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Te ha costado un poco, pero por fin has conseguido tener en tu jardín la pradera con la que soñabas. El césped está verde, mullido y fresco. ¡Toda una delicia! Hoy te contamos qué debes hacer para lograr que se mantenga así durante todo el verano.

 

Dos tareas que son clave: regar y segar

Ya sabemos que tener una extensión de césped en el jardín que esté en buenas condiciones, que se vea fresco y denso, no es tarea fácil. O, al menos, requiere de ciertas labores de mantenimiento sin las cuales la pradera ofrecerá un aspecto descuidado y poco apetecible.

Por eso, al llegar el verano y el tiempo de disfrutar del jardín, es importante saber qué debes hacer para conseguir un césped perfecto hasta la llegada del otoño.

Ahora no es momento de sembrar, ni de abonar o repoblar. Durante estos meses lo más importante será regar y cortar la hierba.

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Aprende a regarlo

Regar el césped es mucho más que echarle agua una vez al día. Es fundamental saber hacerlo para conseguir que la hierba no se seque, que esté en perfectas condiciones y, además, no despilfarrar el agua.

Para determinar cómo debe ser el riego de una pradera es necesario tener en cuenta la calidad del suelo, el tipo de césped e, incluso, la forma de segarlo. Estos factores también influyen en el gasto de agua que tengamos que hacer, ya que pueden favorecer o frenar la evaporación del líquido elemento.

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Elige especies resistentes a la sequía

Aunque el césped requiera, en general, una cantidad considerable de agua para estar perfecto, existen algunas variedades que son menos sensibles a la falta de riego.

Si vives en una zona muy calurosa, o simplemente prefieres ahorrar en el consumo de agua, puedes optar por ellas. Apuesta, por ejemplo, por Cynodon dactilon, Zoysia, Bermudas híbridas o Festuca arundinacea. Todas ellas toleran bastante bien los riegos escasos.

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Cómo segar el césped en verano

Durante la estación estival la siega del césped se convierte en una de las tareas más importantes del momento, en lo que al cuidado del jardín se refiere.

No solo hay que cortar la hierba para poder disfrutar de esa zona cada día, junto a la piscina o bajo la sombra de los árboles. Además, la forma en que cortes el césped incidirá directamente en su estado de salud y en la cantidad de agua que va a necesitar.

Debes tener en cuenta la altura de corte. Si es muy bajo la superficie foliar disminuye y con ella la capacidad del césped para hacer la fotosíntesis, lo que le perjudica bastante. Además, cortarlo demasiado hace que las raíces sean menos profundas y puedan aparecer problemas como enfermedades o malas hierbas. Como regla general, ten en cuenta que la altura del césped en verano debe estar entre 5 y 7 cm.

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¿Con qué frecuencia lo tengo que cortar?

Dependerá, sobre todo, del crecimiento del césped, de si crece muy rápido o más lento. Cuanto más rápido crezca, más frecuentemente tendrás que segarlo.

En verano es buena idea tomar como referencia la regla de 1/3 (y respetarla siempre). Consiste en no dejar que la altura del césped supere un tercio de la medida que debe tener. En caso de que ocurra, no cortes el exceso de una sola vez. Mejor hazlo en varias sesiones de siega para que la hierba sufra menos.

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Rutinas de siega para un césped perfecto

Además de segar tu pradera cuando sea necesario según la regla de 1/3, también es importante mantener unas rutinas a la hora de llevar a cabo esta tarea:

- No siegues cuando el suelo esté demasiado húmedo ya que podría compactarse demasiado.

- Tampoco cortes la hierba si está muy mojada o, si lo tienes que hacer, procura recoger los restos que queden.

- Pasa la máquina de cortar en todas las direcciones, ya que esto favorece que el césped crezca adecuadamente, en vertical.

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Problemas veraniegos: el suelo se ha compactado

Si notas que el suelo de tu pradera está duro, las raíces del césped están pobres y la hierba poco densa es muy probable que el suelo se haya compactado, un problema bastante frecuente en verano.

Suele ocurrir cuando el espacio de césped se usa mucho y tiene bastante tránsito, por lo que una primera medida a tomar, si es posible, es cambiar las zona de uso. Después conviene airear el suelo con un escarificador manual.

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Mantener los hongos a raya

Afectan al césped en verano de manera frecuente, provocando diferentes consecuencias, en especial manchas o anillos de césped marchito.

Para estar seguro de que son hongos lo que afecta a tu pradera, examina las raíces de la hierba de estas zonas y verás que presentan síntomas de pudrición.

La solución al problema comienza por no excederse con los riegos: un exceso de humedad favorece la aparición de hongos. Además, siégalo cuando no esté húmedo y recoge siempre los restos de hierba cortada.

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Cómo tratar el césped en las zonas de sombra

La mejor ubicación para una zona de césped en el jardín es, sin duda, a pleno sol. La pradera necesita luz directa para desarrollarse en buena forma, ya que en la sombra crece con dificultades.

Sin embargo, cuando es imposible que el césped esté al sol, existen medidas que podemos tomar para tratar de mejorar la situación. Para empezar, es conveniente elegir especies que toleren mejor la sombra, como la Festuca rubra, que aguantará estoicamente la falta de luz.

También es buena idea dejar el césped un poco más largo de lo habitual, con lo que favorecemos el proceso de fotosíntesis y el enraizamiento profundo.

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