Cambiar los textiles de la casa, ya se trate de la tapicería, de las cortinas y estores o de la ropa de cama, es una fantástica manera para actualizar la decoración de un espacio interior que se haya quedado anticuado.
Sin embargo, la tarea tiene cierta complejidad, puesto que es importante saber cuál es la mejor tela para cada uso y en cada estancia. Estos son los criterios que debes tener en cuenta.
Apuesta por la calidad
Si estás pensando en elegir nuevos textiles para tu casa (ya sea también para tapizar el sofá, una silla o cualquier otro mueble, por ejemplo) lo primero que debes saber es lo mucho que te conviene optar por telas de calidad, aunque la inversión a realizar sea algo superior. No dudes que merecerá la pena: por su apariencia, por el tacto, por la durabilidad y la forma de envejecer, decídete siempre por buenas telas, ya sean naturales o sintéticas.
Los tejidos naturales, en especial el lino y el algodón (con sus muchos derivados como las lonetas, las cretonas, el piqué, etc.), son auténticas estrellas en el hogar. Son duraderas y aislantes y presentan un buen mantenimiento. La lana y la seda también son tejidos naturales a tener en cuenta.
Por otro lado, los tejidos sintéticos, como el poliéster o el nailon, son muy prácticos ya que se limpian fácilmente, soportan bien los rayos solares y no se deforman.