Cortinas, visillos, estores, paneles japoneses… Son muchas las opciones que tienes para no dejar las ventanas ‘desnudas’, sin embargo, hay ocasiones en que ‘vestirlas’ no va a resultar la opción más acertada. Y es que, si bien es cierto que las cortinas ‘abrigan’ visual y térmicamente los ambientes, también lo es que restan luz, te obliga a irlas lavando con una cierta frecuencia y, cuando se tiene un presupuesto ajustado para la decoración, suponen un buen pellizco del total.

En este proyecto de Ábaton, la propia arquitectura se encarga de crear un filtro solar en el salón, al crearse el porche junto a él. De este modo el comportamiento térmico de la sala de estar es excelente y se logra mantener la decoración moderna y algo minimalista. Descubre otros buenos argumentos para no acompañar las cristaleras de elementos textiles que tamicen los rayos solares.

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Mirador con privilegiadas vistas

Cuando las ventanas ofrecen unas panorámicas excepcionales es muy probable que quieras que nada compita con el paisaje, ni siquiera unas caídas laterales o las barras para sujetarlas. De este modo todas las miradas se irán a los excepcionales exteriores. En la propuesta las puertas cristalera no tienen una caja de persiana ni elementos antiestéticos que se deban disimular, así que una buena opción es dejar la fachada acristalada sin ‘vestir’, como hace aquí el estudio de arquitectura La Errería, en un ático de espacios contemporáneos.

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Cuando no abunda la luz

Sin duda, si el piso no es excesivamente luminoso habrá que emplear todos los recursos para potenciar la entrada de rayos solares. En esta reforma de Elii de un estudio en Madrid de tan solo 33,60 m² se emplean espejos para multiplicar la luz natural y los espacios se muestran abiertos, tan solo se separa el baño con una pared de cristal. Las ventanas y las balconeras no se ‘visten’ aunque sí cuentan con persianas exteriores a base de lamas, una solución perfecta porque permite un gran ahorro económico.

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Asegurar el completo confort

En muchas ocasiones una decoración de un ambiente no se considera completo si las ventanas aparecen sin ningún tipo de adorno, pero para compensar la desnudez del mirador que proporciona una cristalera así, una buena solución es ‘arropar’ el espacio con otro tipo de elementos textiles, como alfombras, butacas tapizadas, sofás y una importante selección de cojines. Es lo que han hecho en este ambiente, cuyo diseño firma Ábaton Interiorismo.

Por otro lado, en zonas donde el clima en verano es tórrido pero no se quiere instalar cortinajes para matizar la luz y el calor, conviene entonces apostar por ventanas con vidrio de protección solar, que minimizan el calor que entra ayudando así a reducir el gasto en refrigerar la vivienda.

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Cristales especiales

Salvo que residas en una casa totalmente ajena a las miradas de los vecinos, quizá te dé miedo apostar por no 'vestir' las ventanas de ambientes privados como los baños, donde la intimidad es vital. Aunque en estos casos puedes optar por unos cristales especiales que permiten que tú disfrutes de las vistas al exterior, pero que desde fuera no te vean.

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Vidrios de estética alternativa

Los vidrios de las ventanas también pueden presentar una imagen translúcida. Algunas de las soluciones en el mercado para que pierdan su transparencia son:

• Con texturas, es decir, el cristal tiene un acabado rugoso debido a los relieves; estos pueden tener diversas formas, siendo las más habituales las de aguas y de cuadradillo (con imagen de malla compuesta por pequeños cuadrados).

• Al ácido: es un vidrio decorativo tratado para darle un aspecto mate que deje pasar la luz pero con una visión difuminada. Ofrece la ventaja extra de que apenas se aprecian las huellas dactilares.

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Vinilos autohadesivos

Cuando las ventanas presentan cortinas, estores o visillos, ten en cuenta que acumulan polvo y deberán limpiarse al menos cada 6 meses. Si tu prioridad es tener una casa rápida de limpiar, puedes apostar por pegar vinilos en las ventanas, hay modelos para todo tipo de estancias, también las habitaciones de bebé e infantiles. Esta es una solución económica y decorativa para preservar la intimidad, además de muy fácil de instalar. Aunque tiene un pero, resulta permanente, es decir, no te permitirá graduar la luz en función de las necesidades del momento como sí harías por ejemplo con un estor.

En la propuesta, un modelo de Tenvinilo.

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Si se dificulta el uso

Las puertas y ventanas de la fachada tienen varias funcionalidades, como proporcionar el máximo de luz natural y permitir una correcta ventilación de los interiores. En lugares con ventanas de apertura oscilobatiente en el que los elementos textiles pudieran dificultar precisamente abrirlas, prescindir de estos es la alternativa idónea. Es la solución tomada por Sube Interiorismo en esta elegante cocina de armarios blancos.

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Si prefieres las contraventanas

¿En el dormitorio? Si bien es cierto que la estancia para el descanso debe quedar a oscuras por la noche para que podamos dormir bien, la contaminación lumínica de las poblaciones hace casi imposible dejar las ventanas sin 'vestir' pues entrará la claridad de las farolas. La solución, en estos casos puede pasar por optar por las tradicionales contraventanas de madera, que también contribuyen a un buen aislamiento térmico. Es lo que ha hecho Patrick Genard & Asociados al reformar esta casa que antes era un pajar.

Las persianas también son un recurso infalible y muy habitual en estos casos.

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Intimidad asegurada

En casos excepcionales, como locales comerciales o garajes en bajos reconvertidos en vivienda, las ventanas se situarán de tal modo que no te vean desde la calle, como en este proyecto de reforma firmado por Estudio Sirëe. Así que no hay que sacrificar la luz proporcionada por las escasas aperturas y lo mejor es que el cristal no se cubra.

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