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¿Tus suelos ya no brillan como antes? ¿Los muebles han perdido el lustre? ¿Los metales están opacos, sin luz? Con el paso del tiempo y el uso diario las superficies de tu casa acaban por perder esplendor. Sin embargo, existen maneras eficaces de devolverles el brillo y dejarlas como el primer día. La clave está en aportar a cada material justo lo que necesita ya se trate de madera, mármol, cerámica, metal o cristal. Trata a cada uno como se merece y volverás a tener tu casa reluciente.

 

Recuperar el lustre de los suelos de madera

 

La madera es un material noble y natural capaz de dotar a cualquier espacio de una calidez inigualable. Sin embargo, también es bastante delicada y requiere ciertos cuidados de limpieza y mantenimiento. Con el trasiego de la vida cotidiana, los suelos de madera pierden poco a poco su lustre natural. Eso ocurre porque la madera sufre pequeños arañazos que, si bien no se aprecian a simple vista, hacen que aparezca mate y sin brillo. Para devolverle su aspecto lustroso puedes aplicar un abrillantador específico de base acuosa. No utilices productos con ceras ni siliconas, porque ensucian la superficie y terminan por oscurecer la madera.

 

Un consejo

Si tu suelo está muy estropeado, lo mejor es acuchillarlo y volverlo a barnizar, siempre que sea posible (depende del grosor de la capa superficial de madera). Es una solución drástica, pero el suelo quedará como nuevo.

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El brillo de los pavimentos de cerámica

La cerámica es resistente y duradera, casi inalterable, pero con el tiempo también puede perder su brillo original. Para recuperarlo, además de limpiar el suelo en profundidad, puedes utilizar un abrillantador para cerámica que no sea graso ni contenga ceras. Como la cerámica y el gres son materiales no porosos, los productos con base de aceite no penetran y solo consiguen adherirse a la superficie y convertir tu suelo en una pista de patinaje. Tampoco es conveniente utilizar productos abrasivos que, en lugar de abrillantar, arruinarán todavía más el lustre del pavimento.

 

Un consejo

Puedes utilizar un truco casero que consiste en añadir a un cubo de agua, 50 ml de vinagre blanco y 20 gr de bicarbonato sódico. Tu suelo quedará muy limpio y brillante, aunque no conviene abusar del truco porque podría estropear la superficie.

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Más luz para tu encimera de mármol

Pocos elementos aportan más glamour y elegancia a una cocina que una encimera de mármol. La belleza de la piedra natural es indiscutible y atemporal, ya que armoniza perfectamente con cocinas clásicas y contemporáneas. Sin embargo, solemos creer que el mármol es un material muy delicado y difícil de mantener. Y, aunque esto no es del todo cierto, sí puede perder lustre con el transcurrir del tiempo, con el uso continuado y también debido a la acción de algunos líquidos o ácidos que pueden ensuciarlo.

Una forma de lograr que el mármol recupere su brillo es frotar con sal y un paño mojado las zonas más estropeadas, y seguidamente enjuagar con agua y secar. También se consiguen buenos resultados aplicando en la encimera una disolución de seis cucharadas soperas de bicarbonato en medio litro de agua. Es necesario dejarlo actuar unas 5 o 6 horas y aclarar con agua tibia.

 

Un consejo

Una vez el mármol esté limpio y brillante, se puede aplicar una cera protectora específica que mantenga el lustre durante más tiempo.

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Nueva vida para cristales y espejos

Una mesa con sobre de cristal, las puertas de una vitrina, los espejos, la mampara de la ducha, etc. Con el tiempo las superficies de cristal también pierden el brillo que les caracteriza. Para devolvérselo es necesario aplicar en cada caso el tratamiento más efectivo.

- Los limpiacristales potentes que más brillo consiguen son aquellos que llevan amoniaco en su composición.

- Limpia este tipo de superficies con una gamuza especial para cristal, ya que abrillanta sin rayar y se consiguen mejores resultados.

- En el cuarto de baño, la cal del agua suele ser la responsable de la pérdida del brillo. Usa un antical para la mampara, ya sea comercial o casero.

 

Un consejo

Puedes fabricar tú mismo un producto antical muy efectivo con agua, vinagre blanco y alcohol.

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Cómo resucitar las superficies lacadas

¿Tus muebles lacados han perdido su belleza? ¿Las puertas están mate y apagadas? El paso del tiempo y el uso diario consiguen apagar el brillo de las superficies lacadas. Sin embargo, puedes solucionar el problema con un truco bastante sencillo: pásales un trapo mojado en glicerina líquida y espera un buen rato a que se absorba. Después frota y repasa con un paño seco y suave. Problema resuelto.

 

Un consejo

Si las puertas lacadas de tu casa están muy estropeadas, puede que convenga volver a lacarlas o pintarlas. ¡Hazlo tú misma!

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Devolver el brillo al cromo y al metal

Los acabados cromados o metalizados también acusan el paso de los años. Poco a poco van perdiendo su apariencia reluciente hasta que un día te das cuenta de que tienen un aspecto mate, feo y viejo. Es el momento de poner remedio. En el caso de los grifos cromados, tendrás que limpiarlos una vez por semana con una bayeta de microfibra y una mezcla de agua y vinagre. Esto impedirá que la cal se acumule y brillarán de nuevo.

Para los pomos, tiradores y picaportes de metal, un truco efectivo consiste en pasarles un algodón impregnado el alcohol.

 

Un consejo

El alcohol, además de abrillantar los objetos de metal, es eficaz para desinfectar las superficies de contacto para evitar el contagio del coronavirus, algo que hemos de aprender a hacer en la “nueva normalidad” hacia la que todos caminamos.

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La porcelana del lavabo, siempre reluciente

Si bien es cierto que los sanitarios del cuarto de baño como el lavabo o la bañera son muy resistentes y duraderos, también lo es que están sometidos a un continuo trajín diario. Soportan el uso intensivo de toda la familia y se ven agredidos por suciedad y manchas de pasta de dientes, restos de jabón, etc. Para limpiarlos de forma regular lo mejor es usar un producto específico que, además, los desinfecte. Y para conseguir que tu lavabo vuelva a brillar se puede aplicar sobre la porcelana una mezcla de sal y trementina, dejándola actuar unos minutos y limpiando a continuación con agua caliente y jabón.

 

Un consejo

Procura no utilizar estropajos ni esponjas abrasivas ya que pueden rayar la porcelana.

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Un nuevo look para cocina y baño

Las paredes de azulejo de la cocina y el baño sufren las consecuencias de la actividad intensa que se vive en estos espacios. Se ensucian, se mojan y se llenan de grasa o cal. Para recuperarlos lo primero es limpiarlos en profundidad con un producto específico.

En el caso de los azulejos de la cocina, tendrás que abrillantarlos con un desengrasante que lleve amoniaco, ya que elimina la grasa y no daña el esmalte.

En el baño es mejor usar un antical. Una vez bien limpios, puedes acentuar el brillo de los azulejos aplicando polvos de talco con un trapo limpio.

 

Un consejo

No dejes que la suciedad se acumule en las paredes de azulejos. Un mantenimiento constante te ahorrará mucho trabajo.

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Haz revivir el acero inoxidable

El acero suele estar presente en una gran mayoría de cocinas, en especial aquellas decoradas según los cánones del estilo contemporáneo. Lo encuentras en los electrodomésticos, los frentes de cocina o, incluso, en las encimeras. Además de eliminar la grasa y la suciedad con agua y un jabón neutro, puedes abrillantar el acero inoxidable de la cocina frotando con un paño impregnado en aceite de oliva. Conseguirás un brillo perfecto y se disimularán los posibles arañazos que pudiese tener la superficie.

 

Un consejo

Otro truco efectivo para abrillantar el acero consiste en  aplicar líquido abrillantador para lavavajillas. Quedará perfecto.

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