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Tanto si se trata de un hogar habitual como de una segunda residencia, una casa de campo es un lugar especial que tiene sus propios códigos de decoración. Eso no quiere decir que no podamos salir del estilo rústico, pero si no queremos romper la armonía del entorno es aconsejable seguir algunos consejos a la hora de ponerte manos a la obra con el interiorismo. Los colores cálidos, la luz, la naturaleza… deben mantenerse presentes. En este ejemplo, puedes ver cómo se ha mantenido el aire clásico gracias a los muebles o los butacones, que tienen su justo punto de tendencia gracias al desgastado y el color. Aprovecha vigas de madera a la vista y paredes de piedra, y opta por suelos con efectos naturales.

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Permite la entrada de luz y genera espacios abiertos. La madera siempre será un material con el que acertarás, que puedes combinar, como en este ejemplo, con metales y notas industriales, en forma de lámparas o banquetas. Es importante que integres la naturaleza del exterior en los espacios interiores, algo que conseguirás con plantas y flores.

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Este es un ejemplo de cómo puedes crear un espacio clásico y rústico sin perder de vista las tendencias. El marco del espejo y el 'print' botánico del mueble de cajones combinan a la perfección con el escenario de piedra, el primero en contraste y el segundo en armonía. Con paciencia y un poco de destreza, puedes reciclar un sinfonier con papel pintado.

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Lo interesante en este tipo de decoraciones es no perder la esencia campestre y rural del espacio en el que se encuentra la casa. Este ejemplo mantiene un aire de casa de pueblo, que se moderniza con detalles como la cuerda a modo de barandilla en la escalera o una lámpara retro-chic de metal.

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Los espacios exteriores también dan mucho juego. Este estilo, por ejemplo, combina elementos safari y 'animal print' con otros que suavizan la escena, como las flores o los textiles, así como los materiales naturales de mimbre y madera

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Si no cuentas con un amplio espacio de jardín o patio pero sí con un pequeño porche o terraza también puedes crear rincones preciosos como este. Muebles sencillos, mucha vegetación –por qué no, un huerto urbano- y el tono azul como hilo conductor del interiorismo, gracias a textiles y la pintura de ventanas y puertas

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Por supuesto, no hay que olvidar los dormitorios. Materiales como el lino y colores naturales y tierra serán un acierto. Apuesta por una habitación cálida, sin artificios en la que se respire paz y pureza. Un canapé de madera natural, mesillas de troncos, lámparas de esparto y ramas naturales, como en la imagen, es una gran apuesta.

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