Puede que tu casa esté emplazada en un lugar retirado del mundanal ruido donde no tengas vecinos ni necesites acotar tu espacio exterior, pero lo más habitual es que necesites delimitar el perímetro de tu jardín de alguna manera. Es ahora cuando entran en la ecuación las vallas como la opción más práctica para conseguirlo.
La mejor protección
Una valla de jardín no cumple solamente la función de rodear tu parcela para proteger sus accesos. Es la opción más habitual para acotar el espacio pero, además, cumple otras funciones interesantes.
Sirve, por ejemplo, para aportar privacidad a tu jardín, ocultando el interior de las vistas de los curiosos. Este aspecto está muy relacionado con el tipo de valla que elijas, ya que no todas ocultan lo mismo (en función del diseño y los materiales algunas son más cerradas que otras).
Las vallas de jardín cumplen también una función decorativa. Existe una gran variedad de modelos para que puedas elegir la que mejor se adapta al estilo de tu jardín.
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