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Si te apasiona el bricolaje y las palabras “Hazlo tú mismo” adquieren para ti un sinfín de posibilidades, hoy vamos a darte la oportunidad de que explores el universo DIY con algunas ideas para construir (o remodelar) una mesilla de noche.

Se trata de un mueble auxiliar que, aunque no parece tener demasiada relevancia en la decoración de la casa, nos resulta casi imprescindible. De no contar con la mesilla junto a nuestra cama, ¿dónde colocaríamos el despertador, el vaso de agua o el libro que estamos leyendo? Aquí tienes algunas ideas para inspirarte.

 

1. Una nueva dimensión… con pintura

¿Tu mesilla de noche no tiene nada que la haga especial? Ha llegado el momento de cambiar las cosas de la forma más fácil: con pintura.

Tanto si es de madera natural como si está lacada en algún color anodino, puedes convertirla en algo totalmente diferente solo con un poco de pintura en el tono adecuado.

La mesilla de la imagen, de Ikea, era de color madera y tenía poco que decir. Para remodelar su apariencia se ha pintado en un bonito color teja (el mismo del cabecero y la pared) y se ha cambiado el tirador por una tira de fieltro sujeta con dos tornillos. El cambio es total.

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2. Recuperar la esencia

A veces, más que construir un mueble, el secreto está en reutilizar aquellas piezas que parecen en desuso y darles otra oportunidad empleándolas para otros fines. Como esta mesita-taburete de madera rústica que se ha reconvertido (con mucho éxito) en una mesilla de noche.

Previamente se han decapado las patas de madera y el cajón para eliminar restos de pintura y barniz antiguo. Para darle otro aire y restaurar la parte superior puedes pintarla, recubrirla con una plancha de estaño o con otros materiales como, por ejemplo, un vinilo que imite el mármol. Hay miles de posibilidades.

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3. Suspendida con cuerdas

Esta mesilla, además de original, no puede ser más sencilla de realizar. El secreto de su éxito, y su originalidad, está en que no tiene patas sino que se instala suspendida de una barra en la pared por unas cuerdas resistentes.

Para construirla no necesitas más que una tabla de las medidas adecuada (puedes emplear una tabla de cocina, por ejemplo) y una cuerda del color que te guste.

El proceso es muy sencillo: haz con el taladro unos agujeros del tamaño del grosor de la cuerda y pásala por ellos antes de anudarla.

Fija una barra de cortina a la pared sobre el cabecero y cuelga de ella las cuerdas de tu mesilla. ¡Listo!

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4. Con luz incorporada

Si la falta de espacio es un problema en el dormitorio y no puedes colocar una mesilla de noche muy grande, esta idea te encantará: fijar una balda de madera a la pared y decorarla con un marco negro.

La nota original la pone la lámpara: una bombilla decorativa de estilo industrial.

El marco se construye con listones ensamblados y pintados de negro. Acóplalo a la balda de madera natural y después fija el conjunto a la pared a la altura deseada.

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5. Una caja de almacenaje

Puede parecer una solución temporal, pero en realidad es una idea muy original y sencilla para hacerte con tu propia mesilla de noche.

Busca una caja de madera de las de almacenaje y recíclala. Puede ser una vieja caja de futa o de las de guardar botellas de vino.

Aunque lo ideal es reutilizar una antigua, si no la encuentras puedes comprar una nueva y envejecerla. Aplícale un tinte para madera para oscurecerla ligeramente y coloca dentro una caja para guardar las cosas más pequeñas.

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6. Con una escalera

Recicla la vieja escalera de dos peldaños que tienes para llegar a los armarios más altos de la cocina y conviértela en una mesilla de noche de lo más original. Te proporcionará la superficie que necesitas junto a la cama para colocar tus cosas, desde tu libro de lectura hasta el móvil.

En la imagen ves un modelo al natural, pero tú puedes personalizar la tuya a tu gusto: con pintura, con la técnica del estarcido, con decoupage, etc.

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7. Una composición al cubo

Para crear esta mesilla de noche tan especial no necesitarás más que unos cuantos cubos de colores para instalar en la pared, ya sean con puerta o sin puerta (o mejor, combinados).

Además de dotar al espacio de una superficie de apoyo muy práctica, te servirá también como espacio de almacenaje.

Elige los colores que vas a combinar y dibuja en un papel la composición que más te gusta. Ahora solo tienes que fijar cada módulo con tacos y tornillos.

Los cubos de la foto son de Ikea, pero puedes encontrar este tipo de elementos en diversas tiendas especializadas.

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8. Rústica e industrial

Una rodaja de madera que parece proceder del tronco de un árbol y unas patas de hierro negro con forma de horquilla. Eso será todo lo que necesites para construir tu propia mesilla de noche.

Con un aire que oscila entre lo rústico y lo industrial, este diseño de mueble auxiliar se adapta a cualquier estilo decorativo y puede quedar genial junto a tu cama.

Tanto la rodaja de madera como las patas de horquilla se encuentran fácilmente en un centro de bricolaje. Si prefieres hacer tú misma las patas tan solo tienes que dar forma a unas tuberías de cobre del grosor adecuado (son fáciles de moldear) y pintarlas de negro.

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9. Si no hay espacio

¿Tu dormitorio es muy pequeño y no tienes espacio para poner una mesilla de noche? En ese caso tendrás que buscar una solución práctica y viable, como la que te ofrecemos ahora: acoplar un soporte para cuadros en la pared que haga las veces de mesilla.

El procedimiento es muy fácil: córtalo a la medida adecuada y fíjalo con tacos y tornillos. Como es lo suficientemente estrecho puedes colocarlo sin problemas sobre la cama.

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