Con las pautas adecuadas un dormitorio de matrimonio de seis o siete metros puede ‘crecer’ visualmente y pasar de ser pequeño a casi una ‘suite’. Para lograrlo, es preciso combinar funcionalidad y confort, sin dejar de lado el estilo. La elección de los muebles correctos, una idónea gama cromática, una distribución, a menudo, poco convencional, y ciertas dosis de sentido común, que adecúen tus necesidades a la realidad de tu habitación, te ayudarán a conseguirlo.
1. Todo en orden
Si ‘La magia del orden’ existe, o eso proclama Marie Kondo, un dormitorio de pocos metros es el escenario perfecto para comprobarlo. Procura mantener todo en su sitio, no dejar ropa sobre la cama, no hacer tetris a la hora de colocar las cosas en la mesita de noche (vaso, libro, lámpara de sobremesa, gafas…), evitar convertir un rincón en zapatero…
Relacionado: Ideas para decorar dormitorios pequeños