Los cojines son el consorte del rey del salón, el sofá. La estilista de decoración Paloma Pacheco nos da las claves de estilo para escogerlos, colocarlos y combinarlos adecuadamente. ¡Toma nota!
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No subestimes su poder
Aunque forman parte de la decoración efímera, esa que se renueva cada temporada o cambio de estación, son clave en el resultado, ya que alegran un ambiente ‘gris’, proporcionan limpieza visual a un espacio recargado, dan calidez o sensación de frescura, según el momento, y sobre todo crean vida, para que tu casa destile no solo estilo y belleza sino también sentimiento y corazón”, apunta Paloma. En este ambiente del decorador Raúl Martins son el broche perfecto, al integrarse, sin perder personalidad.
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Contraste en geometría
"Una de las fórmulas que más me gustan es introducir en un conjunto de cojines lisos uno o dos con geometrías en blanco o negro, como en esta propuesta de Alhambra (en Pepe Peñalver), o en colores fuertes. Así, otorgamos un plus de carácter al sofá y ganamos personalidad, sin necesidad de sobreactuar en el resto de la decoración del salón”, aconseja la estilista.
Combinaciones que funcionan
“Puedes combinarlos con el resto de la decoración del salón, para que queden totalmente integrados y favorezcan la armonía visual y la sensación de conjunto. O combinarlos, pero luego buscar el contraste, introduciendo algún diseño en un color que destaque y rompa un ambiente perfecto y decorativamente correcto. En este ambiente diseñado por la interiorista Virginia Gasch, los cojines juegan con los tejidos y los estampados de la zona de estar.
Un básico de la decoración efímera
¿Si no puedes cambiar de salón cada temporada por qué no renuevas los cojines del sofá? “Son también una de las maneras más sencillas de crear la atmósfera adecuada, según la estación. Como norma, en invierno escoge modelos de colores cálidos, como mostazas, tierras o naranjas, en lanas y terciopelos, y en verano, frescos o neutros, como turquesas y beis, en algodones y linos”, apunta la estilista.
Sé atrevida
Si en el resto de la decoración de tu casa eres comedida y correcta y todo está medido y combinado 100%, los cojines te permiten sacar a relucir tu vena más atrevida. “Conviértelos en el toque creativo de tu salón. Pueden ser más arriesgados, ya que cuando te canses o necesites un ambiente más calmado, solo tienes que guardarlos hasta nuevo aviso", señala Paloma. Si te quedaba alguna duda, esta propuesta de Vintage Cushions con diseños de Nichollette Yardley seguro que te las disipan.
En sintonía con el ambiente
Para no equivocarte, escógelos siempre de una tela similar a la del sofá, como en este ambiente de Leroy Merlin, o en su defecto a los objetos que lo rodean: la alfombra, las paredes o la butaca que completa el estar son buenos guías. Ir contra ‘el rey del salón’ no suele augurar buenos resultados decorativos, a no ser que seas una verdadera maga en el estilo ecléctico.
A juego con el sofá
Puedes hacer que parezcan uno de los respaldos del sofá o, como en esta propuesta de Morris & Co (en Gancedo), elegirlo con el mismo estampado, pero en otro color distinto. Ten cuidado si se trata de un modelo con motivos, ya que puede recargar el ambiente.
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¿Motivos distintos?
No te obsesiones, no todo tiene que estar casado para quedar bien. Puedes mezclar cojines lisos con otros con motivos, incluso estampados con estampados, siempre que tengan algo que los una. El color o el tejido actúan como nexos.
Ni muchos ni pocos
El número de cojines ideal es difícil de determinar, ya que depende del tamaño del sofá y de los propios cojines. Como norma general, un modelo de tres plazas debe vestirse con cuatro, por ejemplo, es decir uno más que el número de asientos. "Sin embargo, las reglas están para saltárselas, siempre que no ocultes el sofá bajo un manto de cojines", apunta la estilista Paloma Pacheco.
Mezcla formas
Además, de los colores y las texturas, puedes mezclar cojines de diferentes formas: cuadrados pequeños o grandes (50x 50 cm o 65 x 65 cm), rectangulares, redondos… Todos son capaces de hacer más especial tu sofá. Procura que los cuadrados sean los dominantes y aporta dinamismo con el resto, como ocurre en este ambiente de La Redoute Interieurs.
Liso con liso
Los sofás lisos son como un lienzo en blanco y resultan mucho más fáciles de vestir, aunque también, por este mismo motivo, pueden dar como resultado un conjunto algo soso. Para que esto no ocurra, incorpora alguna pincelada atrevida, como la que dan el cojín con un perro y el de color burdeos a este ambiente de Maisons du Monde.