1/12 © Gtresonline

Kate Winslet es la última celebrity que ha decidido cambiar de casa. Al igual que Winona Ryder, la actriz británica acaba de sorprendernos poniendo a la venta el que ha sido su hogar durante 16 años. Un elegante dúplex situado en uno de los barrios más exclusivos de Manhattan (Nueva York), Chelsea, que compró en 2004 junto a su exmarido Sam Mendes, director de cine.

La intérprete pide por la vivienda más de 4 millones de euros (casi 6 millones de dólares), y cuenta con cuatro habitaciones y tres baños, además de una terraza desde la que se divisan los edificios de la ciudad. 

 

2/12 © StreetEasy

Sencillez y minimalismo

El recibidor que da la bienvenida al apartamento anticipa el estilo elegante, pero, sobre todo, sencillo, que domina en todo su interior.

A un lado, ha situado una refinada consola, de madera, con unas espigas, y un espejo circular, en el que se refleja un perchero de puntos rojos.

A partir de este punto, se abre un amplio espacio, en el que encontramos una combinación infalible: la del blanco de las paredes (que aporta luminosidad) que se funde con la calidez de la madera (que cubre el suelo).

Lee también: Claves para aprovechar al máximo las zonas de paso

 

3/12 © StreetEasy

Un salón de revista

Para ganar metros (y luz), el salón se abre directamente a otras estancias de la casa, situándose en el centro del piso inferior. 

Tal y como se observa en la imagen, está muy bien delimitado, de la mano de dos sofás de diseño idéntico, pero diferentes colores (uno en gris y otro en crema), dos elegantes sillas negras y dos taburetes burdeos. En el interior de este rincón, encontramos, también, una mesa de cristal, con forma desigual, situada sobre una alfombra con dibujos geométricos.

Justo delante, una pequeña chimenea, acompañada de una planta y de un peculiar espejo.

Y, sobre todo ello, planea una sofisticada lámpara de techo, dorada, con bolas blancas, que también cobra protagonismo.

 

4/12 © StreetEasy

En plena conexión

En efecto, si por algo se caracteriza el apartamento de la intérprete es porque no 'existen' puertas. Todas las estancias conectan con la siguiente, sin ningún tipo de barrera. Así, justo al lado del salón, descubrimos un nuevo rincón de descanso. En esta ocasión, Kate Winslet se decantó por un sofá gris, en forma de 'L', con una alfombra a juego, de terciopelo, y una mesa auxiliar con forma ovalada.

Pero lo que de verdad llama la atención son las interminables estanterías (que casi llegan hasta el techo) y que se abren detrás, todas ellas en blanco, con una iluminación propia.

Lee también: 10 pasos para ordenar las estanterías de tu casa de arriba abajo

 

5/12 © StreetEasy

Una cocina práctica y moderna

En esta ocasión, la madera, además de estar en el suelo, pasa a cubrir la mayoría de los muebles de la cocina. A excepción de varios electrodomésticos, como la nevera o los fogones, donde se ha optado por dejar intacto su color metalizado. 

Una amplia isla central, también en madera, cuenta con su lavabo con grifería de plata, y tres sillas, del mismo material.

Dado que la estancia no dispone de muchos cajones de almacenaje, en una de sus paredes, se han instalado varias baldas, ampliando, así, los lugares donde guardar los utensilios de la cocina. 

Lee también: Cocinas de madera, un clásico renovado

 

6/12 © StreetEasy

El comedor, a sólo un paso

En lugar de adaptar otra estancia para convertirla en comedor, la actriz aprovechó cada metro, instalando, dentro de este área, el comedor, compuesto principalmente por una mesa alargada de madera, con sillas a juego, que acompañan el estilo casual, pero moderno, de la cocina. 

Del techo, una vez más, destaca una gran lámpara, de nuevo, con líneas doradas, pero cuyas bombillas están protegidas, en esta ocasión, por una pantalla en negro.

Otra de las principales características de la casa es su luminosidad, que aquí entra gracias a los grandes ventanales.

Por último, como elementos decorativos, ha colocado una mesa auxiliar, negra, con una planta, y un cuadro con colores azules.

 

7/12 © StreetEasy

El sillón Acapulco, una pieza estrella

Se ha convertido en una pieza icónica que no puede faltar en la decoración exterior, pero Kate Winslet demuestra que ya no existen límites entre interior y exterior, y por ello ha incorporado un sillón Acapulco en una habitación infantil. Además, se trata de un mueble que llama la atención gracias a su color rojo, y aporta un poco de color a esta habitación de colores suaves.

