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Para que no tengas dudas a la hora de elegir entre una y otra, te enseñamos cuáles son los pros y los contras de cada una y te indicamos en qué casos es mejor solución una litera o una cama nido. ¡Lo tendrás claro!
 

Di sí a las literas por...
 

Su encanto natural

Las literas poseen un imán para los más pequeños de la casa, ya que suelen verlas no tanto como parte del mobiliario sino un elemento más de juego y diversión, especialmente si es el afortunado de dormir en la de arriba. Además, las encuentras disponibles con forma de barco, casa de princesas… Para que la diversión continúe, incluso cuando duermen.

2/11 © Ikea

Son perfectas para compartir

Como están en la misma verticalidad, una encima de la otra, ocupan menos metros en el dormitorio, las hay hasta de 90 cm de ancho. Eso sí, siempre debes tener en cuenta el alto de tu techo, para que quede espacio suficiente en la litera superior y no resulte incómodo y dejar libres unos 60 cm entre la cama y el techo y unos 75 cm para que el niño que duerme debajo no se golpee al incorporarse. Esta es de Ikea

3/11 © Lasan Decoracion

Sacan partido a los dormitorios alargados y estrechos

Las literas, como estas de Lasan Decoracion, son la opción más idónea en este tipo de habitaciones infantiles, ya que no necesitas sacarlas, como ocurre con las cama nido. Si las eliges abatibles, puedes tenerlas plegadas durante el día, de manera que te queden metros libres para una zona de juegos o un rincón de estudio más amplio. Además, muchas tienen un corcho que pueden decorar a su gusto o una pizarra donde dar rienda suelta a su creatividad o como apoyo para hacer los deberes.

4/11 © GAN

Son el sueño de los comodones

Si uno de tus hijos es de los que no hace la cama o de los que por no levantarse por la noche, es capaz de no ir al cuarto de baño, está claro que tener que sacar la cama inferior le supondrá un esfuerzo añadido. ¡No se lo hagas pasar mal! Una litera encaja mejor en su estilo de vida. 

5/11 © Zalf

Disponen de ‘modo sofá’

Si no se trata de una habitación infantil compartida, y no necesitas dos camas, puedes convertir la cama inferior en un práctico sofá, para leer un cuento cómodamente, charlar con los amigos o escuchar música sin interferencias del resto de la casa.

6/11 © KSL Living

Di sí a las camas nido por...
 

Son idóneas para habitaciones 'XS'

Si las dimensiones de la habitación infantil son reducidas y la comparten dos hermanos, el modelo nido permite disponer de dos camas en el espacio de una (ocupan 80 cm de ancho y 40 cm de paso). Lo único que debes tener en cuenta es que debe haber espacio suficiente (unos 120 cm libres) para sacar la de abajo y separarla lo suficiente para que duerman cada uno en la suya. Algo que agradecerán, especialmente cuando van creciendo.

7/11 © Studio Sirio

La opción más segura para los más pequeños

Cuando tienen menos de cinco años, la litera puede tener algún peligro, tanto a la hora de subirse y bajarse como durante el sueño, ya que, aunque pongas una barra de seguridad, los niños a esas edades suelen moverse mucho y podrían caerse. Mientras que las nido son el paso natural de la cuna, con o sin barrera lateral.

8/11 © Kibuc

Para fiestas de pijama

Cuando son pequeños, suelen invitar a algún amigo (o a varios) a dormir, por lo que nunca está de más disponer de una cama extra, como esta de Kibuc. En el caso de que sean dos, puedes unirlas y hacer una grande para compartir. También es una buena opción si necesitas que la abuela, que está haciendo de canguro, se quede a dormir una noche.

9/11 © Lagrama

Con espacio para guardar

Hay estructuras compactas, como esta de Lagrama, que además de cama, pueden integrar cajones para guardar juguetes, sábanas, libros del curso anterior que no quiere tirar... Esta solución resulta muy práctica para mantener el orden en su espacio, sin tener que recurrir a colocar más armarios o módulos auxiliares.

10/11 © Kibuc

Si necesitas una zona de juegos

Y no te sobran los metros cuadrados, las nido sacan mayor partido al espacio disponible, ya que, mientras no las usas, te permiten contar con una zona de juegos o de escritorio, en función de la edad y sus necesidades. Además, visualmente resultan mucho más ligeras y ayudan a desahogar la habitación.

11/11 © Lasan Decoracion

Para dormitorios juveniles

Aunque no existe una regla que determine el momento, lo cierto es que a medida que crecen los adolescentes ven las literas como la cama de cuando eran pequeños y prefieren una nido, mucho más práctica para sus nuevas necesidades. Sin olvidar, que son mucho más fáciles de hacer.

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