1/9 © Leroy Merlin

El cuarto de baño es uno de los espacios que más se usan en la casa y, por tanto, uno de los que más se ensucian. Y dado el momento en el que vivimos, además de limpieza se hace necesaria una desinfección a fondo que elimine gérmenes, bacterias y virus (como el coronavirus, causante de la enfermedad Covid-19).

Por todo ello, en primer lugar conviene tener muy clara cuál es la mejor manera de limpiar de forma completa y eficaz el cuarto de baño. Y también hemos de saber cómo desinfectarlo a fondo.

 

Limpiar y desinfectar

La mayoría de los espacios de la casa requieren, para ser cómodos, agradables y habitables, de una limpieza efectiva. Sin embargo, hay algunos espacios como la cocina y el cuarto de baño que, además de impecables, han de estar desinfectados ya que, por sus propias características, pueden convertirse en un foco de gérmenes.

En el caso del cuarto de baño, lo mejor es utilizar un limpiador clorado que lleve desinfectante en su composición. O podemos utilizar lejía después de limpiar, perfecta para acabar con virus y bacterias.

 

Un consejo

Diluye siempre la lejía en agua fría (en agua caliente se evapora el cloro y pierde propiedades), en una proporción de dos cucharadas soperas por litro de agua.

Relacionado: Baños prácticos que son pura inspiración 

 

2/9 © Leroy Merlin

Los sanitarios siempre perfectos

Si quieres que tu lavabo esté limpio, tendrás que repasarlo a diario con una bayeta húmeda para que no se acumulen restos de jabón y salpicaduras, ya que se usa mucho y se mancha constantemente.

Además, es necesario desinfectarlo dos veces a la semana con un producto virucida y bactericida (o con lejía, como decíamos en el punto anterior).

Para mantener el inodoro en perfecto estado tendrás que usar a diario un producto jabonoso con desinfectante.

 

Un consejo

Para que la porcelana de los sanitarios dure más tiempo limpia puedes aplicar un poco de cera líquida, dejar que actúe unos minutos y frotar con un paño. Lograrás un brillo duradero.

 

3/9 © Porcelanosa

Una bañera impecable

La bañera o la ducha se limpian con un producto que no sea abrasivo y con una esponja especial para el baño. Después de frotar bien, insistiendo en las juntas y en las repisas, si las tiene, se aclara muy bien con agua.

Si tienes problemas de moho puedes aplicar lejía diluida en agua. Acaba con este tipo de manchas y previene su aparición.

Relacionado: Saca el máximo partido a la ducha bitérmica 

 

4/9 © Leroy Merlin

Manchas en la porcelana

Si tus sanitarios dejan ver alguna mancha amarillenta puedes tratar de eliminarla aplicando una mezcla de aguarrás y sal. Deja que actúe durante media hora y después aclara con agua caliente primero y después con agua fría.

También la limpieza ecológica puede ayudarte a acabar con las manchas de los sanitarios. Recupera el blanco de la porcelana añadiendo una cucharada de bicarbonato al agua de aclarado cuando los limpies.

Si tu bañera o tu lavabo están rayados y muestran arañazos emplea un esmalte restaurador cerámico. Lo aplicas sobre la zona dañada y dejas que se seque unas cuatro horas, repitiendo si fuese necesario.

 

5/9 © Leroy Merlin

Declárale la guerra a la cal

Es lo que más desluce el aspecto de tu baño y, sin duda, lo más difícil de limpiar. Acabar con la cal del agua puede convertirse en una auténtica hazaña. Si tu mampara de cristal no lleva un tratamiento para repeler las gotas de agua, es conveniente que la seques después de usarla, ya que de lo contrario se formarán los dichosos depósitos de cal que tanto cuesta eliminar.

Una vez a la semana tendrás que pulverizarla con un producto antical. Los comerciales resultan bastante tóxicos y agresivos, por lo que es buena idea fabricar uno casero mezclando agua, alcohol y vinagre blanco a partes iguales. Lo mejor, además de su efectividad, es que no necesita aclarado.

Relacionado: Así son las nuevas mamparas: minimalistas, robustas y seguras

 

6/9 © Ikea

La cortina de la bañera

Si en tu cuarto de baño en lugar de mampara tienes cortina, tendrás que lavarla frecuentemente en la lavadora, en un ciclo corto, a baja temperatura y sin centrifugar. Mantenerla limpia (y no solamente seca) es la mejor forma de evitar que le salgan esas antiestéticas manchas de moho en la parte inferior. Si tu cortina no se puede lavar a máquina tendrás que hacerlo a mano. Puedes dejarla en remojo en la bañera, con agua tibia y sal durante unas dos horas, y repasar con bicarbonato las manchas que no hayan desaparecido. Después solo tendrás que aclarar y colgar la cortina.

Relacionado: Las mejores plantas de interior para decorar el baño y convertirlo en un vergel

 

7/9 © Porcelanosa

Grifos relucientes

El uso diario y la cal del agua acaban por ensuciar los grifos del cuarto de baño en poco tiempo. Se llenan de huellas y de manchas blanquecinas. Para eliminarlas bastará con que los frotes con el mismo limpiador antical casero que recomendamos para la mampara de la ducha. O simplemente con un trapo impregnado en vinagre diluido en agua, dejándolo actuar un buen rato. Otra opción es pasarles un paño humedecido en zumo de limón. Te quedarán superbrillantes.

8/9 © Leroy Merlin

Espejo mágico

Aquí tienes otro de los puntos débiles del cuarto de baño: el espejo del lavabo. Puede que a primera hora de la mañana esté impecable, pero después de unos cuantos usos, y antes de que llegue el mediodía, ya suele mostrar churretes y salpicaduras de agua y jabón.

Para que quede perfecto solo has de pulverizarlo con un limpiacristales, casero (cinco partes de agua y una de vinagre blanco) o comercial, y secar con un paño que no suelte pelusa.

Para evitar que se empañe cuando te duches, frótalo con espuma de afeitar impregnando bien toda la superficie y después límpialo con un trapo.

 

9/9 © Soak&Sleep

Toallas que son una delicia

Conviene que cambies a diario las toallas del lavabo, ya que tienen mucho uso y se ensucian bastante. Y más ahora que nos lavamos las manos con mucha más frecuencia. Las toallas de baño deben sustituirse y lavarse una vez a la semana. Hazlo en la lavadora, a una temperatura de 30 a 60º C, en función de los colores y lo sucias que puedan estar. Añadir un poco de suavizante en el cajetín de la lavadora les aportará suavidad.

 

Un consejo

Dosifica bien el suavizante, ya que si te pasas las toallas no secarán bien.

Relacionado: Cómo hacer la colada más fácil y lograr que quede perfecta

 

Más sobre: