor de motivos navideños), pon una lámpara de sobremesa que favorezca una atmósfera íntima y ‘abriga’ con el calor de las velas y los textiles naturales.

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