1/8 © in56 interiorismo

El sofá marca la estética de la decoración del salón, pero en gran parte también su distribución y organización. Hoy sometemos a examen dos de los modelos más demandados: el sofá con chaise-longue y el sofá en L o rinconera. Y lo hacemos con la idea de elaborar una check list que te ayude a decidir cuál de ellos es el más adecuado para tu salón y tu vida.

 

Diseños que desdibujan los límites

Antes de comenzar, hemos de aclarar que tanto el sofá con chaise-longue como el sofá en L tienen unas características concretas pero que muchos diseños desdibujan esas líneas y es difícil definir exactamente ante qué modelo de sofá estamos. Es el caso de este sofá escogido por in56 interiorismo (www.in56.es) para decorar aquí. Un sofá con chaise-longue es el que se distribuye en línea y cuenta en un extremo un elemento rectangular que sirve para apoyar las piernas. Se puede ubicar adosado a una pared o exento. La chaise-longue no lleva respaldo o solo en una parte. Cuando los respaldos son más marcados es cuando surgen las dudas. Esa chaise-longue, en ocasiones, puede ser modular. Y un sofá en L o rinconera, como su nombre indica, distribuye los asientos en esa forma, siendo ambos lados del mismo tamaño o de diferente longitud. También puede ir adosado a dos paredes (lo más habitual), a una o exento.

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2/8 © Slow and Chic

¿Cuántos sois en casa?

En función de las personas que acostumbren a usar el sofá, podrás escoger un diseño u otro. El tamaño vendrá determinado por ese número (también por el tamaño de la estancia). Un sofá con chaise-longue es para 2 o 3 personas. Podrán estar tumbadas todas cómodamente, ya que el ancho de la chaise-longue permite que dos personas la usen al mismo tiempo. Un sofá rinconera es para más personas. 4 como mínimo, aunque está diseñado para que se sienten. La decoradora Nora Zubia, de Slow and Chic (www.slowandchic.com), ha decorado este salón con una zona de asientos cuadrada en la que un sofá en tono crudo con chaise-longue delimita el espacio. Se completa con otro sofá en verde botella.

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3/8 © The Room Studio

El tamaño del salón

Otro de los puntos de la check list que debes comprobar es el espacio disponible en el salón. Un sofá con chaise-longue es más ligero que uno de diseño en L así que el primero encajará mejor en espacios más pequeños. Ambos quedarán bien en salones de tamaño medio. Y en salones grandes necesitarán de otras piezas auxiliares de apoyo para completar el espacio. En el caso de un sofá con chaise-longue cuida la longitud de esta para que deje espacio de paso entre su límite y la pared o mueble que quede enfrentado. En un sofá rinconera ambos lados se tienen que ver equilibrados en tamaño. Lo ideal es que queden apoyados en dos paredes, en esquina, como ves en este espacio, decorado por el estudio The Room Studio (theroom-studio.com), aunque una de las paredes sea un murete bajo. También puedes usar uno de los lados como elemento divisorio sin tabique de apoyo.

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4/8 © Natalia Zubizarreta Interiorismo

¿A qué lado coloco la 'chaise-longue'?

Una de las dudas frecuentes al escoger un sofá con chaise-longue es a qué lado debe quedar este elemento. Todos los sofás se pueden componer con la chaise-longue a un lado o a otro, pero has de escoger en el momento de la compra. Hay dos opciones. La chaise-longue debe quedar en una zona que no divida ni entorpezca el paso. Lo ideal es que vaya lo más cerca posible de la pared o del ventanal según el caso. En salones pequeños, sigue esta norma. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Natalia Zubizarreta (www.nataliazubizarreta.com). En salones de tamaño medio-grande, puedes jugar con la chaise-longue para delimitar zonas en el espacio. Es decir, dejar este elemento en una posición central que organice. En este caso, lo ideal es que no lleve respaldo o sea muy bajo para no crear barreras visuales.

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5/8 © Kinze Studio

La ubicación adecuada para un sofá en L

En el caso de este modelo de sofá, lo más sencillo es adaptarlo a una esquina, es decir, que apoyen los respaldos en dos paredes. También debes saber el espacio con el que cuentas en caso de que el sofá en L tenga dos lados de diferente longitud. Has de saber dónde irá el más largo. En caso de que el sofá quede exento como elemento delimitador del estar (una buena opción en plantas cuadradas y salones espaciosos abiertos al comedor y/o a la cocina) también has de saber cuál es el lado más largo. La ventaja de este modelo de sofás es que tienes la posibilidad de orientar un lado hacia el ventanal y otro hacia el módulo de los audiovisuales. Este proyecto es del estudio Kinze Studio (www.kinzestudio.com), con un sofá exento que se completa en la trasera con un mueble de poca altura.

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6/8 © Sandra Rojo

Comprueba las medidas: sofá con 'chaise-longue'

A la hora de comprar un sofá (ya lo hagas en una tienda física o vayas a comprar un sofá online) has de fijarte en las medidas de cada elemento. En el caso de los sofás con chaise-longue, son aptos para espacios pequeños y salones estrechos y alargados. Pero no pueden tener menos de 2,50-3 m de ancho. En caso contrario, tendrás que escoger un sofá en línea sin chaise-longue. Un modelo con chaise de dos plazas mide entre 1,60 y 1,80 metros de largo. Pero estéticamente lo ideal es que sea de tres plazas al menos, y en este caso la medida es a partir de los 2 m. En cuanto al largo de la chaise_longue, lo mínimo en salones pequeños son 1,40 m. Una medida estándar es la de 1,80 m. Un dos plazas más chaise-longue es lo que ha escogido aquí el estudio Coblonal Interiorismo (www.coblonal.com), para un espacio abierto.

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7/8 © Westwing

Las medidas del sofá rinconera

Como ya hemos visto, si necesitas capacidad de asientos, un sofá en L es tu opción. Es importante contar con un ángulo recto de 90 grados si vas a "encajarlo" en una esquina. En caso de que no sea así, un sofá rinconera potenciará la irregularidad de la pared. Es preferible en salones de tamaño medio colocar un sofá en L que dos piezas, cuando ambas cuenta con sus reposabrazos correspondientes. Con el sofá en L aligeras elementos. Un rincón de 2,50 x 1,80 m es suficiente para tener un sofá rinconera. Como es el caso más pequeño, dale ligereza prescindiendo de uno de los reposabrazos. Es ahí donde se desdibuja el límite que comentábamos anteriormente entre sofá con chaise-longue y rinconera, tal y como vemos en este modelo Tribeca, de Westwing.

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8/8 © La Redoute Interiorismo

¿Necesitas espacio extra para guardar?

Entonces hay algunos modelos de sofá con chaise-longue que cuentan con espacio de almacenaje en esta pieza mientras que no ocurre en los sofás con diseños en L. El funcionamiento es como el de un canapé: se eleva el asiento de la chaise-longue con ejes hidráulicos para organizar debajo mantas y cojines. Además, también es más frecuente encontrar sofás-camas en modelos con chaise-longue que rinconeras.

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