El sofá marca la estética de la decoración del salón, pero en gran parte también su distribución y organización. Hoy sometemos a examen dos de los modelos más demandados: el sofá con chaise-longue y el sofá en L o rinconera. Y lo hacemos con la idea de elaborar una check list que te ayude a decidir cuál de ellos es el más adecuado para tu salón y tu vida.
Diseños que desdibujan los límites
Antes de comenzar, hemos de aclarar que tanto el sofá con chaise-longue como el sofá en L tienen unas características concretas pero que muchos diseños desdibujan esas líneas y es difícil definir exactamente ante qué modelo de sofá estamos. Es el caso de este sofá escogido por in56 interiorismo (www.in56.es) para decorar aquí. Un sofá con chaise-longue es el que se distribuye en línea y cuenta en un extremo un elemento rectangular que sirve para apoyar las piernas. Se puede ubicar adosado a una pared o exento. La chaise-longue no lleva respaldo o solo en una parte. Cuando los respaldos son más marcados es cuando surgen las dudas. Esa chaise-longue, en ocasiones, puede ser modular. Y un sofá en L o rinconera, como su nombre indica, distribuye los asientos en esa forma, siendo ambos lados del mismo tamaño o de diferente longitud. También puede ir adosado a dos paredes (lo más habitual), a una o exento.
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