Una organización que funcione
Y con eso queremos decir que el interior debe ajustarse a las prendas que tienes y ser realmente práctico. Así, todo lo que te pones a diario tiene que estar más a mano, mientras que la ropa de otra temporada o aquellas prendas que apenas usas queden ‘desterradas’ a la parte alta. Como norma general, las prendas más pesadas van al fondo de los armarios, las más livianas, arriba; lo que se usa con más frecuencia debe ser lo más fácil de coger, mientras que lo que tiene un uso ocasional puede ser menos accesible. En resumen, los zapatos en la parte de abajo, gorros en la de arriba, ropa de temporada al alcance de la mano y trajes de esquí en la de abajo o en lo más alto.
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