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El género Agave comprende alrededor de 200 especies, originarias de las zonas desérticas de América. Ese es el motivo por el que son plantas que resisten el pleno sol, la sequía y prácticamente no se ven afectadas por enfermedades. Reciben numerosos nombres comunes, entre los más conocidos se encuentran: ágave, pita, maguey, cabuya, mezcal y fique. ¿Qué características comunes tienes los ágaves? Son muy apreciados por la belleza de sus hojas lanceoladas duras dispuestas en roseta que acaban en una fina aguja y que según la especie son más o menos carnosas, pues en su mayoría se trata de suculentas, aunque no siempre.

En la imagen la variedad es un Agave americana, que puede alcanzar los dos metros de altura. No obstante, existen otras especies de más discreto tamaño, ideales para plantar en maceta y decorar con un toque exótico los interiores de la casa.

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Cientos de variedades

Respecto al porte, los hay de 30 cm y realmente espectaculares de gran altura, como los que pueden alcanzar los cinco metros. También sus hojas lucen diferentes en función de la especie concreta, las hay de una única tonalidad, pero en verdes que pueden pasar desde el más encendido a otro apagado o bastante azulado, también algunas presentan el perímetro de otro colorido o incluso hojas variegadas (que combinan diversos colores o tonalidades del mismo color).

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Amantes del sol

Los ágaves pueden ubicarse a pleno sol y, de no ser así, les convienen lugares muy soleados. Respecto a las temperaturas, las óptimas para su crecimiento son entre los 10 y los 30º C. Se trata de una planta rústica aunque, cuidado, no soporta las bajas temperaturas. Por debajo de -2º C quedarán marcas de quemaduras en sus hojas. Protégelos en caso de que en tu zona se dé excepcionalmente un invierno frío.

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Sustrato para cactus

El encharcamiento va a perjudicar mucho a los ágaves, por lo que se recomienda un suelo ligero, no calcáreo y bien drenado. Dicho sustrato debe tener el pH ácido a neutro.

De este modo, si los plantas en el jardín en el agujero añade arena en el fondo para mejorar el drenaje y luego rellena con sustrato para cactus. Y en maceta, procura que no quede agua nunca en el portamacetas pues son muy sensibles.

La recomendación cuando vayas a plantar un ágave o a retirar una de sus hojas es que te pongas guantes protectores, debido a que si accidentalmente tocas su savia tu piel se puede irritar.

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¿Se deben regar?

Dependerá de si se encuentran en exterior o en interior. Recordemos que los ágaves son originarios de zonas desérticas, con lo que aquí en exterior les bastará con el agua de lluvia, motivo por el cual son habituales en los jardines secos.

Si los tienes en invernadero o el interior de la casa, deberás regarlos moderadamente espaciando esta tarea en los meses de invierno y haciéndolo siempre que el suelo no se encuentre mojado. Aunque dependerá de la especie, como media general calcula regar una vez al mes en invierno y aproximadamente cada 10 días en verano.

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Época de plantación y abono

El periodo ideal de plantación de los ágaves es la primavera. Si vas a plantar varios, deja una distancia de unos 40 cm para las especies más pequeñas, y para las grandes respeta incluso varios metros.

Precisamente a partir de la primavera también y, hasta entrado el otoño, se recomienda emplear fertilizantes para mantener a estas plantas sanas y fuertes. Aplica abono líquido para cactáceas junto al agua de los riegos.

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Multiplicación

Puedes decidir entre estos tres diferentes métodos de reproducción:

  • Por semillas

  • Por esquejes

  • Por división de plantas maduras

En el caso de que te decidas por propagar la planta por esquejes o división, convendrá hacerlo durante los meses de primavera o verano y mientras los ágaves son muy jóvenes, no deben recibir sol directo.

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Enfermedades y plagas

Lo cierto es que los ágaves no son muy susceptible a las enfermedades, siempre que no se produzca encharcamiento. En cuanto a las plagas, puede ser un objetivo para las cochinillas y, con menor frecuencia, de los pulgones.

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¡Tan poco exigentes!

Recapitulando: en exterior ni siquiera precisan riegos y encima en interior estos son muy poco frecuentes. El abonado es opcional y, más cosas, los ágaves tampoco necesitan ser podados, tan solo habrá que retirar las hojas basales que se hayan quedado secas.

Así que se trata de plantas perfectas para comenzar a familiarizarse con el mundo de la jardinería porque son resistentes y sus cuidados casi inexistentes.

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