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Es la habitación de la casa más personal y el refugio en el que descansar. ¿Sabías que la distribución, los olores, la ropa de cama, incluso, los olores afectan a tu descanso? Decóralo para que sea un templo del relax.

 

Siéntete a gusto con la decoración

Haz que el dormitorio sea muy tú. Para descansar bien debes sentirte cómodo y a gusto con lo que ves. Que te guste cada rincón. Escoge un papel pintado que te fascine, como este de la firma Sanderson de venta en Gancedo; una cómoda heredada y recuperada que ponga el sello de distinción, o unos cojines de capricho.

El objetivo de este artículo es que seas consciente de todos esos detalles que incluyen en el descanso porque su calidad afecta a nuestra salud y bienestar. No vale solo con dormir sin más sino que hay que conseguir que esas horas de sueño sean realmente buenas y provechosas, que garanticen un descanso reparador para afrontar cada día con la energía necesaria.

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Primera regla: fuera interferencias tecnológicas

Hoy, con el boom de la tecnología y el uso del móvil en cualquier parte, en lo que más insisten los especialistas es en la necesidad de dejar la tecnología fuera del dormitorio. No se trata solo de intentar no mirar las redes sociales ni el correo electrónico justo antes de irnos a la cama -que también- sino de no dejar el móvil encendido a la mesilla. Es importante que durante las horas de sueño y descanso no haya ondas electromagnéticas que lo alteren. Esas ondas están muy relacionadas con el wifi, bluetooth y con los aparatos electrónicos en general. Es recomendable apagar el televisor, si hay en el dormitorio, también “del botón”, es decir, debe queda en off por completo, sin pequeñas luces rojas encendidas. Si puedes, evita instalar el router en el dormitorio y, en otro caso, apágalo siempre antes de ir a dormir para descansar bien.

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La importancia de ventilar cada día el dormitorio

Aunque sea una tarea que realizas por la mañana, está muy relacionada con el descanso de calidad ya que ventilando se logra una atmósfera saludable: se renueva el aire que respiras. Una habitación limpia y saludable favorece el descanso. Bastan 5 minutos para renovar el aire. Lo ideal es ventilar por la mañana antes de hacer la cama de manera que las sábanas también se refresquen y aireen. Se debe ventilar el dormitorio a diario, incluso, en los meses más fríos. Son solo unos minutos en los que debes apagar la calefacción para no desperdiciar nada de energía. En verano, lo mejor es hacerlo a primera hora de la mañana antes de que empiece el calor.

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Una iluminación orientada al descanso

Nada de luz general ni demasiado blanca o estridente. La iluminación ayuda a nuestro cuerpo a tomar conciencia de que debe relajarse. De ahí que sea aconsejable antes de ir a la cama ya tener en cuenta el factor 'luz' para relajarnos. Esta idea está relacionada con el ritmo circadiano, el responsable de regular las características físicas y mentales que nos ocurren a lo largo del día. No es ni más ni menos que el reloj biológico, que está controlado por el hipotálamo del cerebro. Así que en el dormitorio la luz debe ser suave y cálida. Usa mejor lámparas de mesa sobre la mesita de noche o apliques de pared. Puedes leer en la cama antes de irte a dormir con un foco puntual que te facilite la lectura y la correcta visión, pero ese foco solo ilumina tu zona de la cama y del libro, concretamente. No es una luz general intensa. El dormitorio debe permitir también crear oscuridad cuando lo precises, bajar persianas o correr cortinas para obtener el nivel de oscuridad deseado.

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5/10 © Dylan Lark

Cuida la climatización y aislamiento del dormitorio

Uno de los aspectos que hará que logres un descanso reparador en el dormitorio y que te levantes cada día renovado es la temperatura. Tan malo es pasar frío como calor. Ten en cuenta que nuestro cuerpo regula la temperatura durante la noche, que contamos con sábanas, colchas y edredones para echarnos por encima y que basta con una temperatura de 21º C en verano y 19º C en invierno. En esa climatización interfiere también el aislamiento de la habitación que favorecerá la retención de la temperatura. Pero el aislamiento también está relacionado con el ruido. Lograr un dormitorio tranquilo pasa por dejar fuera los ruidos. ¿Cuántas veces se escucha la voz del vecino cuando estás en silencio o el ajetreo de la calle? Pues esa contaminación sonora no te ayuda a descansar, aunque logres dormirte porque te hayas acostumbrado a vivir con esos ruidos.

Puedes aislar las paredes del dormitorio para no escuchar al vecino, colocar doble acristalamiento o ventanas para dejar al margen la calle o, por ejemplo, revestir la pared del cabecero con madera o textil, que son materiales aislantes.

Si tu dormitorio cuenta, como en este proyecto de Arki Design Studio, con un maxi ventanal o mirador, escoge vidrios bajo emisivos, cuya cualidad principal es mejorar la eficiencia energética de la ventana.

