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¿Quieres que tus paredes y suelos de azulejos estén perfectos? Entonces tendrás que prestar atención a las juntas entre las baldosas. Por mucho que lo intentemos parece misión imposible que permanezcan blancas, ya que se ensucian con mucha facilidad. Hoy vamos a repasar las mejores tácticas para limpiarlas.

 

Juntas siempre blancas, ¿es posible?

El paso del tiempo, el uso cotidiano, las pisadas, la acción de la fregona… Son muchos los factores que van dejando huella en las juntas de los azulejos. Así, un día tras otro, van perdiendo su blancura hasta mostrar un aspecto feo y descuidado que causa muy mala impresión.

No importa lo decorativos y especiales que sean los revestimientos cerámicos de tus paredes y suelos. Si las juntas están negras, el resultado desmerece considerablemente.

Por eso, limpiar y blanquear las juntas ha de ser un trabajo más a tener en cuenta en el repertorio de tareas domésticas a realizar. Aprende a hacerlo de la mejor manera posible.

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Repásalas con frecuencia

Limpiar las juntas una vez al año no te servirá de mucho. La suciedad se va acumulando poco a poco y, cuando llegue el momento, te costará más tiempo y esfuerzo dejarlas aceptablemente limpias.

¿Qué puedes hacer para evitarlo? Repasarlas cada poco tiempo para evitar que se ensucien demasiado.

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3/10 © Vora Arquitectura

Utiliza productos específicos

Si quieres que las juntas queden realmente blancas, lo mejor es emplear un producto blanqueador específico. Los encuentras en cualquier supermercado y la mayoría resultan muy eficaces. Solo tienes que aplicarlos con un pincel o una esponja y rellenar todas las juntas de la pared o el suelo. Algunos blanqueadores incorporan en el envase un aplicador de esponja, lo que facilita la tarea.

Una vez aplicado el producto, deja que actúe el tiempo recomendado por el fabricante y después retira el exceso, aclarando con abundante agua las veces que sea necesario.

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Un tratamiento más ecológico

Si prefieres utilizar otro tipo de ingredientes menos comerciales, puedes limpiar las juntas de los azulejos con limpiadores naturales e ingredientes que tengas en casa.

Hay varios trucos que funcionan. Vinagre blanco, bicarbonato de sodio, agua oxigenada, zumo de limón, etc. También hay otros productos que, si bien no dejan de ser químicos, son de uso habitual en casa como el amoniaco o la lejía.

Recuerda que nunca debes mezclar estos dos componentes, si no quieres sufrir una intoxicación muy peligrosa. La mezcla de lejía y amoniaco produce vapores tóxicos extremadamente perjudiciales para la salud.

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El poder del bicarbonato

Ya conoces su gran capacidad de limpieza y muchas de las aplicaciones que tiene en las tareas domésticas. Entre ellas destaca la de ser un gran aliado a la hora de acabar con la suciedad de las juntas de los azulejos, y también elimina las bacterias y gérmenes que puedan proliferar en ellas.

Prepara una mezcla de bicarbonato y agua hasta conseguir una pasta homogénea y aplícala en las juntas sucias frotando con un cepillo de dientes. Deja actuar unos 30 minutos y retira con una bayeta.

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Amoniaco, para una limpieza total

Una de los procedimientos de limpieza que van a ayudarte a tener las juntas de los azulejos siempre blancas es el amoniaco, un limpiador de siempre con el que conseguiremos resultados inmejorables.

Es importante tomar precauciones a la hora de utilizar el amoniaco ya que puede resultar bastante irritante. Procura ventilar el espacio y utiliza guantes. Mezcla a partes iguales agua y amoniaco, aplícalo sobre las juntas con un cepillo, aclarando después.

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Apuesta por el vinagre blanco

El ácido acético que contiene el vinagre es una sustancia potente, que nos ofrece grandes posibilidades a la hora de limpiar la casa. Es capaz de eliminar las manchas de las juntas de los azulejos, y también tiene propiedades desinfectantes.

Para utilizarlo no tienes más que añadir a un vaso de vinagre blanco un chorro de jabón lavavajillas y frotar las juntas con esta mezcla. Deja actuar unos 10 o 15 minutos y aclara con agua.

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Actúa contra las manchas

Restos de alimentos, aceite, líquidos, etc. Son muchas las sustancias que pueden ir a parar al suelo en espacios “difíciles” como la cocina. Y el resultado son manchas que, si bien se retiran sin demasiados problemas de las baldosas de cerámica, pueden ensuciar más profundamente la lechada de las juntas.

Además de actuar rápido (lo antes posible) es importante conocer la mejor forma de limpiar estas manchas, según el tipo de sustancia que la haya provocado.

- Las grasas y aceites, por ejemplo, se limpian con amoniaco diluido en agua, con jabón o con bicarbonato.

- Los restos de óxido desaparecen con zumo de limón y sal.

- El vino, el chocolate y otros restos de alimentos se limpian muy bien con vinagre blanco.

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Cómo acabar con los restos de moho

Las manchas negras de moho pueden arruinar las juntas, especialmente en espacios húmedos como la zona de la ducha en el cuarto de baño. Son restos difíciles de eliminar, para los que se necesitan soluciones especiales.

Puedes utilizar productos antimoho, que resultan efectivos contra este tipo de suciedad. Se aplican pulverizando sobre las juntas, siguiendo las instrucciones del fabricante.

El vinagre blanco y el agua oxigenada también funcionan para eliminar las manchas de moho.

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Una lechada nueva

Con el paso del tiempo y las limpiezas profundas la lechada de las juntas se va deteriorando y termina por caerse. Cuando esto ocurre es el momento de renovarla.

Prepara una pasta homogénea con cemento o resina epoxy y agua y aplícala sobre la pared o el suelo de azulejos con una llana de albañil, extendiéndola en sentido diagonal a las juntas.

Cuando hayas aplicado la pasta en toda la superficie alicatada debes esperar un tiempo y después aclarar para retirar el exceso con una esponja húmeda.

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