Las más eficientes
En el siglo XXI las luces que triunfan son las de tecnología LED. Son las auténticas protagonistas de la iluminación sostenible, debido a su bajísimo consumo y a otras prestaciones más que interesantes.
Para empezar, aunque son más caras que el resto, su escaso gasto hace que se amortice la compra en poco tiempo. Además, su vida útil es larga, de 20.000 horas aproximadamente.
Por otra parte, no se calientan, por lo que son mucho más seguras. Así pueden integrarse en cualquier espacio: muebles, paredes y superficies, armarios, etc.
Por si todo esto fuera poco, las luces LED muestran una gran versatilidad desde un punto de vista lumínico: las encuentras disponibles en un amplio abanico de potencias y temperaturas de color.