6/10 © Studio McGee

Un buen colchón

De nada sirve que nos fijemos en la decoración y otros aspectos relacionados con ella en el dormitorio si la base no es buena, es decir, el colchón. Descansar en un colchón adecuado a nosotros, a nuestro tamaño y peso es fundamental para descansar bien. Aunque todos hemos oído eso de que la vida de un colchón es de 10 años, algunos expertos coinciden en que no hace falta esperar a ese momento, sino que al primer síntoma de que no descansamos bien o de dolores en el cuello o la espalda al despertar, hay que sustituir el colchón por uno nuevo. Es una inversión importante pero ¿acaso no lo es más la salud? Hay que analizar el precio de un colchón desde este punto de vista. Y tanto como el colchón, tienen incidencia en el descanso las almohadas. No se puede hablar de una mejor que otra sino que cada uno tiene unos gustos y preferencias. Tanto el colchón como las almohadas se deben probar.

7/10 © La Redoute Interieurs

La ropa de cama

Sábanas, colchas, fundas de almohada y edredón. La ropa de cama que nos abriga y que está en contacto con nuestro cuerpo es importante que sea de buena calidad. Para estos textiles lo mejor son las fibras naturales, algodón o lino 100%, y se deben evitar las sintéticas. Las primeras dejan respirar el cuerpo y regulan naturalmente nuestra temperatura y humedad.

Si eres de los que usa rellenos de edredón, nórdicos, el mejor relleno es el de plumas. Muchas veces los encontrarás de mezcla de plumón de oca y de pato y ganso, que son los de mayor calidad. Solo si eres alérgico deberías elegir fibras sintéticas. El relleno de plumas también tiene diferente gramaje según si el lugar donde lo vas a usar es muy frío o más cálido. El de entretiempo (el más usado ahora que en la mayoría de las casas hay calefacción) tiene 130 gramos/m2.

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8/10 © Cuddle Home

La distribución y orientación de los muebles

La geobiología, que es la ciencia que estudia la interacción de la Tierra y los seres vivos, recomienda que el cabecero de la cama esté orientado al norte para dormir mejor. La Tierra, o mejor dicho la fuerza de la Tierra, tiene un efecto en nosotros. La geobiología y los estudios geobiológicos cada vez están más presentes en decoración y arquitectura para conocer cómo afectan las energías a la calidad de vida.

Mariano Bueno es experto en bioconstrucción, geobiología y contaminación electromagnética, además de fundador de la Asociación de Estudios Geobiológicos (GEA), e indica que “el magnetismo terrestre nos influye sobre todo en las horas de sueño. El cuerpo alineado con el magnetismo terrestre favorece el descanso. Cabeza orientada hacia el norte, pies hacia el sur: es la orientación más relajante para descansar mejor”. Esto ocurre por la polarización de las células que componen nuestro cuerpo. Si aprovechamos el magnetismo de la tierra y situamos la cabeza en el norte, dormimos alineados al flujo natural de la Tierra y nuestro cuerpo no interfiere en él, garantizando un mayor descanso. De hecho, hay numerosos estudios en los que se ha comprobado que las constantes vitales se optimizan en esta dirección.

9/10 © Itay Benit

La cantidad de muebles y complementos

En el dormitorio, de nuevo, menos (muebles) es más (descanso). Las habitaciones llenas crean sensación de desorden y desequilibrio, como imaginas, nada favorecedoras del descanso. Los espacios ordenados y con pocos objetos a la vista (los justos únicamente) son más relajantes. De ahí que sea muy recomendable recoger la ropa antes de acostarte para que sientas el dormitorio en orden.

En cuanto a la decoración, no se trata de que no puedas colocar nada encima de la cómoda o la mesita de noche pero basta con una caja o una bandeja. Y recuerda que siempre tienen que ser objetos que te gusten, con los que te sientas identificado. Y si además, te ayudan a mantener la organización mejor.

Además de un armario, los muebles imprescindibles en el dormitorio son la cama y las mesitas de noche, como en este proyecto de los estudios de interiorismo Pninit y Vered Bonfiglioli,. Si tienes espacio puedes incorporar una cómoda, chifonier o banco.

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10/10 © La Redoute Interieurs

Los colores que decoran el dormitorio

Seguro que has oído hablar de la cromoterapia en numerosas ocasiones. Cuando se trata de descansar y dormir bien sale de nuevo a la palestra este concepto. Y es que los colores influyen en nuestras sensaciones y ánimo. Los más llamativos y vibrantes nos animan, despiertan, incluso pueden producir nerviosismo. Los suaves provocan calma, sosiego y favorecen la concentración. Los tonos neutros crean atmósferas relajantes, que son perfectas para el objetivo de descansar en el dormitorio. Los azules, verdes y amarillos son los más recomendados para el dormitorio. En el lado contrario, el rojo y el naranja. Usa estos colores en las paredes en sus versiones más suaves o da intensidad solo a una. También funciona usar colores claros en las paredes y llevar el color a los cojines y ropa de cama.

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