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La iluminación es uno de los capítulos más importantes a la hora de decorar nuestra casa. Para hacerlo bien hemos de dar a cada espacio la luz que requiere, ni excesiva ni deficiente.

Y, además, controlar el consumo eléctrico para que el resultado sea sostenible para el planeta y para nuestro bolsillo. Aquí tienes unas claves que te ayudarán a conseguir tu objetivo: una iluminación eficiente en toda la casa.

 

Reducir el consumo

Este es uno de los objetivos a perseguir a la hora de diseñar la mejor luz para nuestra casa. La clave está en conseguir espacios bien iluminados sin derrochar energía eléctrica. Para ello, más que eliminar puntos de luz, podemos optar por sistemas que nos permitan ahorrar y ganar en sostenibilidad, como la tecnología LED, por ejemplo.

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Claves para elegir las bombillas

Aunque cada día que pasa la tecnología LED va ganando terreno al resto, existen diversos tipos de bombillas que surgieron en su momento para sustituir a las incandescentes de toda la vida, que ahora ya son cosa del pasado.

Son las bombillas de bajo consumo y las halógenas, además de las luces LED. Las primeras destacaron sobre todo por suponer un ahorro del 70 % con respecto a las tradicionales. Tenían una vida útil de alrededor de 10.000 horas de luz, por lo que se ganaba considerablemente en rentabilidad.

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La intensidad de las halógenas

Aunque no son tan eficientes como las de bajo consumo (el ahorro que suponen frente a las incandescentes es solo de un 30 %) proporcionan una luz muy intensa que las convierte en una opción interesante.

Los focos halógenos se utilizan para integrar en falsos techos, así como para apliques de pared en el baño, por ejemplo.

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Las más eficientes

En el siglo XXI las luces que triunfan son las de tecnología LED. Son las auténticas protagonistas de la iluminación sostenible, debido a su bajísimo consumo y a otras prestaciones más que interesantes.

Para empezar, aunque son más caras que el resto, su escaso gasto hace que se amortice la compra en poco tiempo. Además, su vida útil es larga, de 20.000 horas aproximadamente.

Por otra parte, no se calientan, por lo que son mucho más seguras. Así pueden integrarse en cualquier espacio: muebles, paredes y superficies, armarios, etc.

Por si todo esto fuera poco, las luces LED muestran una gran versatilidad desde un punto de vista lumínico: las encuentras disponibles en un amplio abanico de potencias y temperaturas de color.

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Iluminar con seguridad

Un estudio publicado por el Comité Español de Iluminación (CEI) en 2018 analizaba los principales riesgos que puede tener el uso de luces LED para la salud del planeta y la nuestra.

Por un lado, se trata del aumento de los niveles luminosos que lleva a un mayor resplandor y a una contaminación lumínica importante.

Y por otro, un mal uso de la tecnología LED tiene, además, riesgos para nuestra salud. Es fundamental respetar las horas de oscuridad, manteniendo el contraste entre día y noche, para que nuestro sistema circadiano funcione adecuadamente.

También hemos de regular la intensidad de la luz iluminando en la medida justa.

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Luces que decoran

La iluminación es un recurso que puede ser muy decorativo. Y no solamente porque elijamos lámparas bellas y especiales, sino también por la gran variedad de soluciones lumínicas que existen.

La tecnología LED, además, ofrece grandes posibilidades: tubos de luz que se adaptan a cualquier forma, tiras para acoplar a muebles y otras superficies, mil y un modelo de bombillas vintage, lámparas con forma de letra, luces led de colores, etc. Como la letra A, una lámpara muy original de Delightfull para Circu con luz de neón.

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Con batería recargable

Hoy la iluminación se pone al servicio del diseño y la decoración y nos ofrece la oportunidad de desarrollar casi cualquier idea. Las lámparas con batería recargable son un buen ejemplo: puedes ponerlas donde más te guste, cambiarlas fácilmente de ubicación en tu casa porque no están ancladas a un enchufe.

Además, como están equipadas con bombillas LED, son seguras, consumen poco y duran mucho tiempo.

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Mecanismos que te ayudan

Si quieres reducir el consumo eléctrico y lograr una iluminación sostenible para tu casa puedes emplear algunos mecanismos muy útiles:

- Reguladores de intensidad. Gracias a ellos puedes reducir (o aumentar) la intensidad de la luz de un espacio, porque no siempre vas a necesitar la misma iluminación. Al reducirla en determinadas ocasiones disminuyes también el consumo. Estos aparatos se colocan en la pared, aunque también los hay que funcionan con mando a distancia.

- Detectores de presencia. Son muy útiles para zonas de paso: un pasillo, el recibidor o un cuarto de baño. Se coloca un sensor y la luz se enciende en cuanto detecta movimiento. Asín se automatiza el encendido y apagado de ciertas lámparas.

- Detectores con función solar/crepuscular. Muy prácticas en las zonas de exterior, ya que detectan cuándo es de noche y se encienden de manera automática.

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Aprovechar la energía del sol

Para el jardín, la terraza y otros espacios de exterior la iluminación solar es la mejor alternativa. Este tipo de lámparas se recargan durante el día gracias a su acumulador de energía (esta procede de los rayos del sol), y emiten su luminosidad por las noches.

Se trata de un sistema muy eficiente de energía limpia y renovable que, además, no necesita instalación. Las lámparas solares actuales pueden emitir hasta 8 horas de luz.

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