Si estás pensando en comprar una nueva lavadora primero deberás valorar qué sistema de carga elegir: frontal o superior. Como ocurre entre las placas de cocina a gas, vitrocerámicas o inducción, en algunos aspectos es más conveniente un sistema y en otros otro. Tamaño, capacidad de carga tiempo de los programas, precios de cada tipo de electrodoméstico… Lo tratamos en detalle y así sabrás cuál elegir en tu casa, para instalar en la cocina, el lavadero o, aunque es menos habitual, el baño.
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Espacio que ocupan
Ten en cuenta que las lavadoras de carga superior son más estrechas, por lo general hacen solo 40 cm de ancho. Sin embargo, su altura es superior, unos 90 cm y deberás reservar espacio libre encima para abrir la puerta y cargar o vaciar la ropa cómodamente.
Las lavadoras de carga frontal, por su parte, suelen hacer 60 cm de ancho y 85 cm de alto, y ofrecen la ventaja de que se pueden panelar para integrarse completamente en la decoración de la cocina hasta el punto de no ser visibles o, si se prefiere, permiten colocarlas en columna, junto a la secadora (siempre que no quieras un modelo que sea lavadora y secadora a la vez). Este tipo de aparato, además, permite aprovechar el espacio que hay sobre ella con encimeras. Aunque, en cocinas estrechas tienes que calcular que exista espacio suficiente para abrir bien la puerta y realizar las coladas habituales con toda comodidad.
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Capacidad
En familias con cuatro o más miembros la lavadora de carga frontal es la ganadora, pues tiene una capacidad de carga de a partir de 8 kilos, llegando hasta los 10 kilos. Mientras que las de carga superior tienen un tambor menor y suelen tener capacidad para 6 o, a lo sumo, 7 kilos. Si eres una persona soltera o vives en pareja, las lavadoras de carga superior son una buena opción porque, aunque las de carga frontal permiten lavados a media carga, si estos son habituales estarás gastando más de lo necesario en agua y electricidad.
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Tiempos de lavado
Si eres una persona a quien le interesa que la colada esté lista pronto, sin duda tu elección perfecta es una lavadora de carga superior que cuenta con ciclos cortos de, por ejemplo, solo media hora, a diferencia de las lavadoras de carga frontal cuyos ciclos de lavado duran, normalmente, a partir de una hora.
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Comodidad de uso
Si ambas lavadoras van a estar situadas sobre el suelo, la comparativa es clara, las de carga superior resultan mucho más cómodas de utilizar, porque no deberás agacharte. No obstante, tienes soluciones para lograr que tu lavadora de carga frontal resulte más funcional, como que su puerta sea XL de gran diámetro y, también, elevarla, como se hace en este ambiente que integra lavadero y planchador presentado en Casa Decor, un proyecto de Deulonder. La altura optimizada de la lavadora logra como resultado una mayor ergonomía.
Un consejo si tu lavadora es de carga frontal y está apoyada sobre el suelo es que cuando la pongas y descargues no dobles la espalda, la mejor postura es flexionar las rodillas. Así terminarás previniendo posibles dolores musculares.
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Eficacia de lavado y aclarado
En el aspecto de qué tipo de lavadora mimará más tu ropa de diferentes tejidos y eliminará mejor las manchas, las ganadoras de la ‘batalla’ son las de carga frontal, que suelen ser más sofisticadas y contar con más programas. Y otro aspecto a tener en cuenta en el análisis es cuál de los dos sistemas hace un mejor aclarado, llevándose bien el jabón de las prendas y, de nuevo, salen perdiendo los modelos de carga superior.
Si te estás preguntando si puedes encontrar lavadoras secadoras para ambas opciones la respuesta es sí, aunque en caso de necesitar secadora en casa y siempre que el espacio lo permita, resulta aconsejable apostar por adquirir este aparato aparte.
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¿Cuáles son más económicas?
Las lavadoras de carga superior ofrecen una buena relación calidad-precio y habitualmente son más baratas. Las de carga frontal, como hemos dicho, son más sofisticadas lo que hace encarecer el precio final.
Por cierto, las lavadoras generan ruido, especialmente en la fase de centrifugado. Si eres sensible a ello adquiere un modelo que no supere los 80 decibelios, aunque resulte más costoso que los modelos menos silenciosos. Por seguridad, también te conviene un modelo que incorpore un sistema de bloqueo automático de la puerta durante el funcionamiento.
Por último, plantéate si te interesa incorporar una lavadora inteligente, capaz de calcular el volumen de ropa introducido, de detectar los tipos de tejidos y de realizar el programa de lavado que más convenga. Se trata de una opción que incrementará el coste del aparato, pero te facilitará la tarea de la colada. La propuesta que vemos es el modelo WWV980 WPS Passion de Miele y te permite manejar el aparato desde tu smartphone.
Consumo de agua y energía
Al tener una mayor capacidad de carga, las lavadoras de carga frontal te harán ahorrar en agua y electricidad, siempre que realices habitualmente los lavados a carga completa.
En cualquier caso, al comprar tu nuevo electrodoméstico ten en cuenta los nuevos etiquetados que marcan su eficiencia energética, desaparecen los aparatos A+++, A++ y A+, desde el 1 de marzo de 2021 los criterios de clasificación han cambiado y la escala va de la A (más eficiente) a la G. Las lavadoras con etiqueta A son muy recomendables a nivel medioambiental y para tu bolsillo, dado que ahorrarás en la factura de la luz y el agua. Y ten en cuenta que en el hogar la lavadora es de los electrodomésticos que más electricidad consumen, solo por detrás del frigorífico y la televisión.
Consejos de uso y mantenimiento
Estas recomendaciones son válidas para todas las lavadoras. Primero de todo, no hay que sobrecargar el electrodoméstico. Las prendas deben poderse mover en el interior del tambor para un lavado más eficiente. Además, recuerda tratar previamente las manchas con un producto específico. Y ten en cuenta que convendrá poner el detergente recomendado por el fabricante, si usas más o menos tu ropa lo notará, en el primer caso porque quizá la ropa no salga tan limpia y en el segundo, por los problemas de aclarado que tratábamos previamente. Si quedan restos de detergente en las prendas los tejidos pueden deteriorarse.
Para evitar que la colada adquiera olor a húmedo, procura sacar la ropa justo al final del lavado. Si no vas a estar unas horas en casa, programa que el ciclo comience más tarde, para que luego puedas tender la ropa inmediatamente. Dejar la puerta de la lavadora entreabierta tras el lavado evitará que la máquina coja malos olores. Además, en ocasiones se produce moho en el cajetín del detergente o las gomas, procura eliminarlo eficazmente.
La cal del agua acorta su vida útil y provoca graves averías, aparte que minimiza el rendimiento de la lavadora, así que si vives en una localidad donde existe bastante cal en el agua, usa productos para combatirla regularmente. Un último consejo si tu lavadora hace bastante ruido y vibra demasiado: verifica que esté nivelada y que todas las bases estén en contacto sólido con el suelo.
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