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¿Tu casa está hecha un desastre y no tienes tiempo para arreglarla? Aquí tienes un plan de limpieza rápida para dejarla lista en tan solo una hora. No se trata de hacer la limpieza a fondo. Siendo realistas todos entendemos que eso no es materialmente posible en 60 minutos. Más bien se trata de recoger y arreglar cada habitación para dejar tu casa acogedora, limpia y cómoda. Te contamos cómo has de invertir cada minuto para conseguir tu objetivo.

 

Traza un plan de acción

Es lo primero que debes hacer: establecer una planificación que te sirva de guía para conseguir lo que te has propuesto, y que no es otra cosa que dejar tu casa perfecta y ordenada invirtiendo una hora de tu tiempo. Una forma de ahorrar trabajo es comenzar por el fondo de la casa (los dormitorios, baños, etc.) y seguir hacia las zonas más comunes y externas (salón, cocina, pasillo, etc.).

Un consejo: prepara los utensilios y productos que vas a necesitar para tenerlos a mano y no perder tiempo en buscarlos después.

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Abre las ventanas

Ventilar la casa es el primer paso para conseguir una casa limpia y con un ambiente sano. No solamente es fundamental para evitar (o al menos minimizar) la posibilidad de sufrir alergias (como la de los ácaros del polvo), sino que también es importante para prevenir posibles contagios del coronavirus. De hecho, según los expertos, en esta situación es importante ventilar la casa de 10 a 15 minutos tres o cuatro veces al día. Así que abre las ventanas y deja que entre aire limpio y fresco.

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El dormitorio: 10 minutos

Está claro que en ese tiempo no vas a poder hacer una limpieza a fondo, pero tampoco se trata de eso. El objetivo es limpiarlo, recogerlo y dejarlo listo para la noche.

- Comienza por limpiar el polvo de las mesillas, el frente del armario y las lámparas.

- A continuación haz la cama. Tendrás tiempo, incluso, para cambiar las sábanas si es necesario. Hacerlo al menos una vez a la semana es lo más recomendable.

Un consejo: a la hora de limpiar el polvo recuerda hacerlo de arriba hacia abajo, utilizando una bayeta de microfibra que lo recoja en lugar de desperdigarlo por el ambiente.

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El cuarto de baño: 15 minutos

- Comienza por pulverizar la mampara de la ducha con un producto antical y deja que actúe. Una buena idea es apostar por la limpieza ecológica y hacer tu propio antical casero mezclando agua, vinagre blanco y alcohol.

- Mientras tanto limpia y aplica desinfectante al inodoro y a la encimera del lavabo.

- Después repasa los grifos con un producto multiuso o con una toallita específica para baños.

- Aclara la mampara y sécala, y termina limpiando el espejo con limpiacristales.

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El salón: 10 minutos

- Para empezar, repasa la tapicería del sofá y las butacas con el aspirador. Si sueles hacer una limpieza de los textiles más o menos de forma regular, en este momento será suficiente con aspirarlos. Coloca almohadones y cojines.

- El siguiente paso consiste en eliminar el polvo en librerías, muebles, lámparas, etc. (ya sabes, siempre de arriba hacia abajo).

- Ahora limpia las superficies de cristal con un producto específico: mesas, espejos, la pantalla del televisor, etc. Termina aspirando las alfombras.

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La cocina: 15 minutos

Este es uno de los puntos más oscuros en este plan de limpieza exprés y el resultado dependerá de cómo la hayamos mantenido en el día a día. Es decir, si más o menos la vas recogiendo a diario, cuando llegue este momento podrás tenerla lista en un cuarto de hora.

- El primer paso será poner el lavavajillas.

- Después pulveriza la campana extractora y el frente de la cocina con un producto desengrasante, y también el interior del microondas.

- Quita las marcas de dedos de la puerta de la nevera.

- Ahora aclara bien el desengrasante de las superficies donde lo has aplicado, y limpia la placa de cocina y la encimera.

- Repasa el grifo y el fregadero con agua y jabón y sécalos con un paño limpio.

Un consejo: puedes aplicar en las superficies de mayor contacto (encimera, tiradores de armarios y electrodomésticos) un desinfectante adecuado para evitar el contagio por coronavirus. La lejía diluida en agua fría (dos cucharadas soperas por litro de agua) es efectiva, barata y accesible. No necesitas más.

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Los suelos: 10 minutos

Dejar los suelos de tu casa impecables es el último punto en este plan de limpieza exprés. Comienza por los dormitorios y ve avanzando hacia las zonas comunes de la casa.

- Tendrás que pasar el aspirador (más efectivo que barrer) para recoger el polvo y las pelusas (insiste en los rincones difíciles y menos accesibles, como debajo de las camas, por ejemplo). Pasa el aspirador también en los cuartos de baño y la cocina.

- ¿Tu suelo es de madera? Puedes pasar la mopa o fregarlo con un producto específico en caso de ser necesario (ya sabes que no puedes abusar del agua a la hora de limpiar la madera).

- Si tienes pavimentos de cerámica, por ejemplo, friégalo con agua y un limpiador adecuado. Haz lo mismo en la cocina y en los cuartos de baño.

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Establece una programación semanal

El plan de limpieza rápida que te hemos propuesto hoy es genial para dejar la casa arreglada cuando no hay tiempo, por ejemplo, los fines de semana si tienes planes diferentes o para recibir una visita que aparece de forma más o menos inesperada. Sin embargo, es importante establecer unas rutinas de limpieza semanales, que te ayuden a tener una casa limpia, ordenada y confortable. Piensa que no es posible abarcar todo en un solo día. Mantener y dedicarse a una o dos tareas cada día te ayuda a hacer la limpieza de manera más fácil y con menos esfuerzo.

Un consejo: crea tu propio plan semanal en función de tus necesidades, de tus jornadas de trabajo, actividades, etc. Puedes reservar los lunes para el salón y el cuarto de baño, por ejemplo; los martes para limpiar los cristales, los miércoles para la cocina, etc.

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Los hábitos que te ayudan

Hay un refrán popular que dice: “no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia”. Aplicarlo en la vida cotidiana es un acierto seguro. Y lo mismo sucede con otros hábitos que te ayudan, y mucho, a dedicarle menos tiempo y esfuerzo a las tareas domésticas.

- Si haces a la casa un mantenimiento constante y limpias en el momento lo que se mancha, no se acumulará la suciedad.

- También es buena idea aprovechar los tiempos muertos que te dejan unas u otras tareas. ¿Te sobran dos minutos mientras termina el programa de la lavadora? Úsalos para recoger el lavaplatos, por ejemplo.

- Diviértete mientras trabajas. Puedes aprovechar para escuchar música, hacer ejercicio mientras limpias los cristales, o para oír ese podcast tan interesante que tenías pendiente. Terminarás casi sin darte cuenta.

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