Hay dos camas individuales e idénticas, de madera, que están separadas por una alfombra gris y una divertida cebra que se encuentra en la pared, y 'unidas' por una guirnalda de bolas de colores.

Delante, una pequeña balda sirve de estanería, mientras que un cesto alberga parte de los juguetes de los niños.

Lee también: Ideas para que el dormitorio de tu hijo sea de revista

 

8/12 © StreetEasy

Un baño con alma vintage

Entre los tres cuartos de baño de los que dispone la vivienda, nos topamos con éste, que nos recuerda a un baño antiguo, sin perder ni un ápice de elegancia. Muestra de ello da la honda bañera con grifería dorada, y el lavabo, situado justo al lado, con dos espejos cuadrados, anexos, sin ningún tipo de marco. La lámpara, que cae en cascada, potencia este ambiente, al igual que las tablas de madera del suelo, más anchas y claras que las del resto de la vivienda.

Al fondo, sin puerta, se ha instalado un inodoro, y al lado, protegido por una puerta acristalada, una ducha. 

Lee también: Ideas para darle un toque vintage a tu baño

 

9/12 © StreetEasy

Influencia nórdica

En cada rincón de la vivienda, se nota una influencia del estilo nórdico: la elección de colores claros, los materiales naturales como la madera... Y aquí vuelven a unirse todos estos elementos.

La vida del cuarrto gira en torno a esta cama, de madera, que cuenta con un cabecero de líneas de maderaDe hecho, en el interior de esta estructura, se ha colgado un cuadro a modo decorativo. A los dos lados, se han instalado dos discretas lámparas de pared, y se ha dejado, también, un taburete con cojín negro y base de madera.

Más allá, hay una butaca gris, con reposabrazos de madera, material que también se encuentra en el perchero que se sitúa a la derecha de la imagen.

Y, cubriendo el suelo de madera, se han dispuesto nada menos que dos alfombras, una de piel y otra gris.

 

10/12 © StreetEasy

Habitaciones luminosas

Como bien se pudo apreciar también en la cocina, la vivienda de la actriz es, además de espaciosa, luminosa, y se confirma una vez más, en su habitación principal. Un cuarto que mezcla diferentes estilos, ya que, por un lado, encontramos elementos con alma rústica (como, por ejemplo, la escalera blanca sobre la que cuelga una manta), y otros como una alfombra de estilo bereber.

Lo que no vuelve a faltar es la madera y el color blanco. La primera presente en el mueble, la lámpara de mesa y la cama (vestida con ropa de color amarillo y 'presidida' por un espejo circular). El segundo inunda toda la estancia, hasta la propia lámpara, similar a la del baño.

Lee también: Cómo usar las alfombras para decorar tu dormitorio

 

11/12 © StreetEasy

En colores neutros

A tan sólo un paso de la terraza, se abre esta sala que, más bien, parece una zona de recreación y estudio. Y es que, frente a la pared, se ha colocado una mesa de escritorio, de madera, con una silla negra, una lámpara de pie y un reloj.

El centro del espacio está conformado por un sofá alargado, de color gris, así como una butaca de la misma tonalidad. Como nexo de unión, hay dos mesas auxiliares, con encimera negra, y dos alfombras: una de fibra naturaly otra de un gris más oscuro que los sofás.

En lugar de utilizar un mueble específico para ello, Kate Winslet ha establecido sus propias normas dejando la televisión sobre un banco de madera. Y, al lado, una planta que se presenta en un cesto también de fibra natural.

 

12/12 © StreetEasy

Una espectacular terraza con vistas

Desde la terraza, se pueden contemplar otros edificios de este exclusivo barrio, pero también disfrutar del sol neoyorquino. Por ello, la actriz ha delimitado varias áreas: una para los almuerzos y otra para el descanso.

Al fondo, se divisa la primera, de la mano de una mesa con encimera de madera y base blanca, acompañada de varias sillas oscuras. Y, un poco más separadas, dos hamacas para tomar el sol.

La segunda, un poco más alejada, ha sido decorada con un banco de madera, con cojines blancos, dos sillas a juego y una pequeña mesa auxiliar. Además, para separar bien esta zona, ha colocado una alfombra de color rosa. 

Una terraza urbanita protegida, además, por unas elegantes vallas blancas.

Lee también: Lo que no se te puede pasar a la hora de montar tu terraza

 

Más sobre: