Una auténtica sorpresa. Si pensabas que la vivienda neoyorquina de Kim Kardashian y Kanye West iba a ser recargada, ‘glam’ y con mucha curva, estabas equivocada, ya que se trata de un apartamento minimalista, decorado en tonos neutros, con el blanco como color dominante, el empleo de materiales naturales y mucha luz natural. Pero al contrario de lo que pueda parecer es una constante en sus viviendas, ya que todas sus residencias, salvo el rancho que acaban de comprar en Wyoming, apuestan por una decoración de interiores sencilla, limpia y austera. La pareja lo acaba de poner a la venta por 4,2 millones de euros. ¿Entramos?
Diseñado por el reconocido arquitecto y diseñador, Claudio Silvestrin, uno de los padres del minimalismo, y situado en el histórico (y famoso) SoHo neoyorquino, este piso de un solo dormitorio y 200 metros cuadrados, en su día fueron dos apartamentos, es un ejemplo de como la sencillez, el orden y la armonía entre los distintos elementos puede dar lugar a espacios serenos, donde sentirse relajado y en paz. Poco tiene que ver con la provocación y el espectáculo que rodea a la famosa pareja (solo hay que pensar en el ‘look’ de Kim en la gala del MET), aunque quizás este estilo sea más propio del rapero, que en 2015 lanzó una colección de prendas, inspirada en los apartamentos del arquitecto italiano.
La zona pública se establece alrededor de un espacio único, que alberga salón, comedor y cocina, ambientes que conviven en una total armonía, gracias al empleo de los mismos colores, claros y suaves, y a la sencillez del mobiliario, en el que destaca una escultural mesa de centro de piedra. La luz es, sin duda, otro de los elementos principales del proyecto de Claudio Silvestrin. Con 13 ventanas de gran tamaño ofrecen, además de bellas vistas de la ciudad, un plus de calidez y amplitud, favoreciendo la limpieza y el ‘silencio’ que otorga mayor importancia a lo no material, creando atmósferas de aire zen.
Los techos de tres metros de altura amplían las dimensiones de este espacio común y ofrecen el lienzo perfecto para albergar distintas obras de arte en sus paredes. La zona de comedor se delimita del resto del ambiente único, mediante una alfombra de fibras naturales, mientras que una gran mesa blanca y ocho sillas negras completan el conjunto.
Una espectacular isla de piedra, que alberga barra de desayunos, zona de cocción, y fregadero, se erige como protagonista principal de la cocina, que cuenta con muebles de madera de peral y pavimento de piedra caliza francesa. Los electrodomésticos son de Subzero y Miele, mientras que la placa de Gaggenau. “La resistencia de los materiales les hace eternos al margen de las modas”, argumenta el arquitecto italiano en su web y al contemplar este diseño nos rendimos a su filosofía.
Ubicado en un cuarto piso de un edificio de nueve, al entrar al ‘loft’ de Kim Kardashian y Kanye West te inunda una sensación de serenidad inmediata. Un pasillo blanco y curvo, quizás la única concesión a esta forma en toda la vivienda, te lleva directamente al espacio común. Iluminado de manera tenue, a pesar de su estrechez, está perfectamente aprovechado, ya que cuenta con almacenamiento de suelo a techo, cuidadosamente oculto.
La sencillez y la sobriedad de este piso neoyorquino no significa que sea simplista ni que carezca de todos los lujos y comodidades de una casa moderna, ya que incorpora un sistema de domótica de última generación, que hace la vida más cómoda y segura a sus habitantes.
El amplio dormitorio, que integra cuarto de baño y zona de armario, mantiene ese espíritu minimalista y austero del resto de la vivienda. Para dotarlo de una mayor calidez, se ha revestido de piedra la pared del cabecero, se ha colocado una mullida alfombra, se ha elegido ropa de cama en cálidos tonos camel y mesillas de noche en madera oscura. Además, para recalcar el lado práctico de este estilo, se ha diseñado un mueble bajo la ventana, que ofrece capacidad de almacenamiento extra.
Con armarios de suelo a techo, la zona de vestidor se establece en un pasillo con abundante luz natural, gracias a una de las ventanas del dormitorio. Sus puertas de madera aportan un plus de calidez, que reduce visualmente la altura del techo y rebaja la frialdad del blanco inmaculado.
En el cuarto de baño, destaca una isla de piedra, que reproduce el concepto visual de la cocina y que organiza la rutina diaria alrededor de ella. Los materiales nobles y la cálida luz natural, junto con los detalles y adornos, ayudan a crear un ambiente ideal para desconectar después de un largo día.