El cabecero de la cama
Si eres una apasionada de la piel, seguro que te encantan los cabeceros de cama de este material. Son elegantes, modernos y decorativos. Aunque suelen tener el aspecto del cuero natural, suelen ser de polipiel o piel sintética (más resistente y fácil de limpiar). Como regla general, bastará que limpies tu cabecero con un paño húmedo y, si tiene alguna mancha, con una solución de agua jabonosa. En caso de que la suciedad se resista, puedes frotar con amoniaco disuelto en agua o con vinagre blanco.
Un consejo: aunque sea de piel sintética, no utilices para limpiar el cabecero un spray multiusos, limpiacristales o toallitas de bebé. Se podría estropear.