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¿Estás aburrido de tus paredes de azulejos? ¿Te parecen feas o anticuadas pero no te planteas hacer reformas en casa? Una idea de lo más interesante es pintarlos para renovar por completo la decoración. Además de ser una solución sencilla, rápida y efectiva puedes llevarla a cabo tú mismo sin necesidad de hacer engorrosas obras.

 

Productos de última generación

Elegir la pintura más adecuada para tus trabajos de bricolaje es una de las claves para lograr el mejor resultado. Y cuando se trata de renovar los azulejos, es necesario optar por esmaltes de calidad, capaces de adherirse a cualquier tipo de superficies y de resistir el roce e, incluso, la humedad.

Además de estas pinturas específicas para cerámica, necesitarás rodillo, brocha y cinta de carrocero.

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Prepara la superficie

Cuando te decidas a renovar los azulejos de la cocina o del cuarto de baño, además de buscar los materiales necesarios, tendrás que preparar la superficie de la manera más adecuada. Este primer paso del trabajo es más importante de lo que parece.

Las baldosas han de estar perfectamente limpias y sin restos de grasa ni suciedad. Utiliza un producto quitagrasa o una solución de agua y amoniaco para dejarlos impolutos, y sécalos con un trapo. Si tienen restos de cal debes eliminarlos con un limpiador específico. Puedes hacer uno casero mezclando agua, vinagre y alcohol a partes iguales.

 

Un consejo

Es importante, en especial si se trata del baño, que te asegures de que no hay restos de moho en las juntas entre los azulejos. Frótalas con lejía y seca después.

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Protege la zona

Aunque te parezca perder el tiempo, es importante dedicar el rato que sea necesario a preparar la zona de trabajo. Después lo agradecerás enormemente ya que no tendrás apenas que limpiar.

Tapa el suelo y los muebles con plásticos y utiliza la cinta de pintor para proteger interruptores, enchufes y otros elementos.

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Sin imprimación

Las pinturas que se utilizaban hace tiempo requerían siempre (o casi siempre) una imprimación previa que preparase la superficie, en especial cuando se trata de materiales porosos como los azulejos.

Sin embargo, en la actualidad existen esmaltes capaces de adherirse perfectamente a la superficie sin necesidad de aplicar imprimación de ningún tipo. Pueden aplicarse directamente sobre las baldosas.

 

Un consejo

Si se trata de cerámica esmaltada, muy lisa y nada porosa, puedes lijar la superficie para asegurarte de que el resultado es óptimo.

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DIY: pintar como un profesional

Cuando tengas la zona de trabajo preparada, remueve muy bien el esmalte y comienza a aplicarlo con una brocha plana y estrecha en los bordes de la pared y en la unión de la pared con el techo o con otras paredes. Es lo que se conoce como recortar los límites de la zona a pintar.

A continuación continúa con el resto de la pared utilizando un rodillo de pelo corto, más adecuado para este tipo de superficies. Maneja el rodillo en sentido horizontal y vertical, extendiendo bien el producto para no dejar marcas. Trabaja despacio y procura que el resultado ser homogéneo y regular.

Deja secar el tiempo recomendado por el fabricante y aplica una segunda mano.

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Repasa las juntas

Una vez seca la segunda mano de esmalte que has aplicado en los azulejos, es el momento de resaltar las juntas con pintura blanca, si quieres crear un contraste entre ellas y las baldosas.

En caso de que te decidas por esta opción, lo mejor es emplear un rotulador especial para juntas que te facilitará mucho el trabajo.

 

Un consejo

Elige uno con fórmula antibacteriana para evitar la formación de moho.

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Un acabado muy resistente

Cuando el trabajo esté terminado tendrás que esperar a que la pintura se seque por completo. Es importante no utilizar el baño o la cocina durante unos días, en especial la ducha o la bañera ya que se genera mucha humedad ambiental.

Además, este tipo de esmaltes necesita un periodo de tiempo determinado (entre 15 y 20 días) para alcanzar su máxima resistencia y dureza. Extrema las precauciones durante ese tiempo para evitar roces y golpes.

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También para el suelo

No te limites a pintar los azulejos de las paredes y lánzate también con el suelo.

En el caso de los pavimentos conviene utilizar esmaltes a base de resinas que se aplican en dos fases, y que garantizan la resistencia máxima que se requiere en estos casos.

Después de asegurarte de que el suelo está totalmente limpio, tendrás que aplicar la pintura de color con un rodillo y un mango telescópico (te facilitará la tarea). Trabaja desde el fondo de la habitación hacia la puerta.

Deja secar y da el segundo producto: la resina de protección. Una vez terminado el trabajo tendrás que esperar al menos 24 horas para poder pisar el suelo, y una semana antes de volver a colocar los muebles o fregarlo.

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Mil diseños

Renovar los azulejos con pintura es un proyecto DIY que te brinda la oportunidad de dar rienda suelta a tu creatividad. Puedes, simplemente, cambiar el color de la pared o crear un nuevo diseño para tus baldosas: pintar patrones geométricos, dameros, rayas, etc.

Son motivos sencillos que se pueden realizar con plantillas o con la técnica de las reservas.

Además, puedes elegir entre productos con distintos acabados (mate, satinado o brillante) para conseguir el efecto que deseas.

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