1. La mezcla funciona
Tanto en términos estéticos como de eficiencia. Por muy espectacular que sea la luminaria que has elegido, siempre necesita acompañantes que potencien su magia. Al combinar diferentes tipos de luz en una estancia (general, ambiental y puntual) estás creando una atmósfera enriquecedora, con volúmenes que resaltan materiales y superficies. Opta por una perimetral y una de pie, por ejemplo, creando un rincón de lectura en el salón.
2. Juega con las texturas
Y, por supuesto, con los colores claros, ya que multiplican y expanden la luminosidad a todos los rincones. Al optar por el blanco o los neutros menos intensos para paredes y techos haces estas estancias mucho más luminosas, repartiendo mejor la luz natural que entra por las ventanas. En esta propuesta de K.A International, las telas creadas por Tomás Alía refuerzan ese efecto y aportan un plus de estilo.
3. Vivan los Led
Por su capacidad para alumbrar sin gastar y adaptarse, gracias a su tamaño y a que no se calientan, a cada situación, ofreciendo siempre la mejor solución. Si tienes dudas, piensa que, aunque son más caros, consumen 10 veces menos (hasta un 85%) y tienen una vida útil de hasta 30.000 horas. ¿Te queda alguna duda? Si es así, no lo dudes y elige modelos de calidad: notarás la diferencia, como esta lámpara de Lignalux.
4. Saca partido a la natural
Y deja que fluya y pase de un ambiente a otro e, incluso, de una habitación a otra. Facilítale el recorrido con ventanas vestidas con ligeras cortinas o tabiques de cristal que dejan que llegue hasta el último rincón. No olvides el poder de los espejos, ya que, colocados cerca de una ventana, reflejan la luz que entra por ella y potencian la sensación de luminosidad. La lámpara de techo es la Discocó de Christophe Mathieu para Marset.
5. La domótica también suma puntos
Y muchos. Una casa que permite controlar el encendido y apagado de su iluminación no solo contribuye a rebajar nuestra factura eléctrica sino que, al mismo tiempo, nos hace la vida más cómoda y segura. Los detectores de presencia en las zonas de paso son una de esas cosas que no valoras hasta que no la tienes. Al igual que los reguladores de intensidad, que permiten disfrutar de la cantidad de luz que necesitas, según el momento. En esta propuesta de la interiorista Katerina Lashmanova, la iluminación es parte esencial de la decoración de interiores.
6. Bien distribuida
Tan importante como la luminaria y la potencia elegida es la forma de organizarlas en el hogar. Bien distribuidas en el espacio ayudarán a optimizar el consumo y enriquecerán las estancias. Si iluminas cada zona dentro de un espacio compartido, la cocina del comedor o el office, por ejemplo, podrás usarlas de forma independiente, lo que además resulta muy cómodo en tu día a día.
7. Las auxiliares existen… ¡Úsalas!
En el escritorio, el rincón de lectura, la zona de los sofás, los lados de la cama… Hay tareas y actividades que no precisan de una luz general potente para realizarse adecuadamente. Por eso, unas lámparas de sobremesa o de pie te brindarán la iluminación que necesitas, sin elevar apenas el consumo. Además, si las colocas estratégicamente, podrás jugar con ellas, según la hora y el momento, como en este ambiente de Delightfull.
8. Mejor en las paredes
Si puedes, muchas veces no es posible, coloca los puntos de luz en las paredes en lugar de en el techo, como en esta propuesta de Foscarini. Así harás que el haz de luz se proyecte en el eje vertical de la estancia, en lugar de en el suelo, logrando mayor luminosidad, sin encender más lámparas.
9. A la distancia idónea
Es importante tener en cuenta el número de habitaciones de una vivienda, instalando un punto de luz cada 10 metros cuadrados. De la misma manera, si vas a colocar halógenos empotrados, debe haber una distancia entre ellos de mínimo un metro, porque instalar más resulta, además de innecesario, caro para tu bolsillo. La Tube de Ichiro Iwasaki para Vibia brinda una solución perfecta para el hogar, ya que su sistema modular permite personalizarla a la medida del espacio y las necesidades.
10. Con la cantidad justa de luz
A la hora de planificar la iluminación de tu vivienda, debes tener en cuenta el uso de cada estancia para calcular, así, la cantidad de luz que necesita. De esta manera, la colocación idónea de focos reducirá el consumo, logrando además mayor comodidad. En la cocina, por ejemplo, necesitas más cantidad y potencia que en el dormitorio, donde precisas una luz más cálida y suave, como la que proporciona Mood de Nahtrang para Faro Barcelona.