1/15 © Alno

Si estás pensando en cambiar el suelo de tu cocina y no sabes por dónde empezar, haz mentalmente este cuestionario:

1. ¿Lo vas a colocar sobre el que tienes? Así descartarás algunos materiales. Piensa que los de microcemento, vinilos y algunos laminados pueden instalarse sobre el que tienes e, incluso, llevártelos cuando te mudes.

2. ¿Qué color, textura y acabado buscas? Son tres aspectos que incidirán directamente en el estilo de la estancia.

3. ¿Y el tamaño? Aunque parezca un aspecto menor, los formatos XL y XXL son solo aptos para espacios sin problemas de luz ni metros cuadrados.

Una vez elegido el ideal y, antes de lanzarte a comprar, echa un vistazo a los muebles y la decoración de tu cocina e imagínatelo puesto. Es la prueba definitiva.

2/15 © Ferm Living

Un porcelánico en dos colores

Muy resultón, los dameros en blanco y negro dan mucho juego, estilísticamente hablando. Además, como se trata de un porcelánico estamos ante un material higiénico, fácil de limpiar y muy, muy resistente. Impondrá una nota de color a una cocina blanca e imprimirá personalidad a un ambiente demasiado ‘profesional’, donde el acero vista las superficies de trabajo.

3/15 © Dekton

Un ultracompacto sin miedo a nada

Ni a las altas temperaturas, la abrasión, el calor, tres (o más) niños corriendo, el sol, las manchas… Dekton reúne un buen número de cualidades para triunfar, especialmente, en la cocina. Además, sus distintos espesores (desde 8 mm) permiten gran variedad de usos. En su tonalidad Milar es perfecto para una estética industrial, aunque también puede dar mucho juego en ambientes ‘vintages’ o rústicos, poniendo su toque más vanguardista.

4/15 © Peronda

Un cerámico con aspecto de madera

Este pavimento reúne lo mejor de dos materiales potentes: la resistencia y la durabilidad de la cerámica y la belleza, estilo y naturalidad de la madera. Una opción lograda, que imita la textura, las vetas e, incluso, el tacto para que, no solo parezca que es madera, sino que (casi) lo sea. Además, en este ambiente de Peronda sirve para romper las barreras ‘indoor & outdoor’ y sacar el interior fuera de casa, especialmente ahora que llega el buen tiempo.

5/15 © Quick-Step

Un laminado con mucho tirón ‘deco’

Pon un laminado en tu cocina y habrás conseguido un pavimento para toda la vida (hablamos de 25 años) o, al menos, durante el tiempo que te dure su amor por él. Estamos ante un material con el aspecto, el tacto y el efecto de la madera, pero sin sus ‘pequeños’ inconvenientes. Resistente, fácil de mantener y lleno de posibilidades decorativas, este de Quick-Step está protegido con un tratamiento extrapotente frente a las rayaduras, las manchas y la humedad. Eso sí, reserva las tonalidades oscuras para espacios medianos y grandes y con buena luz natural.

6/15 © Rastelli

Con brillo propio

Los suelos brillantes ayudan a crear atmósferas impactantes, aunque también muestran, sin recato, cualquier mancha o suciedad. Por eso, son malos compañeros si eres una fanática de la limpieza o tu cocina es el corazón de la vida familiar y está siempre llena de gente (mascotas, incluidas). Los mates tampoco nos convencen, por el mismo motivo, así que, ante la duda, prueba un satinado. Eso sí, si buscas una atmósfera lujosa y exclusiva, estás ante tu mejor aliado. En este ambiente de Rastelli se ha combinado con una tira dorada que hace las veces de cenefa y que repite la misma combinación que los muebles de cocina. Un toque sorprendente que eleva el suelo al Olimpo del buen gusto.

7/15 © Azteca

Gres porcelánico: un clásico, un básico

No necesita presentación porque, aunque ha estado algún tiempo en el olvido, siempre ha sido (y será) el ‘rey’ de las cocinas y los baños, con permiso del resto de materiales. Resistente, duradero y tan versátil como tú quieras, su falta de mantenimiento hará que te olvides de él, a la hora de limpiar la casa. Es, sin duda, una elección que piensa en ti. El Sweethome de Azteca recupera, además, una de las tendencias que han vuelto a casa este año: el terrazo.

8/15 © Original BTC

Mármol: un toque de exclusividad

Atemporal, elegante, resistente y exclusivo, el blanco pulido encabeza el ranking de los más demandados para esta estancia. Además, aunque luce en todo su esplendor en ambientes clásicos, lo cierto es que en nórdicos o contemporáneos logra una versión de sí mismo atípica, pero, sin duda, encantadora, como ocurre en esta coqueta cocina con la lámpara cerámica de Original BTC.

9/15 © Hisbalit

Un mosaico con aire retro

Eso sí, piensa que cuando el suelo tiene una gran carga decorativa, como ocurre en este ambiente de Hisbalit, debes apostar por un mobiliario de líneas sencillas y depuradas, que eviten cualquier atisbo de saturación. 

10/15 © Aran Cucine

Microcemento: un continuo con chispa

Es el más moderno de la casa, el compañero Ideal en cocinas abiertas y con aire de ‘loft’. Pero, además de su poder estético, no hay que olvidar su carácter práctico: antideslizante, impermeable y muy resistente, no tiene juntas y está disponible en infinidad de colores, por si quieres jugar con el ‘efecto parchís’. Eso sí, busca un profesional especializado, es más complicado de lo que puede parecer.

11/15 © Schmidt

Baldosas hidráulicas

Poseen encanto y chispa y evocan el ambiente de las cocinas de antes, con deliciosos guisos en el fogón. Solo un detalle, si te decides por este pavimento, recuerda protegerlo con un tratamiento especial que selle sus poros y le haga menos poroso y proclive a estar sucio.

12/15 © Gala

A imagen y semejanza de la piedra natural

Pero con las cualidades y las bondades de la cerámica. Con un acabado satinado y reproduciendo fielmente el granulado, las vetas y la textura del material natural, la colección Eterna de Gala está disponible en cuatro tonos y una gran variedad de formatos, para adaptarse mejor a tu espacio, sea cual sea su tamaño y estilo. 

13/15 © Miele

En tonos neutros

Lo sentimos, adoramos los suelos blancos impolutos porque, además de hacer crecer los metros y multiplicar la luz, transmiten sensación de limpieza. Pero en la cocina están lejos de ser un buen aliado, especialmente si haces mucha vida en ella, ya que las manchas y la suciedad se vuelven más visibles. Si no quieres renunciar a su potencia visual, lo ideal es que elijas superficies texturadas, que, al menos, las disimulen. O que directamente, apuestes por tonos menos puros.

14/15 © José Hevia

En madera, ¿por qué no?

No renuncies a su calidez ni a su capacidad para crear sensación de hogar. Eso sí, mejor si eliges una variedad dura o con un tratamiento permeable, que le asegure una larga (y buena) vida entre fogones. En maderas claras y medias, como las de este pavimento de Listone Giordano, te ayudará a crear un ambiente contemporáneo, perfecto para una vivienda urbana.

15/15 © Abimis

En formato XXL

Además, de un criterio puramente estético (resultan más espectaculares y modernos), los grandes formatos cumplen uno práctico, ya que al reducir notablemente las juntas de unión de las superficies son más depurados e higiénicos. Y, ya puestos, procura elegir un modelo liso, ya que cuanto más rugoso sea el pavimento, más difícil será de limpiar y más suciedad atraerá.

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