3. Juega con colores
Tanto del propio armario como de la ropa, logrando un colorido vestidor abierto que aporte un toque decorativo adicional a la habitación. Así, puedes coordinarlo con otros muebles de tu habitación o, por el contrario, optar por un tono distinto para resaltarlo aún más. Mientras que si eliges un modelo neutro, blanco o beis, por ejemplo, la nota cromática la puede dar la ropa. Para ello, organízala por colores con el fin de crear un efecto visual armonioso y resultón. Juega con el efecto degradado de oscuros a claros o monocromático y lucir un solo color en cada zona (arriba, abajo y en el centro), lo que te proporcionará, además de un efecto más ordenado visualmente, un ‘look’ para tu dormitorio más impactante. Recuerda colocar las prendas de diferentes tonos de un mismo color cercanas, para que puedan crear contrastes y, al mismo tiempo, mantener la armonía del conjunto.