La instalación de cada tipo de suelo
Para instalar un suelo laminado necesitas una superficie dura, lisa y nivelada, como en el caso de un suelo vinílico. Si cuentas con una tarima flotante, deberás retirarla en cualquier caso para instalar tanto un suelo laminado como uno vinílico. Si lo haces sin retirar la antigua, cualquier problema con el suelo existente, tanto de humedades como de movimiento, afectará al nuevo suelo que instales.
Sobre un suelo cerámico puedes instarlar cualquiera de los dos suelos. El suelo laminado requiere de una base previa que se coloca entre el laminado y la superficie, una especie de capa o espuma aislante que también amortigua la pisada. Hay de diferentes tipos (según aislamiento y material) y deberás sumar los metros necesarios al presupuestos. El suelo laminado se instala directamente sobre el suelo, sin capa intermedia.
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