Además de poner al paisaje un toque verde y silvestre, la citronela o hierba limón es un magnífico repelente que mantiene lejos a los mosquitos debido a su aroma cítrico que a estos insectos les resulta desagradable. La variedad más habitual es la Cymbopogon nardus, aunque hay otras como Cymbopogin citratus o Cymbopogon winteranius.

La planta antimosquitos

Seguramente lo habrás oído en multitud de ocasiones: la citronela ahuyenta a los mosquitos. Incluso puede que alguna vez hayas encendido una vela elaborada con aceite esencial de esta planta para protegerte de estos molestos insectos.

El aroma cítrico de la citronela que a nosotros nos gusta resulta muy desagradable para los mosquitos lo que les hace alejarse. Tal es su poder repelente que se destilan sus hojas para conseguir el aceite esencial de citronela con el que elaborar, además de velas, otros productos aromatizantes.

La citronela (Cymbopogon nardus) es una planta herbácea perenne que procede de las zonas tropicales de Asia. Crece en forma de arbusto y pertenece a la familia de las gramíneas. Sus hojas son largas y planas, de un color verde intenso.

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Un ambiente cálido

Dado que ese trata de una planta de origen tropical necesita calor y humedad para crecer. Una temperatura de unos 25º C es ideal para la citronela, por lo que debes tener cuidado si vives en una zona de inviernos fríos y duros. Ten cuidado con las heladas y las temperaturas extremas, capaces de hacer peligrar a la citronela.

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El suelo, que sea rico en nutrientes

Puedes cultivar citronela en cualquier terreno, ya que no es demasiado exigente con el sustrato. Solamente debe ser fértil y mantener un buen drenaje.

Para asegurarte de lo primero es aconsejable enriquecer el suelo con materia orgánica antes de plantar la citronela. Añade una buena capa de compost o de humus de lombriz.

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Procura que no pase sed

En este punto, el que determina la pauta de riego, es donde encontramos la mayor exigencia que presenta la citronela, ya que es una planta muy sensible a la sequía.

Como buena especie tropical le gustan los ambientes húmedos y no soporta que le falte el agua, ya que el hecho de que las raíces se sequen puede ser muy perjudicial para ella. Por eso debes procurar regarla lo suficiente, en especial en las épocas más calurosas del año.

Nada más plantar la citronela, riégala a diario durante dos semanas. Establece esa misma pauta de riego cuando el calor apriete, ya que en verano la citronela duplica, e incluso triplica, sus necesidades hídricas. Después, en invierno, deberás reducir la frecuencia de riego.

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¿A pleno sol o mejor en semisombra?

Aunque puede desarrollarse plenamente recibiendo de forma continua los rayos directos del sol, la citronela también crece saludable en semisombra. Le basta con recibir entre 6 y 8 horas de sol al día.

En caso de que la estés cultivando en maceta como planta de interior procura ponerla cerca de una ventana donde la exposición a la luz sea suficiente. Observarla te dará la pista sobre si está recibiendo demasiado sol o muy poco. Si ves que sus hojas muestran síntomas de sequedad, riégala y trasládala a un lugar en sombra.

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Cultívala en maceta

La citronela es una planta adecuada para cultivar en maceta en el interior de casa, siempre que en verano puedas sacarla a un balcón, una terraza o al jardín.

Necesitarás un contenedor lo suficientemente amplio como para que la planta pueda echar raíces. En invierno, cuando las temperaturas caigan, estará muy bien dentro de casa, protegida de las heladas, ya que no las tolera.

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¿Es necesario trasplantar la citronela?

Aunque esto depende del crecimiento de cada planta, llegará un momento en que tu citronela necesitará un contenedor de mayor tamaño. Te darás cuenta porque verás que deja de crecer, o bien porque las raíces comienzan a asomar por los orificios que la maceta tiene en la base (y que sirven para drenar el exceso de agua de riego).

Si esto ocurre es el momento de trasplantarla a una maceta más grande, de forma que puedas darle más espacio y nutrientes, y continuará creciendo con energía. Esta planta puede alcanzar los dos metros de altura.

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Un plus revitalizante

De vez en cuando es conveniente abonar la citronela para aportarle más nutrientes, lo que puede beneficiar su crecimiento y desarrollo.

¿Cómo? Comienza desde el inicio de la primavera y hasta el final del verano, y abona cada 15 días a partir de la primavera añadiendo al suelo material orgánico como compost, humus de lombriz o estiércol.

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Multiplicar la citronela, coser y cantar

Uno de los encantos de esta planta tan especial es que resulta muy fácil de propagar por esquejes. Solo tienes que dividir la planta, incluyendo las raíces, y plantar el esqueje en la tierra.

También se puede multiplicar la citronela mediante los tallos, dejándolos en agua hasta que echen pequeñas raíces, lo que puede tardar aproximadamente cuatro semanas, en función de la temperatura ambiental.

Cuando esto suceda, ya puedes plantar la citronela en una maceta o en el suelo del jardín, teniendo mucho cuidado al hacerlo de no estropear las raíces, ya que en este punto son muy delicadas.

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