1/9 © Quick Step

El suelo de vinilo es una alternativa perfecta para renovar el pavimento de tu casa si está muy deteriorado y necesita un cambio total. Es un material con un largo repertorio de cualidades pero, además, tiene la particularidad de que puedes instalarlo tú misma sin tener que ser una experta en bricolaje. Descubre cómo hacerlo paso a paso y conseguir resultados profesionales.

 

Virtudes que son un tesoro

Son muchas las razones que existen para elegir un suelo vinílico para tu casa: no solo es duradero y resistente, capaz de aguantar sin problemas el uso continuo, las rayaduras, las manchas, etc.

Además es decorativo e imita con gran exactitud la apariencia de otros materiales como la madera, las baldosas o el cemento pulido.

Por último, es un material fácil de instalar, gracias a su sistema de unión en clic que resulta rápido y limpio.

2/9 © Quick Step

La limpieza más sencilla

El suelo vinílico, ya se trate de lamas o de losetas, está fabricado con PVC o policloruro de vinilo, un material flexible con múltiples usos.

En lo que a los pavimentos se refiere una de sus mayores ventajas es la sencillez de su limpieza y mantenimiento. Para dejarlo perfecto bastará con que pases el aspirador para eliminar el polvo y los residuos que puedan ensuciarlo, y después fregarlo con agua y jabón neutro (o un producto específico).

El último paso consiste en secarlo pasando una mopa de microfibra. Las manchas no serán un problema habitual, ya que cualquier tipo de suciedad se puede eliminar con agua y jabón.

3/9 © Quick Step

Instálalo tú misma

Puede que te parezca un trabajo de una envergadura imposible de asumir, pero en realidad instalar un suelo de vinilo es mucho más fácil. Aunque no seas lo que se dice una “manitas” podrás hacerlo casi sin ayuda.

Y la razón es el sistema en clic que suelen incorporar la mayoría de las lamas o losetas de vinilo. Además de procurar un montaje rápido y limpio, dicho sistema consigue que las juntas sean muy finas.

Por otro lado, el hecho de que el suelo vinílico pueda instalarse sobre un pavimento antiguo sin necesidad de retirarlo previamente facilita mucho la tarea. Esto es así debido a lo finas que son las piezas.

4/9 © LokoLoko

¿Lamas o losetas?

Estos son los dos formatos más habituales en los que se suelen presentar los pavimentos de vinilo. Según sea el diseño y el acabado, será más conveniente elegir lamas o losetas, así como un tamaño u otro.

Si quieres imitar la belleza de la madera, el formato en lamas es el ideal, mientras que las losetas te pueden servir para recrear un suelo de baldosas hidráulicas o de piedra.

5/9 © Adobe Stock

Todo lo que necesitas

Si ya te has decidido a instalar tú misma un suelo vinílico, el siguiente paso es hacerte con todo lo que necesitas. Además de elegir el material (y la forma de instalación), has de reunir algunas herramientas básicas:

-un metro,

-una escuadra de metal,

-un cúter grande y fuerte,

-un nivel de burbuja,

-una maza de goma,

-cuñas de plástico,

-un lápiz 

No se trata de utensilios muy complejos, sino de cosas fáciles de encontrar y totalmente asequibles.

En cuanto al material, necesita una preparación previa. Déjalo en la habitación donde vas a instalarlo al menos durante 24 horas antes de la instalación, para que se vaya aclimatando a las condiciones de temperatura y humedad.

6/9 © Quick Step

Preparar la superficie

Una de las grandes cualidades de las piezas de vinilo es que se pueden instalar casi sobre cualquier tipo de pavimento o superficie, siempre que esté limpia, seca y nivelada y suficientemente plana.

Por eso es importante preparar el soporte adecuadamente para lograr los mejores resultados. Limpia el suelo a conciencia y repara las grietas e irregularidades que pueda tener.

Asegúrate también de que no existen problemas de humedad (si los hay, es imperativo solucionarlo antes de la instalación).

7/9 © Quick Step

Cómo colocar las lamas

Lo primero que tienes que hacer para acometer este proyecto DIY, una vez lista la superficie para comenzar a instalar el suelo de vinilo, es colocar unas cuñas de plástico en todo el perímetro de la habitación para dejar una junta de dilatación de unos 4 o 5 mm.

El siguiente paso es mezclar las piezas para que no se repitan los patrones a la hora de instalarlas y el resultado sea más realista.

Comienza a instalar la primera lama desde una esquina, y ve uniendo piezas hasta llegar al final. Ajusta una lama de vinilo al espacio restante midiendo y cortando después con el cúter. Continuar por la segunda hilera.

8/9 © Adobe Stock

Hacer los remates

La instalación de los suelos de vinilo es sencilla, gracias a la unión en clic. Puedes ir ajustando las piezas con ayuda de una maza de goma, sin golpearlas en exceso.

Para salvar esquinas y pilares, tendrás que medir y cortar las lamas.

Una vez termines la instalación del pavimento, solo queda retirar las cuñas de plástico y colocar el rodapié.

9/9 © Adobe Stock

Con adhesivo

Otra forma de instalar las lamas o losetas de vinilo es pegándolas al soporte con un adhesivo específico. Se trata de un trabajo fácil que ha de realizarse sobre una superficie limpia, seca y lisa.

Comienza por colocar las piezas en seco, sin aplicar la cola. Ajústalas y retíralas para aplicar el adhesivo, y después pégalas al suelo presionando unos instantes. Continúa hasta completar la superficie de toda la habitación.

Más sobre: