Dormir bien y disfrutar de un descanso reparador por la noche es fundamental para poder hacer frente cada mañana a los retos de la vida cotidiana. Y para conseguirlo hemos de cuidar varios factores: un colchón adecuado, una ropa de cama confortable y una almohada que se ajuste a nuestra forma de dormir.

En lo que al colchón se refiere, no solo ha de tener la firmeza adecuada y no acumular demasiados años de uso (los expertos de ASOCAMA –Asociación Española de la Cama- recomiendan cambiarlo cada 10 años como máximo), sino que hemos de procurarle un buen mantenimiento, aplicando una adecuada rutina de limpieza. ¿Sabes cómo hacerlo?

La mejor atmósfera en el dormitorio

La higiene a la hora de dormir ha de empezar por el dormitorio. Mantenerlo limpio es fundamental para lograr una atmósfera de bienestar favorable al descanso. Comienza por ventilarlo a diario, al menos durante 15 o 20 minutos. Lo mejor es hacerlo a primera hora de la mañana antes de hacer la cama, aunque puedes abrir las ventanas otra vez por la tarde si es necesario. Ventilar es necesario para renovar el aire de la habitación, para mantener a raya los ácaros del polvo y también es una medida a tomar para prevenir el contagio de la Covid-19. Además, es necesario cambiar las sábanas una vez a la semana, así como aspirar el colchón para eliminar las partículas de polvo y ácaros.

Un consejo

Aspíralo controlando la potencia del aspirador e insistiendo en las costuras y pliegues, que es donde se acumula más suciedad. Algunos aspiradores incluyen un accesorio especial para esta tarea.

Protegerlo es esencial

Aunque te esfuerces por mantener tu colchón siempre en las mejores condiciones de higiene, es indispensable que lo protejas para evitar que se ensucie (o al menos no demasiado). Para ello tendrás que cubrirlo con una funda adecuada porque, aunque no lo creas, las manchas se acumulan en tu colchón cada día que pasa: sudor, humedad corporal, etc.

Si eres de los que rechazan las fundas protectoras porque recuerdan aquellos cobertores de plástico que se usaban antaño (y que daban un calor horrible), ya puedes ir cambiando de opinión. Hoy existen unas fundas de lo más confortables, confeccionadas con tejidos naturales que son impermeables pero transpirables al mismo tiempo, con lo cual permiten que el colchón se mantenga siempre seco y hacen posible un buen descanso.

Un consejo

Evita la humedad y conseguirás prolongar la vida útil de tu colchón, que se mantendrá perfecto durante más tiempo.

Combatir los ácaros del polvo

Para las personas alérgicas, los ácaros pueden convertirse en una desagradable molestia que afecta de forma directa a su bienestar. Si tú lo eres, o convives con alérgicos, es fundamental establecer ciertas medidas de higiene diaria en tu casa, entre las que destaca extremar la limpieza del colchón ya que en él se acumulan miles de ácaros, eliminando el polvo.

Tendrás que aspirarlo con bastante frecuencia (al menos una vez por semana) y también recurrir a tratamientos específicos como rociarlo (aproximadamente cada dos meses) con un spray acaricida que acabe con estos diminutos y molestos seres.

Un consejo

Utilizar una funda antialergia es una buena idea para mantener los ácaros a raya. Están confeccionadas con tejidos naturales de poro muy pequeño, de forma que no los dejan pasar. También puedes decidirte por un colchón de látex, ya que en ellos no suelen proliferar los ácaros.

Limpieza a fondo, dos veces al año

Aunque no olvides poner a punto cada semana tu cama y tu colchón, también es necesario realizar una limpieza a fondo al menos cada seis meses (aunque tampoco está de más hacerla una vez cada tres meses). Aprovecha para darle la vuelta al colchón (de arriba abajo y de izquierda a derecha). Así se desgasta de forma homogénea y se conservará en mejor estado. Consulta las instrucciones del fabricante, ya que algunos modelos solo han de rotarse.

Una vez girado y aspirado el colchón, es el momento de limpiarlo con una mezcla de detergente líquido (una cucharada) y agua muy fría (un litro). Aplica la espuma resultante con una esponja insistiendo en las manchas, y después deja secar al aire.

Un consejo

Las manchas de origen biológico (sangre, sudor, orina, etc.) se eliminan con un limpiador enzimático, aplicándolo en un trapo y nunca directamente sobre el colchón.

Combatir los malos olores

No hay nada más molesto que dormir en un colchón que huela mal. Afecta profundamente a nuestro descanso y resulta incómodo, además de poco saludable. Los malos olores suelen estar causados por bacterias y gérmenes, o por humedad y moho.

Puedes solucionar el problema espolvoreando la superficie con bicarbonato de sodio, que posee probada capacidad desodorizante. Deja que actúe y después aspira el colchón a conciencia.

Un consejo

Si los malos olores son muy persistentes deja actuar el bicarbonato durante toda la noche y no lo retires hasta la mañana siguiente.

Una limpieza más natural

El mercado te ofrece un sinfín de productos específicos para dejar impoluto tu colchón, pero realmente no los necesitas o, al menos, la gran mayoría de ellos. Puedes utilizar, con resultados igual de efectivos, productos naturales que encuentras en tu propia casa.

Cuando se trata de llevar a cabo en el hogar una limpieza ecológica que no resulte agresiva para nosotros y para el ecosistema, al final recurrimos a ingredientes naturales que nos ayudan a limpiar nuestra casa sin resultar molestos ni dañinos. De esta forma, tienes a tu disposición productos como limón, bicarbonato sódico, vinagre blanco o agua oxigenada para eliminar las manchas de tu colchón.

Un consejo

Utiliza para cada tipo de mancha el ingrediente adecuado. Cada uno de ellos resulta efectivo para un tipo de suciedad.

Cómo tratar las manchas más habituales

Puede que pienses que tu colchón está limpio, pero en realidad la suciedad se va acumulando en él y un buen día te das cuenta de que tiene manchas. Estas se producen habitualmente por fluidos como el sudor, la sangre o, en el caso de los niños, la orina. A la hora de acabar con ellas, tendrás que darle a cada una el tratamiento más adecuado:

- Para eliminar cercos de sudor aplica con un trapo una mezcla de agua, amoniaco y jabón líquido, frotando sin empapar el colchón.

- Si la mancha es de sangre, lo mejor es que actúes rápido antes de que penetre en el tejido y sea mucho más difícil de eliminar. Utiliza agua oxigenada directamente sobre la suciedad, espera a que burbujee y después retira con un paño mojado en agua muy fría.

Un consejo

Para acabar con manchas de sangre antiguas, ya resecas, mezcla dos partes de agua fría y una de bicarbonato, y aplica la pasta resultante sobre la suciedad, dejando actuar una media hora. Después retira con agua y deja secar.

Cosas de niños

Los colchones de las camas infantiles son un capítulo aparte. Los niños, según van creciendo, aprenden a desenvolverse en la vida, a ser más autónomos tanto de día como de noche, aunque ello conlleve algún que otro “accidente” nocturno. Lo mejor es estar preparados y proteger el colchón con una funda adecuada.

Sin embargo, y por mucho que tratemos de evitarlo, pueden producirse las consabidas manchas de orina. Para eliminarlas prepara una mezcla de agua y vinagre blanco (250 ml de este último diluidos en un litro de agua) acabarán con la mancha sin dejar cercos ni rastro de mal olor.

Un consejo

Si la suciedad persiste, disuelve tres cucharadas de bicarbonato en 250 ml de agua oxigenada y aplica la mezcla, dejando actuar un rato y retirando después.

¿Qué pasa con el látex?

A la hora de elegir un colchón, cada material tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El látex es un material muy elástico, que se adapta muy bien a las formas corporales, aunque tiene la desventaja de que es poco transpirable, por lo que requiere de ciertos cuidados especiales. Si tu colchón es de látex tendrás de ventilarlo muy bien a diario para evitar que se acumule la humedad y prolifere el moho.

Como se trata de un material delicado, has de limpiarlo con cuidado sin utilizar productos agresivos que puedan dañarlo. Cuando tengas que eliminar alguna mancha, hazlo con agua jabonosa y una esponja muy escurrida, sin mojarlo demasiado y casi sin frotar. Después deja que se seque totalmente colocándolo en vertical, para que se ventile por ambos lados.

Un consejo

Nunca utilices productos con disolventes ni que contengan lejía para limpiar tu colchón de látex porque se estropeará.