1/10 © John Lewis

Se trata de uno de los accesorios ‘deco’ imprescindibles, ya que, además de ser el broche final para cualquier interiorismo y el complemento con más estilo, proporcionan intimidad, protegen los muebles y el suelo de madera, permiten que la luz se cuele hasta el último rincón, pero mantienen a raya al sol, para que puedas ver la televisión sin reflejos, aíslan para que ahorres en la factura energética, regulan la temperatura…
 

1. No corras riesgos innecesarios

Su elección es complicada y su compra supone un gran desembolso, dada la variedad de modelos y tejidos. Por eso, si tienes dudas y no quieres equivocarte, sé prudente y elígelas en colores neutros. ¡No fallarás! 

2/10 © Pepe Peñalver

2. Hay una cortina para ti

¡Solo tienes que encontrarla! Incluso los que se declaran enemigos acérrimos pueden encontrar un modelo que haga tambalear sus posiciones ‘deco’. “Puedes ir sobreseguro, una cortina blanca o un visillo con una buena caída es garantía de éxito, o arriesgar un poco y dar ese toque capaz de transformar un salón bonito en uno de revista. Aunque tampoco se trata de elegir una tela tan llamativa que transforme tu amor en odio al año de tenerla, sino de elegir un diseño original que aporte su granito de arena a la estancia, pero que sea capaz de gustarte siempre. ¡Las hay!”, afirman desde Pepe Peñalver Madrid. Las de la imagen pertenecen a la colección Momentum de Harlequin

3/10 © Gastón y Daniela

3. No tengas prisa

No empieces la casa por el tejado ni la decoración de tu salón por las cortinas, si no quieres equivocarte. Espera a tener todo montado para ver qué piden tus ventanas, ve varias veces a la tienda y pide ayuda si te cuesta decidirte. También es importante que tengas en cuenta tanto la forma de la ventana como la cantidad de luz que entra, para que busques unas más o menos tupidas, solas o acompañadas... La de la imagen es de Jane Churchill, en Gastón y Daniela. 

 

 

4/10 © Gancedo

4. Sé generosa con la tela

Mejor que se vea una cortina potente y con tela extra, como esta de Morris & Co (en Gancedo), que raquítica que apenas cubra el hueco de la ventana. Mide, añade 30 cm de ancho más y calcula, o que te calculen, los metros que necesitas en función del número de frunces que vas a hacer. De todas maneras, aunque el precio se incrementa, resulta más conveniente que un profesional mida y las instale, así no habrá sorpresas ni imprevistos.

5/10 © K.A. International

5. El largo perfecto

Aunque es mejor pasarse, por si al lavar encogen algo, que quedarse corta, y nosotros siempre apostamos porque apoyen sobre el suelo, no todo es tan sencillo como parece, ya que la caída de la tela es parte importante del efecto final. Si tienen caída, pueden, incluso, posarse 10 cm sin perder ni un ápice de elegancia, como en esta propuesta de K.A. International, mientras que si se trata de tejidos con menos cuerpo, mejor que arrastren menos (2-5 cm es suficiente), para que no pierdan el plus de estilo. En est

6/10 © Designers Guild

6. El acabado también importa

Si las cortinas van en una barra, la forma de colgarlas también dirá mucho en el efecto final. Los lazos tienen un punto romántico, las anillas son perfectas en ambientes rústicos, las trabillas en modernos o en casas de ‘millennials’… Por cierto, la barra debe colocarse unos 25 cm por encima de la ventana. También puede ir en el techo, si la estancia no tiene mucha altura. Si optas por un carril que no puede colocarse en el techo y no hay moldura que lo tape, una buena idea es colocar un bandó.

7/10 © Laura Ashley

7. ¿Lisas o estampadas?

En este tipo de elección, entran en juego muchos factores. Hay personas que huyen de los estampados, por temor a cansarse de ellos y a la necesidad de combinarlos al milímetro con el resto de la decoración, mientras otras no dudan de que se trata de un valor decorativo al alza. Independientemente de tus gustos y de tus ganas de arriesgar, los estampados grandes lucen si el espacio es proporcional, mientras que las lisas aman tanto salones espaciosos como pequeños.

8/10 © Gancedo

8. Solas o combinadas

Depende, como dice la canción. Depende de las dimensiones del salón, pero también del tamaño y el número de ventanas. En estancias XL con grandes ventanales, puedes optar por una única cortina, que creará un resultado más moderno y actual, o acompañarlas con estores o visillos, si tu estilo es clásico o buscas un plus de calidez, como en esta propuesta de Sanderson, en Gancedo. Los estores son siempre buenos aliados en espacios pequeños, no lo olvides.

9/10 © Pepe Peñalver

9. En buena sintonía

“Con la decoración o con los perfiles de las ventanas. Si tus paredes son blancas, unas cortinas de ese tono darán continuidad visual, integrándolas en el espacio y creando sensación de amplitud. Otra opción es buscar la sintonía con las piezas principales del salón (los complementos pueden cambiarse sobre la marcha). Y, aunque no lo parezca, el color de la carpintería también tiene algo que decir. Por ejemplo, si es oscura (una opción muy actual), deberás tener cuidado para que no se vea tras un visillo casi transparente”, recomiendan desde Pepe Peñalver Madrid. La de la imagen es de Lizzo

10/10 © Marimekko

10. Últimas tendencias

La multitud de diseños y formas de colocación contribuyen a crear un catálogo amplio y variado, en el que perder la cabeza, y las horas, buscando la cortina perfecta. Aunque, al margen de los tejidos naturales en colores claros (siempre a la moda), se llevan los estampados geométricos, como el de Marimekko, las flores en tamaño XXL y los motivos étnicos. Respecto a la confección, las pinzas triple y la tabla clásica lideran las primeras posiciones. Eso sí, la calidad del tejido es en cualquier caso requisito imprescindible. 

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