España es un país maravilloso con muchísimas cosas buenas: clima, gastronomía, cultura… Pero también somos uno de los países más ruidosos del mundo. La consecuencia es que según la Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos datos para 2020 se conocieron en julio de este año, uno de cada cinco hogares en España sufre problemas de ruidos. Por suerte, en decoración existen elementos textiles como moquetas, alfombras o cortinas que contribuirán a insonorizar la casa y a conseguir que mejoren las condiciones sonoras en el interior de la vivienda.
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Viste los espacios
Las decoraciones más minimalistas no se llevan bien con la insonorización de los ambientes, porque en los espacios algo vacíos se crean ecos y el sonido rebota. De este modo, procura introducir todos los elementos que puedas, siempre siguiendo tus gustos estéticos y que el resultado te resulte apacible.
En estos casos son ideales las piezas tapizadas, como un cabecero en el dormitorio, unos pufs o unas butacas, así como también estanterías y armarios, todos ellos absorbentes acústicos.
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Moquetas
Frente a los suelos duros, las moquetas ofrecen una superficie en el que no se escucharán el ruido de las pisadas y, además, de tacto muy cálido y agradable. Selecciona un modelo de alta calidad, duradero y fácil de limpiar. Otra de las ventajas de este tipo de pavimentos es que retienen los ácaros y el polvo, lo que juega a favor de alérgicos y asmáticos, y regulan la humedad ambiental.
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Alfombras
Son la alternativa a las moquetas y lo interesante es que ocupen grandes áreas, para que logren amortiguar los ruidos y absorberlos. ¿Qué ventaja tienen las alfombras frente a las moquetas? Pues que no requieren instalación, evitando así obras. Cuanta más densidad tenga la alfombra, mayor será su capacidad de mantener a raya los sonidos de los vecinos o provenientes del exterior. De este modo, si la finalidad es que el tapiz contribuya a evitar ruidos evita los modelos ligeros tipo kilims.
Aparte, las de lana son las que mejor actúan como aislante acústico y térmico. La de la propuesta es de la firma Made.com en lana y tejida artesanalmente.
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Cortinas
Las cortinas tamizan la luz natural y también son una buena barrera frente al ruido exterior, sobre todo si te decantas por las confeccionadas en telas tupidas, como el terciopelo o la lana. Su limitación es que en horario de día, cuando todavía queremos aprovechar los rayos solares, será menos efectiva que durante la noche, una vez que cubra todo el paño del ventanal.
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Cortinas acústicas
Una nueva generación de cortinas ha llegado al mercado, las cortinas acústicas, diseñadas específicamente para obtener grandes ganancias de aislamiento acústico, con reducciones de ruido entre 5 y 18 decibelios y, además, también ofrecen absorción del sonido. Antes de elegirla ten en cuenta que, por regla general, cuanto más grueso es el modelo mejor funcionará. También interesa que la cortina cubra la mayor superficie posible, para potenciar sus propiedades.
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Paneles acústicos
Quizá estés pensando en diseños para oficinas o salas de conferencias, menos estéticos porque piensan básicamente en la funcionalidad, pero para el hogar puedes encontrar paneles acústicos que son verdaderamente unas esculturas textiles.
En este dormitorio Elia Felices ha seleccionado un modelo de la firma Sancal con un patchwork de telas, para ganar atractivo e interés visual.
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Tapices en paredes
Aparte de los paneles acústicos, puedes vestir las paredes con un decorativo tapiz que absorba las ondas de sonido y procure la buscada insonorización. En este sentido, cualquier material suave y poroso va a ayudar a ello, por lo que puedes situar tapices estratégicamente en las paredes, unos elementos que además realzarán la decoración y aportarán pinceladas de color.
En la propuesta vemos un modelo oriental confeccionado en lana, de Turkestan.
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Último plan de ataque
Si con todas las opciones en elementos textiles el ruido solo se apacigua, pero tu casa aún necesita más intervenciones, entonces tienes que realizar cambios más profundos que impliquen obras que afecten tanto a la estanqueidad de las ventanas como al buen aislamiento acústico de paredes y suelos. Incluso antes de emprender esos trabajos puedes consultar a profesionales especializados que realicen un estudio acústico de cada espacio y encuentren las mejores soluciones para solventar los problemas.