Las baldosas hidráulicas no son un pavimento nuevo, pero están viviendo ahora su particular resurgir. Son decorativas, resistentes y apenas necesitan mantenimiento.
A pesar de todo, conviene saber cómo limpiarlas y darles los cuidados que necesitan para no dañarlas y conseguir que estén siempre perfectas.
El resurgir de los hidráulicos
Aunque sus orígenes se remontan a tiempos remotos, hoy vuelven a ser tendencia. Los suelos hidráulicos fueron muy habituales en las casas y palacetes modernistas de principios del siglo XX y también vivieron una época de esplendor en los años 60. Hoy vuelven con fuerza, fabricadas con las mismas técnicas artesanales de antaño.
La buena acogida que experimentan este tipo de baldosas ha hecho que proliferen los revestimientos cerámicos de azulejo y gres con aspecto de piezas hidráulicas, una opción que, aunque diferente, merece la pena tener en cuenta.