1/12 © Nuovvo

Las griferías no son un complemento más sino esa pieza que personaliza e infunde estilo y carácter a la decoración del baño. Y en ese objetivo los diseños de pie y murales son tremendamente efectivos. Grifos que se convierten en protagonistas indiscutibles, marcando estilo y realzando las líneas de la zona de la bañera y del lavabo, donde se instalan. Líneas actuales, ligeras y elegantes que ayudan a crear un espacio íntimo y con identidad propia.

 

Junto a la bañera

Sin duda, una bañera exenta bien se merece una grifería a la altura, bien mural, bien -como en este caso- de pie. Las griferías murales se instalan directamente en la pared, salen de ella y "caen" sobre la bañera. Para ello la bañera puede ser encastrada o exenta pero debe quedar adosada a la pared. Generalmente, cuando las dimensiones del cuarto de baño lo permiten y la bañera se ubica en un lugar protagonista, alejado -aunque sea ligeramente- de las paredes, la grifería  que acompaña es de pie. Una pieza estilizada, alta, que  incorpora ducha o no.

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2/12 © R de Room e Hisbalit

Grifería mural en la zona del lavabo

Son grifos que se instalan en la pared. Su caño sobresale para dejar que el agua caiga sobre el lavabo a una distancia que evite salpicaduras y haga su uso confortable. Además de resultar estéticos, las griferías murales en el lavabo conceden centímetros. Son perfectas en muebles de baño estrechos ya que despejan la encimera y permiten por un lado ganar espacio en ella y, por otro, aligerar la composición visualmente. Así ocurre en este proyecto de R de Room con revestimientos de Hisbalit.

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3/12 © Ramon Soler

La instalación de una grifería de pie en el baño

Es necesario planificar la reforma del baño cuidadosamente y, tener en cuenta el tipo de grifería a instalar para llevar las tomas correspondientes. En el caso de la instalación de una bañera exenta con grifería de pie hay que diseñar la ubicación del desagüe conforme al modelo de bañera y llevar la toma de agua en el punto del suelo exacto donde se va a colocar la grifería de pie. Conocer el modelo exacto tanto de grifería como de bañera resulta primordial para asegurar la comodidad en el uso ya que el agua ha de caer dentro de la bañera.

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4/12 © Nofer

En el caso de una grifería mural…

En cuanto a al instalación de una grifería mural para la zona del lavabo en el baño al altura a la que se ubica la toma de agua fría y caliente en el pared la marcan los estádares para la colocación del mueble del lavabo (85-90 cm desde el suelo). Generalmente, la grifería mural o empotrada queda a 5-10 cm -según modelos- del borde del lavabo. La instalación de una grifería mural de lavabo no es complicada, simplemente la tubería va en la pared a la altura requirida y es ahí donde se conecta el grifo.

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5/12 © El Corte Inglés

Líneas que se actualizan

En esta propuesta de baño decorado por El Corte Inglés, la grifería mural "reinventa" un diseño clásico con líneas más depuradas. Se mantiene el acabado tradional inox con dos mandos en aspa en un ambiente muy neutro en el que el blanco redomina en sanitarios, lavabos, complementos, mobiliario y revestimientos. Una encimera de mármol rompe esa unidad con acierto.

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6/12 © Zooco Estudio e Hisbalit

Grifería mural: no salpica más

Quizá este sea uno de esos falsos mitos relacionados con las griferías de tipo mural o encastradas. Es frecuente escuchar que salpican más que las de instalación convencional. Pero esto no es así. Salpican lo mismo que cualquier otro grifo ya que en sí el hecho de salpicar no depende tanto del modelo o instalación del grifo como de la altura del caño o la dirección o salida del chorro de agua. La caída del agua debe quedar en el lugar apropiado del lavabo y nunca estar el grifo demasiado alejado del lavabo.

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7/12 © Nuovvo

Grifería de pie también junto al lavabo

Pero la grifería de pie no está reservada solo para la bañere exenta. Hay diseños de lavabo que también se pueden acompañar de grifos de este tipo, lo que potencia la esculturalidad de la composición así como su verticalidad, como sucede en este proyecto de Nuovvo. Las griferías de pie -tanto en lavabos como en bañeras- se pueden colocar centradas o ladeadas.

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8/12 © Forma Fatal e Hisbalit

Grifería mural en la bañera

Si no quieres recurrir a un grifo de pie que ocupa un espacio en el suelo, prefieres una bañera encastrada y evitar las griferías sobre la propia bañera, una opción es intalar la grifería en la pared con un diseño mural. Tendrás que llevar las tomas de agua fría y caliente a la pared. En función del grifo puedes necesitar la salida de agua para cada mando (en el caso de griferías bimando) más la del propio caño. en griferías monomando las salidas quedan integradas en el  cuerpo del grifo. Puedes optar en este caso por grifos termostáticos. Las griferías murales en la bañera se instalan centradas, en los lados de la pared más larga o en los extremos de la bañera.

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9/12 © Ideal Standard

Con ducha incorporada

Aunque la grifería junto a la bañera sea de pie, es cómodo incorporar una ducha para ayudar a aclararte y a limpiar los restos de jabón que queden en la bañera. El acabado de este tipo de grifos será el más adecuado según el estilo que elijas para decorar el cuarto de baño. No solo las tienes  en acero inoxidable sino en dorado, negro, blanco… y de diseño minimalista o líneas retro, siempre con la mejor tecnología para garantizar la durabilidad y confort del grifo (ahorro de agua, ajuste de temperatura y caudal, etc.). 

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10/12 © Genebre

Tipos de griferías murales

También las griferías murales en la zona del lavabo pueden ser bimando o monomando. Puede de tratarse de un diseño de placa que incorpore el caño y los mandos o de piezas sueltas e independientes que se instalan en el pared separadas. Además de los caños tradicionales, tanto para la zona del lavabo como en el caso de una bañera, los caños en cascada ofrecen una salida del agua espectacular que se  inspiran en las fuentes naturales. Este tipo de grifo de baño no gasta más agua puesto que también disponen de difusores de aire para ahorrar agua sin perder caudal. La instalación de una grifería mural en el lavabo es siempre centrada respecto al lavamanos en sí.

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11/12 © Ideal Standard

Más precisión con un grifo monomando

Si dudas entre elegir un grifo empotrado en la zona del lavabo monomando o bimando debes saber que el primero ofrece más precisión a la hora de ajustar rápidamente el caudal y la temperatura. Se maneja con una sola mano (el bimando precisa de ambas manos para abrir, cerrar y ajustar), dejando la otra libre. Incluso, en un momento determinado se puede cerrar con el antebrazo. Hay modelos que cuentan con una posición que asegura que siempre se abre el grifo en agua fría sin que se active la caliente, lo que ahorra en el consumo de energía.

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12/12 © El Corte Inglés

Y si no quieres una grifería mural en el lavabo…

Siempre puedes optar por los grifos sobreencimera (que se instalan sobre la encimera como su nombre indica o sobre el propio lavabo); pero en acabados más atrevidos como el dorado, cobre, blanco o negro. No olvides que las griferías en acabados diferentes al inox son tendencia. Así que, renueva la grifería y notarás cómo se actualiza el baño. ¿Qué te parece un acabado en oro mate? El Corte Inglés propone un mix cálido y de moda con revestimientos en azul, madera natural y oro.

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