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Las plantas pueden tener diferentes tipos de ciclos vitales: las hay anuales, bianuales o perennes. A las plantas anuales o bianuales también se las llama flores de temporada y, en general, son de desarrollo foliar y floración muy espectacular y repentinos, cosa normal dado el poco tiempo que viven. Constituyen toda una sorpresa para los sentidos.

¿Qué usos se les da en el jardín? “Agrupadas en zonas concretas que vayamos a ir actualizado con frecuencia, sirven como punto focal, pues resaltarán por sus texturas y espectaculares colores. Desde mi punto de vista no deben formar el núcleo o la estructura de ningún jardín por su efímera existencia”, afirma el paisajista Fernando Nájera. Así pues, las plantas de ciclo de vida perenne deben constituir la estructura del jardín y garantizar que a lo largo del año se aprecie la plantación más o menos estática.

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¿Qué diferencia a las anuales de las bianuales?

A diferencia de las perennes, son plantas que se plantan o siembran nuevas año tras año. Las anuales viven solo unos cuantos meses, pues tras la floración y con la llegada del frío mueren. Crecen, florecen y mueren.

Por su parte, las bianuales se desarrollan en dos años distintos. Eso no significa que tengan presencia en el jardín durante 24 meses, en realidad solo pasan una parte de su vida en un determinado año y la otra en el siguiente, pero no perviven dos años completos.

Ejemplo de ello es el alhelí (Matthiola incana), en la imagen, que es anual en climas con heladas. Porque hay que tener un aspecto en cuenta, hay plantas perennes cuya consideración cambiará debido al clima donde se cultiven y pasarán a ser plantas de temporada.

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Ciclámenes

El ciclamen (Cyclamen) es una planta anual, una bulbosa que puedes cultivar en exterior y en interior y que destaca por ser de muy larga floración. De hecho, es una de las más populares plantas de floración invernal en Europa. Si las vas a plantar al aire libre decántate por las variedades mini, ya que soportan bien el frío y las heladas.

Reserva para los ciclámenes una zona luminosa pero donde no se dé un exceso de calor, pues son mortales para ellos. En el jardín lo más habitual es que se encuentren a la sombra de los árboles.

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Pensamientos

El pensamiento (Viola x wittrockiana) es una planta que florece en otoño e invierno, que ofrece una amplísima gama de colores para decorar el jardín. De apariencia aterciopelada, estas flores adoptan tonos bicolores con unas cromáticas que van desde el dorado, hasta los azules, pasando por el violeta y el rojo.

Es una de las flores ornamentales más cultivadas por su resistencia a las bajas temperaturas y facilidad de cuidados.

Se trata de plantas bianuales que florecen en dos fases: la primera floración se produce entre noviembre y diciembre, y la segunda, en la primavera siguiente.

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Caléndulas

Como llevamos viendo en la selección, la caléndula (Calendula officinalis) es otra llamativa flor anual para cultivar en el jardín o en maceta. Conocida como botón de oro y originaria de la zona del Mediterráneo y de Asia, resulta s ideal para crear núcleos de color con sus hermosas flores de vivos colores, como el amarillo o el naranja. En la mayoría de las especies la floración se producirá desde el verano y hasta el otoño.

Plántala a pleno sol para su mejor desarrollo y no te olvides de sus necesidades de agua: 3 o 4 riegos moderados por semana en los meses más calurosos y 2 o 3 el resto del año.

En la imagen la vemos con una mariposa y es que la caléndula hace el excelente servicio de atraer insectos polinizadores.

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Zinias

La zinia (Zinnia) es una bella planta de grandes flores, lo que la convierte en ideal para formar grupos, macizos o arriates en el jardín. Las puedes cultivar también en maceta, si así lo prefieres. Sus bonitas y llamativas flores pueden presentar coloridos de lo más variados y ser lisas, bicolores, con rayas o motas. Además, llama la atención de que las hay dobles, semidobles y con una estética que se asemeja a la de las dalias.

Las zinias crecen y florecen mejor a pleno sol y podremos disfrutar de sus flores desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Toma nota si tienes huerto de este dato, la zinia es una de las plantas florales para cuidar de este por su poder atractivo para los insectos.

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Petunias

Las petunias son plantas perennes tratadas como anuales. Son unas de las más populares para plantar en el jardín por su fácil cultivo y por la gran cantidad de flores que ofrece durante la primavera y el verano. Su flor en forma de trompeta, puede presentarse en diversos colores, como el rosa, el violeta, el rojo, el amarillo o el blanco. Aparte, las hay bicolores, como las que estamos viendo sobre estas líneas.

Lo ideal es ubicarlas en pleno sol y si lo haces en zona en semisombra, al menos deberá recibir 4 horas de sol al día. No es una planta tolerante al frío ni a las heladas, le convienen sobre todo las temperaturas cálidas, de hecho, es capaz de soportar el calor intenso. Ten en cuenta también que prefiere un clima seco, ya que la lluvia resulta perjudicial para sus flores.

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Girasoles

Los girasoles (Helianthus annuus) también son una planta con flor (espectacular de gran tamaño y vistoso colorido amarillo) que, tras florecer en verano, muere. Los girasoles buscan en todo momento la luz solar y hay que plantarlos, en tierra o maceta, en un lugar con una buena exposición a los rayos solares.

Si quieres sembrarlos directamente deberás hacerlo ya entrada la primavera, pero si lo vas a hacer por semillero deberás comenzar el proceso hacia finales del invierno. Luego, ¡en condiciones óptimas son capaces de crecer hasta tres metros!

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Tajinastes rojos

El tajinaste rojo (Echium wildpretii) es otra planta de ciclo anual, que a pesar de su corta vida decora el jardín con gran vistosidad.  Este arbusto sin ramas de forma piramidal es una especie endémica de las Islas Canarias y es de crecimiento rápido, pudiendo llegar a alcanzar los dos metros de altura. Sus preciosas flores son de color rojo coral y aparecen en primavera.

Conviene plantarlo a pleno sol y, sorprendentemente, resiste el frío y las heladas de hasta los -4º C.

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Pros y contras

Cada año hay que cultivar nuevas plantas de temporada, algo que no lo hacen la opción más sostenible y es por ello que muchos paisajistas  no las emplean en sus proyectos para adornar jardines domésticos. Si bien a favor de las plantas anuales o bianuales hay, sin embargo, dos argumentos: son económicas y fáciles de obtener por uno mismo mediante semillas.

Fernando Nájera afirma: “no recomiendo emplear plantas de temporada para todos aquellos que no tengan mano con la jardinería y les guste tener una plantación más o menos definitiva. Sin embargo, para los verdaderos aficionados sí son una gran opción para poder probar combinaciones y efectos en muy breve plazo de tiempo”.

En la imagen vemos la planta digitalis (Digitalis purpurea), también denominada dedalera porque sus flores tienen forma de dedal, una planta que se desarrolla en un ciclo de dos años.

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