Las mejores soluciones para quitar años a tu salón (y en tiempo récord)

De la misma manera que el paso del tiempo se muestra inmisericorde para tu piel, también se deja sentir en la decoración de interiores. Sofás más propios de la casa de la abuela que de la tuya, muebles que han conocido tiempos mejores, rincones oscuros, paredes algo deslucidas… Son algunos de los signos de envejecimiento más visibles, pero tranquila, se pueden combatir desde dentro con estas 12 ideas de decoración fáciles de poner en marcha y con resultados sorprendentes en poco tiempo.

1. Ordena y manda

¡Una casa limpia y ordenada siempre es más bonita! Por eso, guarda los mandos en un cajón o una funda específica, recoge las revistas, limpia los ceniceros, coloca los cojines del sofá… Cada noche antes de irte a la cama tu salón debe quedar perfecto para afrontar el nuevo día con la mejor cara.

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2. Pon una funda a tu sofá de siempre

Aunque lo de tu sofá y tú es una relación consolidada y todavía le quedan muchos años por delante (uno de calidad suele durar unos 15 años), puede ser que estés cansada de su ‘look’, su tapicería te recuerde a ‘Cuéntame’ o la tela esté algo desgastada y descolorida. Pon remedio de una manera sencilla con una funda y alarga su vida de una manera personalizada. La duda: ¿a medida o ya confeccionada?

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3. Cambia los tiradores, los frentes o las patas de alguna pieza

Renovarse o morir. Nada más sencillo (y estiloso) que sustituir los tiradores, las patas e, incluso, las puertas de alguno de tus muebles. Además, resulta tan fácil que incluso una novata en el arte del DIY puede realizarla. Aprovecha el momento para ser atrevida, porque si el resultado no te convence siempre puedes volver al modelo original.

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4. Empapela un rincón

Hace tiempo que nos hemos rendido al poder y al encanto del papel pintado, como uno de los aliados ‘deco’ con más estilo. No se trata de empapelar tu salón de arriba abajo sino de dar un toque a la pared del sofá, la del rincón de lectura o la del aparador. Como se trata de una pincelada no tiene necesariamente que seguir el mismo estilo o color del ambiente, sino que puede romper con todo y ‘desentonar’ del resto, dentro de unos límites. Además, se trata de un cambio que puedes hacer tú misma, ya que muchas páginas web de venta de papeles cuentan con tutoriales, fáciles de seguir. En la imagen,  un diseño de Patricia Bustos para Tres Tintas.  

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5. Pinta un mueble

Para darle una nueva vida mejor, bastará con pintarlo y encerarlo. Si quieres que posea el encanto de lo envejecido, bastará con lijar un poco los cantos, mientras que si prefieres la originalidad, puedes jugar con dos colores, hacer un degradado, pintar rayas u otros motivos. El ‘chalk paint’ o pintura de tiza es una buena manera de dar una segunda oportunidad a tus muebles de manera sencilla, por norma no necesita imprimación, y ‘low cost’.

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6. Instala una lámpara (o dos) que cree ambiente

Un buen proyecto lumínico no solo logra hacer crecer los metros y resaltar la decoración, sino que, además, embellece nuestros interiores. A veces no es cuestión de cambiar toda la decoración de tu salón sino de crear el ambiente idóneo con lámparas, situadas estratégicamente, que refuercen la iluminación general y brinden una atmósfera más acogedora, como estas de Linea Light. ¡Enciende la luz!

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7. Saca partido a la luz natural

A veces, pasamos por alto lo más obvio: para embellecer un interior, nada mejor que inundarlo de sol. Sin olvidar, que, a más luz natural, más confort y también menos gasto energético. Para ello, antes de nada, limpia tus ventanas para que pase mejor la luz exterior. Puede parecer obvio, pero no lo es. A continuación, deshazte de pesados cortinones que oscurezca la estancia y envuelva todo de un aire lúgubre y ábrelas, para ventilar y oxigenar el ambiente.

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8. Deja hueco para los adornos

No pienses que son accesorios menores porque resultan tan importantes como las piezas principales del estar, siempre que sepas cómo colocarlos. Para que el efecto ‘antiaging’ se note rápidamente no los disperses por el espacio, procura reunirlos (la unión hace la fuerza), combinando recuerdos de tus viajes con fotografías familiares, obras de arte o un jarrón con flores. Ponlos sobre la chimenea, en un mueble a modo expositor, dentro de una vitrina, bajo una ventana…

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9. Di sí sí a las molduras

Puede parecer una contradicción, pero no lo es. Las molduras en poliestireno o poliuretano, pueden adoptar muchas caras, adaptándose a cada estilo, mostrando un diseño sorprendente muy en la línea del interiorismo actual, sin perder nunca su carácter señorial, que no clásico. En Casa Decor 2020 han sido una constante de techos y paredes, luciendo ‘chic’ y realzando la decoración, como en este ambiente diseñado por Ele Room 62 para Bang & Olufsen, que apuesta por la mezcla de estilos y la combinación de texturas, en el que las molduras de Orac Decor son parte esencial. Además, si eres manitas la puedes colocar tú misma.

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10. Una pared ‘half painted’

O lo que es lo mismo, pintada en dos colores. Además de ser tendencia, es la solución perfecta para dar personalidad, hacer más ‘sufrida’ una pared clara, protegerla del roce, elevar (o bajar) la altura del techo, según el efecto que quieras lograr, ocultar desperfectos… Un clásico: pintar la parte de abajo en un tono intenso o divertido como gris, azul o rojo, y dejar la superior en una tonalidad clara o neutra. 

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11. Recupera piezas del pasado

Como el biombo, que vuelve a estar de máxima actualidad, gracias no tanto a su toque ‘deco’, que también, sino especialmente por su carácter práctico en un momento en el que trabajar en casa es la norma. La nueva realidad ha motivado un cambio de escenario en nuestro hogar, incluyendo piezas olvidadas, que nunca pensaste en volver a ver en una vivienda moderna. Eso sí, los nuevos diseños, como estos de Gastón y Daniela, harán que te olvides para siempre de su imagen demodé. Por cierto, los cubreradiadores también dan mucho juego.

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12. Pinta las puertas de paso

Las clásicas puertas de madera echan años a tu salón, incluso si las tienes abiertas para que no se vean. Para que esto no ocurra, píntalas, es más fácil de lo que parece. Antes de ponerte manos a la obra, es preciso desmontarlas, lijarlas, aplicarlas una imprimación y elegir un esmalte o laca, según el efecto que quieras crear. Puedes pintarlas a juego con la pared, para integrarlas y potenciar la sensación de unidad, o en un tono que contraste, haciéndoles ganar protagonismo, como aquí.

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