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Especialmente durante el buen tiempo, los fines de semana con amigos o las visitas de familiares a los que ves poco es muy habitual. Y, aunque siempre es un placer recibir en casa a las personas que queremos, es preciso brindarles una estancia ‘10’. El cuarto de invitados suele encontrarse a medio camino entre la oficina en casa y un trastero desorganizado. Por eso, ha llegado el momento de cambiar su ‘look’ y hacerlo más confortable, funcional y bonito. No lo dudes, estas 10 ideas de decoración lograrán hacer de ti la anfitriona perfecta.

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1. En modo ‘cocooning’

Porque no hay mejor sensación que los cojines extrasuaves, los edredones gorditos, las alfombras mullidas... Lo que más necesitan tus invitados cuando están fuera de casa, por supuesto, es dulzura, a través de telas bonitas y tejidos amorososos. Elige cortinas acogedoras, un edredón envolvente, un juego de cama de lino lavado, cojines con tacto de terciopelo… ¿Imprescindible? Una alfombra a los pies de la cama que al levantarte te proporcione un delicioso despertar.

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2. Mobiliario funcional

Tanto si se trata de un cuarto de invitados independiente como integrado en otra habitación o en el salón, todo comienza con la cama. ¿Pero qué sería sin mesitas de noche? Para completar el escenario ideal, ofrece a los invitados un apoyo para que dejen la ropa antes de irse a dormir: un sillón, un perchero retro, una silla o un banco minimalista instalado a los pies de la cama… Del mismo modo, acondiciona una pequeña zona de oficina, como en este proyecto de Knowhaus, por si tus amigos han traído algunas tareas para las  vacaciones. 

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3. Pequeñas atenciones

A veces, los pequeños gestos logran más que los grandes y la habitación de invitados demuestra que no se necesita mucho para tener éxito: una botella de agua, vasos y algo de fruta dispuestos en una bonita bandeja y un cargador de móvil en el cajón, son algunos detalles que marcan la diferencia. Para el aseo, piensa en dejar toallas de baño, gel y champú… Y, si quieres llevarte el premio a la mejor anfitriona, un par de zapatillas de andar por casa. ¡No querrán irse nunca!

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4. Una decoración inspiradora

La decoración de interiores hace que un espacio anodino se transforme en otro especial y mágico. Procura buscar el equilibrio y no renunciar al poder que tienen los elementos estructurales. Empieza por las paredes, enfatizando los tonos suaves y luminosos, ya sea en pintura o papel pintado. Cuelga un cuadro que invite a perderse, unas cuantas fotografías que transmitan buenas vibraciones o un inspirador mensaje enmarcado… Distracciones placenteras que abren ventanas al ensueño y al relax, incluso cuando tienen que dormir en el sofá cama del salón. 

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5. Una atmósfera perfumada

Una decoración refinada para la vista, como la que propone la interiorista Mónica Garrido, un ambiente tranquilo para el oído, tejidos aterciopelados para el tacto... Para completar la oferta sensorial, nada como un ambiente delicado y perfumado. Un ramo de flores frescas, una planta verde, un ambientador con un aroma suave o bolsitas perfumadas para el armario son algunas de las opciones. Procura, eso sí, que inspire no que cause mareo y rechazo. La clave es la sutileza.

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6. Decoración personal, pero no personalizada

Fuera tu foto de boda, de tus hijos en la playa o de tus padres cuando eran jóvenes, aunque te gusten mucho. Lo ideal es despersonalizar al máximo el espacio, para que tus amigos o familiares se sientan como en casa. No se trata de desnudar el cuarto, sino de poner adornos estilosos, pero neutrales. Si la habitación es espaciosa, coloca una zona de tocador y un espejo, para que no les falte nada. 

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7. Espacio para guardar sus cosas

Es un aspecto que no debes descuidar, especialmente si tu amigo o familiar va a quedarse en tu casa varios días. Si el cuarto donde va a dormir tiene armario, puedes acondicionarle una parte para que guarde sus cosas. Si no es así, despeja algunos cajones de la cómoda o pon un 'burro' de quita y pon. Un consejo: procura 'esconder' la maleta durante su estancia, para crear una mayor sensación de hogar. 

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8. Bien iluminado

Para una habitación de invitados ‘10’, ¿qué podría ser mejor que una iluminación agradable y funcional? Ya sea artificial o natural, es un factor a tener en cuenta en la decoración de dormitorios. Combina una general con distintos puntos ambientales, mediante lámparas de noche o de pie. Pero, recuerda, que la oscuridad también es importante para garantizar el sueño más tranquilo. Por eso, instala persianas o cortinas opacas, pensando en aquellos que necesitan dormir a oscuras total. Para evitar cualquier contaminación visual, elimina ‘cuidadosamente’ los dispositivos electrónicos.

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9. Lecturas cautivadoras

Leer antes de acostarse o en los primeros momentos del día, es un ‘vicio’ muy extendido. Por eso, una buena idea es poner a disposición de tus invitados, libros bien organizados en una estantería, algunas revistas en un bonito revistero… Como el dormitorio es un lugar para la relajación, evita publicaciones demasiado serias o de temas controvertidos. Por supuesto, el último número de ‘¡Hola!’ no puede faltar.

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10. Alrededor de la cama

Ningún dormitorio sería lo que es, sin una ropa de cama bonita y confortable, fresca en verano y calentita en invierno. Opta por sábanas y fundas de un color relajante, que inviten al descanso, incluso cuando se trate de un sofá cama. En cuanto al colchón, aunque no hace falta que tires la casa por la ventana, debe resultar lo suficientemente cómodo, adaptarse al uso que vayas a darle y a la frecuencia de tus visitas. No te olvides de la almohada. De espuma, plumas naturales, ergonómica o con memoria, como es difícil adaptarse a todos los gustos, lo mejor es elegir un modelo de altura media.

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