1/11 © Meister

Iluminan, aportan calidez, hacen crecer los metros, se integran bien en cualquier estilo decorativo... Los suelos de madera blancos, incluyendo en esta selección a los laminados, tienen mucho que ofrecer a la decoración de interiores actual. Descubre nuestras 11 razones. 
 

1. Por su calidez

Y su capacidad para crear una atmósfera hogareña, que te hace pensar en castañas asadas, mercadillos navideños y una tarde de domingo frente a la chimenea. Este de Meister de lamas XXL lucen especialmente en salones o estancias amplias, donde muestran toda su espectacularidad. 

2/11 © Listone Giordano

2. Por su luz

Brillante y potente, tanto que en algunos casos, como en el de esta propuesta de Listone Giordano, recuerda al mármol pulido y reluciente. Los parqués de maderas casi blancas (el blanco puro no existe en la naturaleza) poseen una elegancia innata, que les permite conservar su porte aristocrático, actualizando su 'look'. 

3/11 © Bemz

3. Por su aire 'boho'

Algo hippie, los interiores como este de Bemz inundan Pinterest. Imitados y copiados hasta la saciedad, son siempre buenos acompañantes de los tejidos y las fibras naturales. Para redondear el conjunto, no olvides la manta en el sofá, una alfombra bereber y alguna planta, que dé color y comunique el interior de casa con el jardín o la terraza. 

4/11 © Affari

4. Por dar un toque 'chic' al rústico

Mostrándonos que el blanco también tiene cabida en nuestras casas de campo actuales. El parqué blanco aporta el grado de sofisticación que necesita un interior rústico, donde predominan los materiales naturalesy en el que la madera, clara y oscura, se apodera de casi todos los elementos de la estancia. Bien acompañado, como en este ambiente de Affari, es garantía de éxito. 

5/11 © Home24

5. Por su carácter nórdico

Si piensas en un estilo decorativo que funcione con un parqué blanco inmediatamente te viene el nórdico. Se trata de una de las decoraciones con las que se siente más cómodo, porque posee las señas de identidad de esta estética: sencillez, luminosidad, calidez y funcionalidad. Un binomio que adora las plantas, los muebles de madera y los tejidos naturales. 

6/11 © The French Bedroom

6. Porque lleva paz al dormitorio principal

Y ayuda a crear una habitación en calma, donde descansar y recargar las pilas. En esta propuesta de The French Bedroom adquiere un elegante clasicismo, debido al cabecero de capitoné, la mesilla de noche y las molduras decorativas. Pero según cómo lo acompañes puede integrarse en estilos modernos, minimalistas, nórdicos...

7/11 © Nordal

7. Porque no tiene complejos

Y se muestra igual de seguro en la cocina, el cuarto de baño o un rincón de lectura. La clave de su éxito se encuentra en los muebles y colores que lo acompañan, mostrando, por ejemplo,  una versión más desenfadada y fresca en una habitación infantil, con rojos o azules; o glamurosa y elegante en un salón, si se combina con azules y verdes intensos y pinceladas doradas. 

8/11 © Quick-Step

8. Porque combina con todo

Y no teme al paso del tiempo. En este ambiente de Quick-Step muestra su cara más moderna y atrevida, mezclándose con piezas negras, en un binomio (el 'black-white'), que siempre tiene mucho que aportar a la decoración actual. Además, al ir a juego con paredes y techo se multiplica la sensación de amplitud y se favorece el paso fluido de la luz. 

9/11 © Norsu Interiors

9. Porque se puede pintar

Y lo puedes hacer tú misma. Para empezar, puedes probar con hacerlo en un dormitorio y si el resultado cumple las expectativas, seguir con el resto de la casa. El 'chalk paint' o 'pintura de tiza' es una opción fácil y rápida de aplicar. ¿Cogemos la brocha?

10/11 © Muuto

10. Por su sencillez

Y su falta de interés en ser protagonista de los espacios, que no le restan, sin embargo, valor en la decoración de la casa. Es un secundario de lujo, que acompaña al mobiliario, de manera silenciosa, pero efectiva. En ambientes minimalistas, como este de Muuto, es todo un acierto. 

11/11 © Barlinek

11. Por su capacidad integradora

Que permite su uso en toda la casa, creando continuidad y comunicación visual entre las diferentes estancias, de una manera sencilla y visualmente impactante. El parqué blanco presenta, frente a otros pavimentos continuos, la belleza de la imperfección con sus nudos, sus juntas y sus vetas. Y es ahí, donde radica su mayor atractivo. 

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