Ver el resultado antes y después de la intervención de un interiorista o estudio de decoración de interiores pone de manifiesto las posibilidades de un espacio. En esta caso, la decoradora Nora Zubia de Slow and Chic se encargó de transformar un salón-comedor anticuado en mobiliario y colores en un espacio más natural, amplio, luminoso y de decoración atemporal.
Tonos neutros y luminosos de base
Sin grandes obras pero con los cambios necesarios para que el mismo espacio parezca otro. En este salón se apostó por renovar el suelo, de parqué de tablillas pequeñas a pavimento laminado en tono madera natural. Y también los colores. De los amarillos y tonos de madera en acabado cerezo, con matiz rojizo; a neutros, grises suaves, greige, beige y notas en madera. Solo este cambio crea una base totalmente diferente y perfecta para introducir los muebles de cualquier tendencia.
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