1/10 © Natalia Zubizarreta Interiorismo

Las cortinas son ese elemento textil que no sólo sirve para decorar la estancia, sino que, además, contribuye a crear ciertos ambientes, en función de la luz que permita traspasar y la forma en que aísle ruidos y temperatura. Por tanto, elegir bien el modelo es importante en el resultado final de la decoración. Debes saber qué cortina es la más adecuada para tu dormitorio, la ventana y el estilo decorativo. Sigue esta guía de consejos infalibles.

 

¿Qué forma tiene la ventana?

Puede que se trate de una ventana a media altura o de un ventanal de suelo a techo. De apertura batiente (deja entrar el aire y se abre en la zona superior), oscilobatiente (se abre tanto de forma lateral como inclinada), correderas o incluso de un ventanal fijo. La forma de la ventana, así como la orientación (si el dormitorio recibe sol directo por el  día o por la tarde) influyen en la elección del tipo de cortina. Natalia Zubizarreta Interiorismo ha escogido un estor tipo paqueto para vestir este ventanal corredero de suelo a techo en una tela ligera en color blanco que deja pasar mucha luminosidad. 

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2/10 © Molins Design

La cantidad de luz que recibe la habitación

Si quieres elegir las cortinas perfectas para el dormitorio, piensa en cuánto sol y claridad recibe el espacio. Si es excesivo, puedes permitirte unas cortinas tupidas y en tonos más oscuros. Si por el contrario hay poca claridad, entonces escoge telas ligeras y en colores claros. Molins Design ha vestido la ventana del dormitorio aquí con un estor en tono neutro, que es el que tamiza la luz sin restar luminosidad y caídas más decorativas a los lados.

3/10 © Cartelle Design

Tonos claros en las cortinas, acierto seguro

Recurrir a los tonos claros en las cortinas, ocupando la parte central de la ventana, es siempre un acierto porque la luz entra en el dormitorio tamizada (lo que evita destellos y crea un ambiente cálido y confortable a la vista), sin restar luminosidad. Se aprovecha toda la cantidad de luz. Además, los tonos claros no "tiñen" ni colorean el espacio. Piensa que un visillo en color rojo, aunque sea una tela ligera, dejará pasar la luz pero siempre con un matiz rojizo. Todo el dormitorio parecerá coloreado, alterando las tonalidades de los muebles y del resto de los tejidos. Aquí Cartelle Design ha optado por combinar visillos en el centro del ventanal con caídas algo más tupidas en un tono arena a cada lado. De esta manera, aún sin persianas, es posible oscurecer la estancia echando las caídas.

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4/10 © Harlequin en Pepe Peñalver

Cortinas estampadas para el dormitorio: ¿cuándo elegirlas?

Así como hemos mencionado los tonos neutros son una acierto seguro, también lo son las cortinas lisas, ¿pero cuándo se pueden escoger diseños coloridos y estampados para decorar? Son más llamativos y ocupan más visualmente. Por lo tanto, lo ideal es usarlos en caídas a los lados de la ventana o para vestirla, dejando las piezas recogidas durante el día para que pase la luz. Aunque son muy decorativas las cortinas estampadas, para no saturar el espacio y que te canses de ellas, debes emplearlas en dormitorios decorados con básicos en colores y muebles. Un conjunto que no destaque especialmente, sencillo. Así, las cortinas levantarán el conjunto y lo personalizarán. Según lo que quieras, una combinación más o menos atrevida, debes escoger sólo cortinas llamativas (estampadas y con colores) y combinar la ropa de cama en tonos neutros, en los colores de las caídas, pero en liso, o con detalles estampados idénticos. Mejor con paredes en neutro y lisas. Si las paredes o una de ellas tiene color, entonces deja el estampado para las cortinas y rebaja con ropa de cama en liso.

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5/10 © TG Studio

¿Qué cantidad de tela se necesita para una cortina?

