1/11 © Bonet Fotografía para Laura Martínez

Las alfombras son un complemento básico para decorar cualquier estancia de casa, especialmente el salón. Pero para elegir la alfombra del salón, no solo tienes que tener en cuenta su estilo, sino también el color, el estampado y por supuesto las medidas, ya que dependiendo del tamaño, el efecto varía. Asimismo también dependerá de cómo estén colocados los muebles.

En la imagen, la reforma integral del salón-comedor de una vivienda en Sant Cugat del Vallés llevada a cabo por Laura Martínez. El mobiliario, de clara inspiración minimalista, está realizado a medida dada la configuración del espacio. Destaca el gran sofá en ángulo (hecho a medida) que aprovecha el espacio y la mullida alfombra rectangular que confiere calidez a la zona de estar.

A continuación, te damos todos los consejos para que puedas elegir la alfombra más adecuada para tu salón y colocarla de la manera más decorativa.

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Por qué tu salón necesita una alfombra

Un alfombra es un complemento decorativo capaz de crear estilo, dotar de textura y llevar un toque de color al salón. Pero sus ventajas no terminan ahí, sino que además las alfombras protegen el pie de la pisada y aíslan del frío y del ruido. Además de las ventajas mencionadas anteriormente, una alfombra es capaz de delimitar la zona del estar y separarla sin más artificios. Ten en cuenta que el salón es la estancia de la casa en la que más tiempo pasamos, y una alfombra aportará calidez y un ambiente más decorativo. 

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La forma del salón importa

Al elegir la forma de la alfombra del salón tendrás que tener en cuenta cómo es el salón. Así, si es cuadrado, será mejor una alfombra cuadrada; mientras que si el salón es alargado, una alfombra alargada ayudará a que se vea más amplio. ¿Y qué alfombra poner en un salón con un sofá con chaise longue? Una que abarque todo el sofá es la mejor alternativa. 

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La mesa de centro sobre la alfombra

Esta es una de las opciones más extendidas: colocar la alfombra de manera que los sofás queden fuera de la misma y solo sea la mesa de centro la que esté encima. Lo importante en este caso, para que no resulte demasiado pequeña es que la alfombra sea algo más larga que el sofá, como mínimo 10 cm por cada lado, y que la mesa de centro quede completamente por encima de esta. Es muy buena opción para salones pequeños.

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Con las patas del sofá encima de la alfombra

Esta opción es otra de las más extendidas. Colocar la alfombra de manera que las patas delanteras del sofá queden por encima de esta, mientras que las traseras apoyan en el suelo directamente. Lo ideal es que la alfombra abarque algo más del ancho del sofá, unos 30 cm como mínimo por cada lado. Es muy buena opción para separar visualmente el salón y el comedor cuando comparten una estancia muy pequeña. Ahora, ten en cuenta que si pones una alfombra también en el comedor, ha de haber una separación de un metro entre ambas.  

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El sofá entero por encima de la alfombra

Esta opción perfecta, especialmente, para salones grandes en los que separar los ambientes es básico. Con una alfombra de grandes dimensiones, tanto la mesa de centro, como los sofás y las butacas quedarán encima de esta. Esta opción te ayudará a que el espacio quede completamente delimitado y enmarcado, visual y físicamente. Puedes ayudarte de otros elementos, como la iluminación del salón para marcar aún más esta separación de espacios. Para evitar que un lado se desgaste más que otro, puedes ir cambiando su posición cada cierto tiempo y así no se decolorará en las zonas a la vista. 

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Cómo colocar la alfombra cuando el sofá actúa de barrera

Si el salón comparte espacio con otra estancia y el sofá actúa de separador entre espacios, elige una alfombra extragrande que potencie esa sensación. Con esta opción, la alfombra puede llegar a sobresalir al menos un metro a cada lado del sofá y unos 50 cm detrás de las butacas. Otros muebles, como el de la televisión, aparadores o vitrinas, han de quedar fuera de esta.

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Cómo tomar medidas para elegir la alfombra que más le conviene a mi salón

Ya sabes cuáles son las opciones a la hora de elegir una alfombra que dependerán, sobre todo, del tamaño de tu salón y de los sofás o butacas. Lo ideal antes de comprar una alfombra es medir bien y comprobar cuál será el efecto que tenga. Nuestra recomendación es que o bien con cinta de pintor o bien con folios colocados por el suelo, imites el tamaño de la alfombra que quieres. Después mide. Así sabrás cuáles son las medidas más adecuadas antes de adquirir una. 

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Alfombras superpuestas, una opción cada vez más extendida

Las alfombras superpuestas son una buena opción si quieres cambiar el estilo de tu salón de vez en cuando. Coloca una de tamaño XL como base y después añade una más pequeña que acoja la mesa de centro. Lo ideal es que sean de colores y materiales diferentes, de manera que destaque sobre la que has colocado en la base. 

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Qué material elegir para la alfombra del salón

Las opciones son muchísimas. Las de lana son las más resistentes, cálidas y, además, ayudan a subir la temperatura de la estancia. Son las más buscadas. También pueden ser de algodón, cuya principal ventaja es que pueden lavarse en la lavadora y ofrecen muchísima variedad de colores y estampados. Esto también lo aportan las alfombras de fibras sintéticas, como las acrílicas, de nylon, de polipropileno o de poliéster. Son también muy resistentes y muy adecuadas para zonas de alto tránsito. Finalmente, las alfombras de fibras naturales, como yute, sisal, coco, etc. son también resistentes y aportan un toque de frescura al salón. 

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Qué color elegir para la alfombra del salón

Todo dependerá del color del sofá y las butacas. Si estos son de tonos neutros, puedes concederte alguna licencia en cuanto al color y elegir una alfombra con estampados vívidos y divertidos. En cambio, si el sofá es de color o está tapizado con una tela estampada, lo más recomendable es que te decantes por una alfombra de un aspecto más sobrio, preferiblemente de un color neutro claro, como beige, blanco o gris suave.  

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