Una vajilla antigua
Para completar una auténtica decoración bistró, nada mejor que una vajilla antigua, tanto para vestir la mesa como para decorar las paredes o dar una pincelada especial a un rincón con una jarra de porcelana con flores. Lo bueno de esta decoración es que no necesitas que la vajilla esté completa, sino que lo ideal es mezclar diferentes modelos y crear un resultado más auténtico y encantador. Evidentemente tanta belleza no debe encerrarse en un armario, sino que debe lucir, como en este ambiente de Borästapeter, en vitrinas y alacenas que los dejen a mano… ¡y a la vista! En el caso de los vasos y copas, colócalos por tipo (vino, cerveza, agua…), para que sea fácil localizarlos o cuélgalos para liberar armarios. Las tazas también pueden ir en ganchos, pero si cuentas con un precioso juego con cafetera o tetera a juego, ponlo coquetamente en un rincón, sobre una mesita o en el alfeizar de la ventana, logrando una puesta en escena perfecta.
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