Tan importante como escoger el tipo de tela o su color es que la cortina del dormitorio no se vea ridícula en metros para el ventanal ni demasiado grande. Calcula bien los metros de tela. Mide la ventana de un lado a otro y añade 30 cm más al ancho total. Luego multiplica el resultado por 2 / 2,5 / 3, según quieras una cortina con más o menos frunces. Las más fruncidas son más pesadas visualmente que las que tienen menos frunces. También según el tipo de instalación, la cortina necesita más o menos tela.

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6/10 © Sanderson en Gancedo

El largo ideal para la cortina del dormitorio

Nada de cortinas cortas. Las cortinas no deben levantar del suelo. Al revés, lo ideal es que apoyen ligeramente en el suelo. Lo más habitual es agregar unos 15 cm al largo de la ventana y si quieres que arrastren y se note más el efecto agrega 10 cm más. ¿Te gusta este  efecto? Opta por temas con cuerpo, más pesadas (lino grueso o chenilla, por ejemplo) para las cortinas del dormitorio o bien añade un peso a las telas más livianas (como lonetas, linos, sedas, arpilleras…) para que adquieran peso y no se "vuelen" demasiado cuando la ventana esté abierta.

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7/10 © Natalia Zubizarreta Interiorismo

Formas de colgar las cortinas en el dormitorio

Las cortinas pueden ir colgadas desde el techo o desde la pared. Cuanta más altura tenga el punto del que cuelgan, más estilizado se verá el ventanal. La sensación general será de ganar altura en el dormitorio. Las cortinas se cuelgan de barras o de rieles. Lo habitual es que las barras se cuelgen en el techo o en la pared, y los rieles en el techo, aunque ambos también pueden ir en la caja de la persiana. Las barras son una opción decorativa en sí misma porque el elemento queda visto y se elige el acbado que tiene, así como sus terminaciones. Las cortinas para barras llevan una confección de anillas, ollaos o trabillas. Los rieles no son estéticos y quedan ocultos generalmente en una galería. Permiten manejar más fácilmente la cortina a la hora de echarla o recogerla.

8/10 © Pia Capdevila Interiorismo, decoración y eventos

En cuanto a los estores…

Si te decantas por estores para vestir la ventana del dormitorio, que sepas que pueden ir colgados desde el techo, pared o desde el cajón de la persiana. Si se pegan a la pared es porque la apertura de la ventana es corredera, sin manillas que haya que salvar separando el estor lo suficiente para que no se marque en la tela cuando el estor está bajado. Los tipos de estor son enrollable, paqueto, plegable de varillas o de lamas. Son prácticos cuando hay que salvar un mueble colocado debajo de la ventana o si la cama se coloca delante de la ventana, por ejemplo.

9/10 © Pepe Peñalver

Telas especiales para las cortinas

Debes saber que hay telas de ocurecimiento (como las que habrás visto en muchos hoteles) que permiten dejar en oscuridad el dormitorio. Son prácticas cuando no hay persianas ni contraventanas en la ventana. Puedes escoger un diseño de este tipo de material (también conocido como foscurit) que quede detrás de la cortina vista o que la cara que queda pegada a la ventana sea de este tipo y la vista de una tela más estética. También hay tejidos especialmente pensados para aislar térmicamente cuando el ventanal recibe sol directo durante demasiadas horas al día.

 

En el caso de los estores, como tejido especial conviene destacar el screen, un tejido sintético denominado inteligente que se limpia fácilmente y repele la suciedad. Es perfecto si hay alérgicos en casa porque no absorbe polvo. Además, tiene diferentes grados de apertura, lo que hace que puedas ver más o menos el exterior. Se usa para confeccionar estores enrollables.

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10/10 © Ikea

¿Ventanas de tejado?

Si el dormitorio está situado en una buhardilla o última planta con ventanas de tejado, también hay unas cortinas específicas. Se trata de un diseño -bien en estor o como cortina (vertical)- con características especiales que permiten que no "cuelguen" desde la parte superior de la ventana. Tanto estores como cortinas quedan fijados en unas guías específicas. Pueden ser manuales o eléctricas, lo que resulta  muy cómodo si la ventana está a una altura elevada, ya que te permitirá echar o recoger la cortina desde un mando a distancia.

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